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Día: 11 de julio de 2014
[*Opino}– Facebook: un nido de estadísticas para perfilar al ser humano
06-07-14
Carlos M. Padrón
En varios artículos como éste he tratado el tema del peligro que representa Facebook, y de la para mí extraña y preocupante pasión que por ese sitio siente gente que parece disfrutar mucho de la chismografía, la hipocresía, la autopromoción personal o familiar, y la ostentación social.
Por ello, en nada me extraña que Facebook haya hecho ahora lo que cuenta el artículo que copio abajo; y cabe esperar que hará aún cosas peores.
Por fortuna, a mí no puede incluirme en sus no autorizadas pesquisas, pues mantengo mi decisión de no querer saber nada de redes sociales y, en especial, de Facebook.
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06/07/2014
J. M. Sánchez
El controvertido experimento psicológico llevado a cabo por la red social en 2012, en donde manipuló miles de cuentas de usuarios, genera un dilema ético
Facebook lo sabe todo de sus usuarios; que no le engañen. En el mismo instante en que un usuario le da al botón «me gusta», ese simple gesto queda guardado y será monitoreado en alguna parte de la arquitectura de la red social, porque, debajo de los datos que proporcionamos (gratuitamente) hay un búnker de información demasiado seductor como para pasar de largo.
Puede que muchos usuarios no sean conscientes de que Facebook, más allá de ser un simpático y práctico muro en el que subir imágenes de viajes o desahogarse mediante un reguero de palabras, también es una profunda fuente de datos para los investigadores académicos, tanto dentro como fuera de la empresa. Una verdadera mina de oro.: el negocio del siglo, a todos los efectos.
No olvidemos que, a día de hoy, nadie le hace sombra; es la mayor red social del mundo gracias a sus más de 1.300 millones de usuarios, un tercio de la población global. Imagínense que esta red social fuese un país.
Después de todo, no hay más que pensar en la vasta información que millones de personas regalan libremente a este lugar que ha hecho del «me gusta» un nuevo eslabón de la cadena de la amistad; y, para colmo, lo hacen de forma inconsciente. Un simple e inocente comentario supone para la compañía la oportunidad de beber del manantial de la sabiduría.
Y sí, Facebook lo sabe todo de usted, lector, no sólo su nombre, sus apellidos, su edad y los centros educativos por donde ha pasado, sino también los lugares que visita, sus ideologías, sus estados emocionales, y todo tipo de aficiones y gustos que, al final, sirven de base al negocio.
¿No ha pensado nunca por qué a usted, que en su biografía incluye una relación de casado, no le aparecen anuncios de páginas de ligues como sí le aparecen a su amigo que se define como soltero? No es casual.
Por tanto, estamos ante un lugar muy goloso para poder extraer acertadas y completas estadísticas sobre el comportamiento del ser humano. Es el sondeo más completo de la Historia. Ha quedado demostrado tras desvelarse la manipulación de 689.003 cuentas de usuarios para elaborar un estudio psicológico en colaboración con dos universidades useñas (Cornell y San Francisco).
La conclusión de todo fue que existe un «contagio emocional» sobre nuestras reacciones. Para comprobar esta tesis, a un grupo se le enviaba más noticias positivas o negativas, y sr realizó sin el consentimiento ni aprobación del usuario.
Tomados a granel, todos nuestros datos representan el mejor mapa social acerca del comportamiento humano. Desde al menos el año 2008 —entonces la marca llevaba volando por internet unos cuatro años—, la plataforma dispone de su propio centro de investigación para recolectar y analizar los datos de usuario, según asegura «The Washington Post».
«Con toda la información que le damos a Facebook, un buen analista sería capaz de extraer perfectamente perfiles psicológicos a un nivel de profundidad como nunca se ha hecho antes», reconoce Manuel Chao, responsable del departamento de SEM de la agencia de marketing online Hello, al tiempo que duda de si es positivo el sacrificio de la ética en función de un estudio estadístico.
Aunque gran parte de estos análisis sirven de base para la mejora de servicios publicitarios, a fin de hacer más rentable esa red (ingresó 2.509 millones de dólares en 2013), Facebook también ha utilizado sus datos para alimentar una serie de estudios académicos sobre temas de relevancia social.
«Facebook es una red muy emotiva. Es nuestra vida privada la que exponemos ahí. Lógicamente, tiene un impacto en la forma en la que nos sentimos. Aunque sea legal [porque se aceptan voluntariamente las condiciones de uso en el momento de ingresar], no ha sido muy ético», señala al diario ABC Ismael El-Qudsi, responsable de la agencia Internet República, especializada en medios sociales.
«Lo que se ha demostrado es lo manipulables que somos las personas. Subyace la idea de si los productos de internet deberían ser de pago, porque, si estás pagando, el usuario puede tener ciertos derechos. Al ser un producto gratuito tú eres el precio. Facebook está jugando con nosotros como cobayas, para ver los comportamientos que hacemos».
«Está claro que el valor de Facebook es ser capaz de manipular a la gente a su antojo. El modelo de negocio está clarísimo. Me sorprende que la gente se sorprenda. Detrás de este experimento ha habido investigación académica. Son experimentos necesarios para comprobar cómo se comporta la gente y conocer las palancas que la mueve. Facebook, ahora, está en el punto de mira y le han tocado, pero como socióloga no puedo verlo mal. Está poniendo a nuestra disposición una gran herramienta por la que no pagamos, encima es gratis, ¿y pensamos que no van a hacer nada?», manifiesta Silvia Leal, directora del departamento de Tecnología del Instituto de Empresa y asesora de la Comisión Europea.
