[*Otros}– Los insondables barrancos del norte de La Palma, o ‘Benahoare’ para sus aborígenes, los auaritas

Existe un paisaje subtropical en un rincón del Atlántico; un lugar escarpado y espectacular como pocos. De hecho es La Palma, la isla más abrupta del mundo en su relación altitud, pues con una superficie de 708,32 km², tiene un pico —Roque de Los Muchachos— de 2.426 m sobre el nivel del mar).

En los insondables barrancos del norte de la isla de La Palma, orientados al noreste, crecen los bosques de laurisilva palmeros. El más espectacular es, sin duda, el bosque y catarata de Los Tilos. No es el único, pero sí el más importante.

Visitarlo es una experiencia muy diferente a todas las que hayas conocido; es entrar de repente en medio de una selva totalmente inesperada, con árboles altísimos de frondosas copas que apenas dejan pasar la luz del sol, con gigantescos y exuberantes helechos, con lianas y zarzas dejándose caer desde las ramas de los árboles, con una sinfonía de sonidos de pájaros entremezclados con el murmullo del agua…

En resumen, una experiencia que querrás vivir.

 

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Cortesía de la saucera Antonieta Rodríguez

[LE}– ‘Ébola’, escritura adecuada

05/04/2014

La palabra ébola se escribe con inicial minúscula cuando se emplea de manera informal para referirse a la enfermedad causada por el virus del mismo nombre.

Pero con mayúscula tanto para aludir a éste (virus del Ébola), como a la fiebre que produce (fiebre hemorrágica del Ébola) o al nombre completo de la enfermedad (enfermedad del Ébola).

Sin embargo, en los medios de comunicación es frecuente encontrar ejemplos como

  • «El Ébola llega a Mali» o
  • «La OMS confirma 86 muertes por virus de Ébola en Guinea».

El virus del Ébola, causante de una enfermedad caracterizada por una ‘fiebre hemorrágica muy grave y fulminante’, recibe su nombre del río de la República Democrática del Congo en el que se aisló por primera vez. Por ello, se recomienda escribirlo con el artículo determinado en masculino como todos los nombres de ríos (virus del Ébola, no virus de Ébola), aunque, por influencia del inglés, aparece en ocasiones sin la preposición (virus Ébola), uso éste que se desaconseja en español.

La Ortografía Académica establece que en las denominaciones de enfermedades que incluyen un nombre propio se ha de respetar la mayúscula de éste (enfermedad de Parkinson, mal de Alzheimer…), pero añade que «cuando el nombre propio pasa por sí solo a designar la enfermedad, se convierte en un nombre común, que debe escribirse con minúscula inicial y someterse a las reglas ortográficas del español: Su padre tenía párkinson; Trabaja en una fundación para la investigación del alzhéimer».

Por eso, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir

  • «El ébola llega a Mali» y
  • «La OMS confirma 86 muertes por virus del Ébola en Guinea».

Por su parte, la Real Academia Nacional de Medicina, en su Diccionario de Términos Médicos, recomienda que en textos médicos se utilicen siempre las denominaciones especializadas virus del Ébola, fiebre hemorrágica del Ébola o enfermedad del Ébola.

Fuente