Un gaditano entra en la farmacia del Patxi, en Bilbao.
—Hola, buenoz díaz. Me da una azpirinita.
—¡Qué leche de aspirinita, chaval! Aquí tenemos aspirinotas, y te la llevas rodando,
—¡Joer! Bueno, vale. Y me da también un jarabito.
—¡Pero, ¿qué dices?! En la farmacia del Patxi sólo hay jarabote, y en garrafa y al trago. ¿Quieres algo más?
—No, los zupozitorios ya loz compraré en Cádiz.
