[*Opino}— Se proponen demostrar que los aborígenes canarios sí sabían navegar

10-11-13

Carlos M. Padrón

Me temo que, en realidad, la aventura de que habla el artículo que copio abajo busca sólo notoriedad pues, hasta donde sé, todos los historiadores o investigadores del pasado de Canarias han dicho que los aborígenes canarios —no realmente los guanches, pues éstos eran los de Tenerife— no sabían navegar.

Aparte de que no se ha encontrado rastro de algo que sirviera para ese fin, no entiendo cómo el posible éxito de esa aventura serviría para demostrar lo de que los aborígenes canarios sí sabían navegar. Tal vez sí ponga de manifiesto que existen corrientes marinas, o vientos, que permiten llegar de una isla de Canarias oriental a una occidental. ¿Y?

Además, en la frase, no muy bien redactada, «No existe ninguna isla en el mundo donde se afirme que los habitantes originarios no fueran navegantes» yo cambiaría ‘isla’ por archipiélago, pues no creo que los habitantes aborígenes de una isla que esté tan lejos de tierra firme que ésta no sea visible desde la la tal isla, hayan tenido la ocurrencia de echarse a la mar.

~~~

10/11/2013

Bernardo Sagastume

Una expedición se propone navegar como los guanches para unir Lanzarote con La Palma

Saben que se harán a la mar en Lanzarote el próximo domingo 24, pero no cuándo llegarán a La Palma. Ni siquiera saben si tocarán tierra en la «Isla Bonita», aunque lo desean fervientemente para probar —o, mejor, para «hacer pensar»— sobre la posibilidad de que los guanches tuvieran nociones de navegación desde mucho antes de que llegase el tiempo de la Conquista.

La tripulación del «Osa Menor», durante unas pruebas en aguas lanzaroteñas

«Creer que no lo hacían es una barbaridad. No existe ninguna isla en el mundo donde se afirme que los habitantes originarios no fueran navegantes»,

dice tajante y con autoridad Sergio Navío, un apellido con evocaciones marítimas suficientes como para ser la cara visible del proyecto «Osa Menor», que con la balsa homónima —construida por sus propias manos— surcará el mar sin otro interés que «llamar un poco la atención» sobre lo que creen es un error de la investigación sobre los aborígenes Canarios.

La embarcación que llevará a estos tres madrileños, dos gallegos y un valenciano, entre las Islas Afortunadas fue diseñada según los patrones comunes que Navío, un estudioso de la historia de la navegación, encontró en embarcaciones antiguas de todo el mundo.

«Hay un timón, un tipo de vela y de orza que se repite con gran similitud en distintas latitudes»,

explica.

La han bautizado «Osa Menor» en honor a un trabajo publicado en 2007 por dos historiadores tinerfeños, Rafael González Antón y María del Carmen del Arco Aguilar, «Los enamorados de la Osa Menor. Navegación y pesca en la Protohistoria de Canarias», texto donde se defiende la tesis de Navío: que en esa época ya existían en las islas los conocimientos náuticos suficientes para la navegación atlántica, basándose en la astronomía.

¿Y cómo se explica que exista a día de hoy ese consenso acerca de que los habitantes prehispánicos no navegaban ni se conocían entre sí?

Para Sergio Navío, a mediados del segundo milenio «el que dominaba el mar dominaba tierras y riquezas» y negar este conocimiento a los guanches «era parte de la Conquista», parte de la propaganda, en tiempos en que «lo que se transmitía desde aquí era hipercontrolado por el poder».

Pese a todo, Navío recuerda que muchas veces se soslayan las crónicas que daban cuenta de estas habilidades por parte de los guanches, entre ellas las de Torriani, que habla de tres rutas de navegación. Esta ocultación «también se repite en la Conquista de América», donde también se negó que los indígenas surcasen los mares antes de que llegaran los españoles.

La distancia entre Lanzarote, en el extremo oriental de Canarias, y La Palma, en el occidental, es de unas 250 millas en línea recta, pero la expedición da por hecho que su derrotero será en cierta medida zigzagueante: «Dependeremos de los vientos y el tiempo que nos toque», por lo que no se atreven todavía a vaticinar con exactitud es cuánto tiempo les llevará la aventura.

La rudimentaria vela, de algodón, lleva en su centro una ilustración, obra del artista lanzaroteño Manuel Perdomo, que representa una conocida pintadera Canaria, una espiral de las que abundan en el arte primitivo de las Islas.

Con la ilusión de que el viento sople por fin sobre el pequeño paño, estos seis hombres vivirán la experiencia marinera como si fueran auténticos guanches, pero en pleno siglo veintiuno.

Sin troncos de drago, vale la samba

La tesis de Navío es que los aborígenes utilizaban para sus balsas madera de drago, pero al encontrarse hoy protegido han recurrido a la samba, de similar flotabilidad.

Estos troncos, de más de 80 centímetros de diámetro, llegan a los 12 metros en el caso de los que conforman de punta a punta la eslora de la balsa, y alcanzan 10 en los que se ubican en los laterales.

Sobre la cubierta se yergue una pequeña caseta, hecha con hoja de palma por un artesano de Lanzarote, donde pondrán a cubierto los víveres con que se alimentarán y los equipos de radio con que se ajustarán a la normas actuales.

Todo ha sido hecho sin clavos, atando los troncos con cabos de pita y de forma absolutamente artesanal.

Fuente

Cortesía de Juan Llorens

LE}– Las ‘puntocoms’, grafía adecuada

12/11/2013

Las puntocoms, en redonda, en una sola palabra y con plural terminado en ‘s’, es la forma adecuada de referirse a las empresas que desarrollan su actividad principal en internet.

Es habitual, sin embargo, encontrar noticias en las que se escribe con otras grafías

  • «En un sector como el de las puntocom, la red del pajarito y los 140 caracteres ha recaudado un buen colchón de dinero»,
  • «Antes de la crisis de las punto.com el índice llegó a los 1553 puntos» o
  • «El índice llegó a niveles similares a los que conquistó durante la burbuja de las punto com».

Dado que se trata de un término ya maduro en nuestra lengua, puntocom ha perdido la tonicidad en /púnto/ para trasladarla a /cóm/, dando como resultado la pronunciación /puntocóm/, que es la base de la grafía de este neologismo.

Respecto al plural de puntocom, aunque el uso mayoritario es las puntocom, invariable, lo aconsejable es las puntocoms, terminado en ‘s’, de acuerdo con las normas académicas sobre la formación del plural y con la entrada al respecto del diccionario Clave.

Así, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir

  • «En un sector como el de las puntocoms, la red del pajarito y los 140 caracteres ha recaudado un buen colchón de dinero»,
  • «Antes de la crisis de las puntocoms el índice llegó a los 1553 puntos» o
  • «El índice llegó a niveles similares a los que conquistó durante la burbuja de las puntocoms».

Fuente

NotaCMP.- La pronunciación de la ‘s’ en puntocoms lo veo tan crudo como la pronunciación de la ‘g’ en cíborg. Y, a propósito, ¿qué pasará con la pronunciación de la ‘s’ en cíborgs?