[*Opino}– De una entrevista con el cineasta Paul Thomas Anderson: Drogamor, y doblaje en España

30-01-2018
 
Carlos M. Padrón

 

En esa entrevista, que puede leerse AQUÍ, este famoso director de cine da, a dos temas de mi interés, respuestas que considero acertadas.
 
Acerca del drogamor
 
Pregunta (P). ¿El amor es una enfermedad?
 

Respuesta (R). Sin duda. Está asociado a síntomas como la obsesión. No puedes pensar en otra cosa que en la persona amada y, llegado a un extremo, no puedes comer. Vuelve a la gente loca y te obliga a hacer cosas muy extrañas. ¿Quién nos ha vendido que es algo maravilloso? ¿Un psicópata? El amor es una película de terror. Las mejores películas de amor son esencialmente trágicas. Pienso en Breve encuentro, de David Lean. El romance es tan profundo, tan imposible y tan fugaz que sólo conduce al desastre.

Acerca del doblaje en España

P. ¿Ha visto sus películas dobladas?

R. Sí, es muy doloroso. Aunque la verdad es que acaba por resultar cómico, completamente ridículo. No lo entiendo. Imagino que tiene que ver con la cultura de los países. Francia es el país más respetuoso con el trabajo de un cineasta.

Añado que, de tanto ver el tal doblaje, ya no me parece cómico sino ridículo y hasta delictivo porque atenta contra el director de la película y contra quienes la ven, ya que altera el argumento y las voces de los actores (la voz es el 60% de la actuación).

En cuanto a los subtítulos, si bien pueden escucharse las voces originales, las traducciones son de terror. Para colmo, en muchos casos de series que pueden verse en medios como Netflix, uno puede escoger subtítulos en castellano (castizo) o en español (o sea, el español hablado en Hispanoamérica), ¿No esto esto discriminación? Las diferencias son, como ya dije, de terror. Por ejemplo, una actriz dice “I love him so much”, que en la versión para Hispanoamérica lo traducen textualmente “Lo quiero mucho”, que es lo correcto, pero en la versión castiza lo traducen “Lo quiero que te cagas”, algo fuera de contexto e irrespetuoso.

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[LE}— ‘Online’: conectado, digital, electrónico, en internet o en línea

26-01-2018

El término inglés online puede traducirse por conectado, digital, electrónico, en internet o en línea, según el contexto.

Online (a veces escrito también on line y on-line) se emplea para referirse al hecho de estar conectado a una red de datos o de comunicación, y para indicar que algo está disponible a través de internet.

Así, en los medios de comunicación es muy frecuente encontrarlo en frases como

  • «El fundador del portal de ventas ‘on line’ ha acordado comprar por 250 millones de dólares el periódico»,
  • «Aunque mantendrá la edición impresa del diario, el periódico en su versión online adquirirá mucha más importancia» o
  • «La banca online calienta la guerra de los depósitos».

Sin embargo, en estos ejemplos podría haberse optado por los equivalentes españoles digital, conectado, en internet y electrónico:

  • «El fundador del portal de ventas en internet ha acordado comprar por 250 millones de dólares el periódico»,
  • «Aunque mantendrá la edición impresa del diario, el periódico en su versión digital adquirirá mucha más importancia» y
  • «La banca electrónica calienta la guerra de los depósitos».

Se recuerda, además, que offline (también off line y off-line) puede traducirse por desconectado, y que cuando se prefiera mantener las formas inglesas online y offline, ambas deben escribirse en cursiva, o entrecomilladas si no se dispone de este tipo de letra.

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