En ese potente recolector de información personal llamado Facebook trabajó Jeff Hammerbacher, uno de los fundadores de la empresa de análisis de grandes datos Cloudera, que investigó acerca de la forma en la que los usuarios consumen los anuncios publicitarios en internet.
Es momento de reflexión después de conocerse el controvertido experimento psicológico. Se aplicó a una ínfima fracción de todos sus perfiles, es cierto, pero, lícito o no, lo cierto es que durante una semana miles de usuarios quedaron sesgados de la información de sus contactos, coartados de la libertad de recibir las actualizaciones de los mismos, aunque sólo fueran comentarios nimios y banales. Este mundo virtual, para muchos una continuación o réplica de la realidad, quedó reducido y sesgado sin tener conocimiento de ello.
No es de extrañar que se haya comenzado a aplicar los datos de Facebook en analizar incluso la vida sanitaria de las regiones. De hecho, varios expertos de Facebook y laboratorios de genética colaboran para ayudar a los médicos a hacer predicciones personalizadas sobre sus pacientes.
El problema de aquel estudio de marras, dicen los expertos, es que todo se hizo sin el consentimiento de las personas. Y, tras conocerse este episodio, voces críticas no han dejado de aparecer. La última ha sido el centro de investigación Electronic Privacy Information Center con sede en Washington (EE.UU.) que ha asegurado que en el momento del estudio la política de uso de datos de Facebook no recogía que los datos de las personas se iban a utilizar con fines de investigación y que la compañía no informó a los usuarios que su información personal será compartida con investigadores.
Cuatro meses después lo hizo. Nada es casualidad.
[LE}– El Diccionario de la lengua española apura sus últimos días en papel
11/07/2014
La edición número 23 del Diccionario de la lengua española (DRAE), conmemorativa del tricentenario de la Real Academia Española (RAE), se publicará el próximo 21 de octubre.
Será, con toda probabilidad, la última vez que la magna obra aparezca en papel, dando paso a la versión electrónica, con una web que anualmente recibe 45 millones de visitas y que ha sido actualizada en cinco ocasiones desde su aparición en 2001.
Según ha adelantado la editorial Espasa (Grupo Planeta), esta 23 edición, que supone la continuidad de una obra aparecida por primera vez en 1780, está compuesta por 2.400 páginas en un solo tomo de 18 x 26 centímetros, y se publicará en cartoné con estuche.
Tomando como lemas «Las palabras que nos unen» y «El español de todo el mundo», el nuevo DRAE contiene 93.000 artículos (unos 5.000 más que los incluidos en la anterior —la de 2001— y más del doble de los aparecidos en el primer diccionario de uso de la RAE), 6.000 de ellos nuevos para esta edición.
El diccionario recoge, además, cerca de 200.000 acepciones, de las que 19.000 corresponden a americanismos. Además, las enmiendas de esta vigesimotercera edición superarán las 100.000, sobre un total de 45.300 entradas, y las supresiones de artículos serán aproximadamente 1.350. La RAE advierte, no obstante, de que «estos datos pueden experimentar ligeras variaciones en el proceso final de diseño y maquetación, que terminará en agosto».
La doctrina lingüística de la Academia
Desde que la RAE entregara la obra a Espasa, el pasado 14 de marzo, se está llevando a cabo el proceso de revisión y corrección de pruebas, de modo que el nuevo Diccionario pueda entrar en la imprenta después del verano.
La aparición, entre 2009 y 2011, de un importante grupo de obras académicas (la Nueva gramática de la lengua española, la Ortografía de la lengua española y el Diccionario de americanismos) ha hecho necesario, según la RAE, «el desarrollo de trabajos de armonización entre los contenidos de estas obras y el Diccionario». Con ello, «se consolida la doctrina lingüística común que subyace a toda la producción académica. En esta línea, cabe destacar la regularización en el DRAE del tratamiento de las marcas geográficas americanas y la revisión del tratamiento de los extranjerismos».
Entre los últimos términos que el Diccionario de la lengua española incorporó figuran
- «audioguía» (1. f. Dispositivo electrónico portátil de uso individual que, a través de grabaciones, proporciona información en la visita a una exposición, paseos turísticos, etc.),
- «bótox» (1. m. Quím. Toxina bacteriana utilizada en cirugía estética),
- «cameo» (1. m. Intervención breve de un personaje célebre, actor o no, en una película o en una serie de televisión.),
- «cortoplacismo» (1. m. Conducta o actitud del cortoplacista.),
- «dron» (1. m. Aeronave no tripulada.),
- «pilates» (1. m. Método gimnástico que aúna el ejercicio corporal con el control mental, basado en la respiración y la relajación.),
- «hipervínculo» (1. m. Inform. enlace.) o
- «jonrón» (1. m. Am. En el béisbol, jugada en que el bateador golpea la pelota enviándola fuera del campo, lo que le permite recorrer todas las bases y anotar una carrera).
[Hum}– Fin de mundo
Le dice la mujer al marido:
—Cariño, ¿qué harías tú si el mundo se acabara en diez minutos?
—¡Te haría el amor como un loco!
—¿Y los otros nueve minutos?
