[Hum}– Padre gallego

María dejó a su hijo de dos años bajo al cuidado de su marido, Paco, y padre de la criatura, aunque Paco no sabía nada de cuidados de menores. Ella le dijo:

—Paco, cuida al niño y trata de estar muy pendiente, que amaneció con una fuerte diarrea. Sobre la cuna te dejo los pañales, para cuando él los requiera. Tengo que ir a la escuela a retirar el dinero de mi salario, ir luego al banco y después al supermercado, así que llegaré tarde.

—Ala, ve con Dios, mujer, que yo me hago cargo—, le respondió Paco.

María tardó más de lo previsto, y cuando caía la noche y llegó de vuelta al hogar vio que al niño le colgaba una descomunal bolsa de la cintura para abajo, y el pañal que tenía puesto estaba a reventar porque Paco no había cambiado ni un solo pañal en todo el tiempo que María estuvo fuera. Molesta, ella le reclamó:

—Ostias, Paco, ¡no le cambiaste el pañal al chaval!

Muy tranquilo, Paco contestó:

—Bueno, mujer, yo revisé la etiqueta del pañal y vi que muy claramente dice ‘Capacidad 9 kilos’,… ¡y todavía no descarga ni siquiera 3 kilos!

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