02-03-15
Carlos M. Padrón
De esta foto, cortesía de Cecilio Lecusay, no recuerdo los nombres de todos los que en ella aparecen, y por eso los he señalado con ¿?. Agradeceré cualquier ayuda al respecto.
De izquierda a derecha.
- En pie: 1, Raúl Vegas ; 2, Tomás Ramírez ; 3, Alfonso Colloca ; 4, Sergio Stecca ; 5, Pierre Fluché † ; 6, Enrique Novella ; 7, Raúl Figueroa ; 8, Ibrahim Guerra ; 9, ¿? ; 10, José Manuel Padrino ; 11, Jon Gómez.
- Sentados: 1, Horacio Bolaños ; 2, Jesús Pérez-Pina ; 3, ¿? ; 4, Henry Bullones ; 5, ¿? ; 6, ¿? ; 7, Francisco Urvina ; 8, Luis Maggioli †.
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COMENTARIOS
Sergio Stecca
No recuerdo el nombre del 3-Sentado, pero sí que fue vendedor y, posteriormente, el primer gerente de personal de GBG cuando se formó ese grupo. Seguramente Antonio Ramírez recuerde su nombre.
Un abrazo a todos, y un saludo a Ibrahin. Quizá el sepa de un amigo común: Antonio Parra.
CMP
En respuesta a Javier Palacios.
Comparto tu duda, Javier. Puse Azuaje, sin estar seguro, en la esperanza de que, si no es él, alguien me corrija, pero incluso creo que Azuaje no estaba en IBM en esa fecha, o al menos yo no recuerdo haberlo visto entonces.
Javier Palacios
El número 3 de pie me parece que no es Azuaje; mucho bigote para ser él.
Ibrahim Guerra
Me emociona verme, y ver de nuevo a mis compañeros de estudios y cursos preparatorios que recibimos antes —y hasta durante— de salir al ruedo del ejercicio profesional como Analistas de Sistemas o Vendedores. Estos últimos eran las estrellas; claro, IBM era una empresa de ventas, de las cinco más importantes del mundo, nos decían en los cursos y conferencias de inducción.
Esta imagen específicamente corresponde a uno de los tantos cursos que recibimos para que conociéramos el mundo de la tecnología comercial que ya invadía a pasos agigantados todos los terrenos empresariales. Los recuerdo a todos, a unos más que a otros. ¿Cómo no recordar el glamour de Jesús Pérez Pina, por ejemplo, o el eterno sentido de la joda de Jon Gómez? Vasco por antonomasia, no había nada, absolutamente nada, que no le produjera un comentario irónico.
A mí me hacia muchísima gracia, porque siempre tenía razón en sus burlas, apuntadas hacia las frecuentes tonterías con las que nos encontrábamos a diario. Desarrollé por él, —por esa razón, por su sinceridad y sentido de humor—, un gran afecto.
Vino luego el ejercicio profesional, y yo me las vi negras.
Una, porque ya no soportaba nada que se relacionara con el ejercicio de la ingeniería; sólo ingresar a IBM me mantuvo un tiempo a flote (cuatro años), y más cuando lo hice en Educación). Respiré cuando me pude independizar económicamente ingresando a la Televisión, con muy bien pie, dirigiendo programas de opinión (Sofía Imber y Carlos Rangel), y luego epopeyas dramáticas, y, más lejos aún, telenovelas románticas y teleteatros, hasta que di el salto gigante desde los escenarios.
Y, dos, la otra, el jefe que teníamos en ese entonces, Juan Calvo, que a mí me parecía un perfecto pelmazo. Para mi desgracia, ya lo había tenido como profesor de Electrónica en la escuela de Mecánica de la Facultad de Ingeniería de la Central. Casi dejo de graduarme porque, o bien no asistía yo a sus clases, o me salía a los apenas 15 minutos de iniciadas. Eran a las 6 de la tarde, y yo tenía clases de actuación a las 6.30 en el Rectorado, y a éstas me esmeraba en llegar temprano.
