13-06-14
Carlos M. Padrón
No sé si es un error de traducción —de los cuales hay por montones, en especial hipérbatos, en casi toda la prensa en español— o es un error de concepto, pero entiendo que el poder de adherencia —del que trata el artículo que copio abajo— es una cosa, y la capacidad para levantar algo pesado es otra.
Por ejemplo, si un cable de acero, destinado a levantar algo pesado, se rompe, y uno pudiera repararlo usando el mejor superpegamento conocido, para luego levantar algo con ese cable se necesitaría de una fuerza superior al peso de ese algo, fuerza que provendría de un músculo o de una máquina.
De no existir esa fuerza, el superpegamento por sí solo no sería la solución para levantar el objeto en cuestión.
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13/06/2014
La rana que puede levantar su peso con la lengua
Imagine que un hombre de 80 kilos saca la lengua y, en cuestión de milisegundos, levanta con ella un objeto que pesa 110 kilos.
Imposible, ¿verdad? Pues exactamente eso es lo que puede hacer una rana sudamericana con cuernos (del género Ceratophrys), famosa por atrapar presas descomunales, como serpientes, lagartijas, cangrejos y roedores. Este batracio tiene una lengua tan extraordinariamente adherente que es capaz de levantar una presa con un peso incluso mayor que el suyo propio.
Los científicos del Instituto de Zoología Sistemática en la Universidad Christian-Albrechts en Kiel, en el norte de Alemania, colocaron jugosas golosinas (insectos) detrás de un panel de cristal sensible a la presión, para medir, por primera vez, las fuerzas que ejercían las ranas contra la superficie cuando intentaban atrapar su premio con la lengua, según explican en la revista internacional Scientific Reports.
Al tratar de atrapar la presa, el animal pegaba la lengua al vidrio y los científicos podían registrar las fuerzas resultantes, que eran significativamente mayores que el peso corporal de los animales. En teoría, la rana podía atrapar una presa más pesada que ella.
Poco se sabe del auténtico mecanismo de adhesión de las lenguas de los anfibios. Hasta ahora, «se creía que la mucosa en la superficie de la lengua actuaba como una especie de superglue», explica Thomas Kleinteich, autor del estudio. «Sin embargo, nuestros resultados muestran que las fuerzas de adhesión más altas se registraron cuando se produce solo un poco moco».
Los investigadores creen que, aparte de la mucosa, la calidad de la superficie de la lengua (su textura y tejidos) juega un papel crucial en su poder de adhesión.
«Los datos experimentales muestran que la lengua de esta rana puede ser mejor en comparación con los adhesivos sensibles a la presión que son de uso común, como cintas adhesivas o etiquetas», dicen en Scientific Reports.
Los investigadores planean mejorar el experimento midiendo las fuerzas de adhesión no sólo sobre el vidrio, sino también en presas naturales. A largo plazo, estos conocimientos podrán ser útiles en aplicaciones técnicas.
