18-12-2018
Carlos M. Padrón
Se dice que los genuinos sentimientos suelen demostrarse con detalles pequeños pero sinceros, y éste es el caso con que debo calificar el sencillo pero valiosísimo detalle que mi amigo Wifredo Ramos —amigo desde hace 69 años, el que calmó mi sed en el incidente de la agonía en La Caldera, y actual cronista oficial de El Paso, pueblo natal suyo y mío— ha tenido con Chepina y conmigo.
Primero, un almuerzo en el Puerto de Tazacorte,
De izquierda a derecha: Wifredo Ramos, Carlos M. Padrón, Carmen (Chepina) Pernía de Padrón, Loly Jerónimo de Ramos
Y luego, ya en su casa, nos hizo entrega de algo tan sencillo, pero tan significativo por la dedicación y el afecto que encierra, como dos parejas de frutos de su propia huerta: un par de granadas y un par de naranjas, ambas dedicadas a nosotros.

¡¡¡QUE VIVA WIFREDO!!!
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