La escuela quedaba, y queda, justo enfrente del Rectorado, donde funcionaba el T. U. y la Escuela de Teatro. Calvo era fastidiosísimo, monótono, lo más ajeno a lo que se pueda pensar de un docente. Se limitaba a llenar de hileras interminables de números y símbolos aquellas tres larguísimas pizarras del salón de clases, de espaldas siempre a la audiencia estudiantil, repitiendo en voz lo que con la tiza escribía.
Cubano de nacimiento, para mí es el primero, y creo que el único cubano que he conocido con tal grado de frialdad. Una de las razones que tuve para detestar el ejercicio profesional, por demás extraordinario y adorable en el mundo del Análisis de Sistemas, era tener que verlo en plan omnipotente, metido en su cubículo de jefatura, ubicado justo diagonal, a la derecha de los maravillosos espacios en los que nos desempeñábamos analistas y vendedores. Espacios por demás de muy alto nivel laboral para ese entonces.
La sorpresa de todos cuando llegamos de la esquina de Urapal a las mezzaninas del Capriles fueron no sólo los multiusos escritorios de los que nos proveyeron, sino los teléfonos individuales de los que disponíamos cada uno, que, para nuestro asombro, eran de teclas.
Creo que el odio con Juan era mutuo, porque cuando los analistas le planteaban la renuncia, él les decía: “Vamos a conversarlo”, y les subía el sueldo. Cuando se la planteé yo, me dijo, “Me parece muy bien”. En televisión cuando se “oye” el pensamiento de un personaje, se dice que se hace en off a manera de play back. No quiero mencionar ahora el play back que en ese momento se me cruzó por la mente.
Queridos excompañeros y amigos de siempre, tengan la seguridad de que los recuerdo a todos, y los quiero. Son parte de mi vida, y del mejor período que viví durante mis 8 años de ejercicio empresarial como ingeniero, aunque aún lo sigo siendo en mis actividades de productor.
Camilo Gassán
Amigo Carlos, conozco a la mayoría, pues en esa época trabajaba yo como analista en un cliente. Un gran abrazo a todos. Camilo Gassán.
CMP
En respuesta a Jon A. Gómez.
Vi a Symche hace algunos años y no había cambiado mucho con respecto a cuando lo dejaste tú. Sigo creyendo que el de la foto no es él.
Jon A. Gómez
Carlos, me refería al nº 5 sentado, Symche Wakszol, pero puedo estar equivocado si a ti no te lo parece (almost 45 years ago…).
CMP
En respuesta a María E. Sanoja.
María, los saludos a Ibrahim podrá dárselos quien tenga contacto con él, pues yo no lo he visto desde que dejó IBM.
CMP
En respuesta a Antonio Ramírez.
Gracias, Antonio. Si tú lo dices… Pero no creo haberlo conocido, pues ni su cara ni su nombre me son familiares.
CMP
En respuesta a Jon A. Gómez.
Hola, Jon. Si no dices cuál 5 es, si el de los que están en pie o el de los que sentados, no sabré a cuál te refieres, pues ambos tienen ¿?.
Además, el único exIBMista que conocí con nombre parecido al que dices es Symche Wakszol, y no creo que sea ninguno de esos dos marcados con el número 5.
María E. Sanoja
Wow! Male forza! Saludos a Ibrahim Guerra; ¡¡es imperdible!!
Jon A. Gómez
Hola, Carlos.
El 5 creo que es Simon Wakzsol, de mi promoción.
Me acuerdo perfectamente del curso porque yo fui instructor, después de haberlo recibido en Cuernavaca (México).
Fue del 24 al 25 de agosto. Me acuerdo perfectamente porque el 24 por la tarde fui a Caracas para conocer a mi hija Larraitz que había nacido la noche del 23 de agosto en la Policlínica Caracas con el Doctor Domínguez Sisco, con el que también había nacido, 26 años antes, mi esposa Maite Eder Barrenetxea de Gómez.
Un cordial saludo,
Jon A. Gómez
ex-IBM Systems Engineer (1968-1974)
Antonio Ramírez
En Pie. 2, Tomás Ramírez