Salió una anciana del baño,
su viejito la miraba
y al punto le preguntaba:
«¿De dónde es ese gusto extraño,
pues ya llevas varios años
usando ropa interior
de oscuro y serio color,
y ya mi vista se aburre?
¿Acaso no se te ocurre
que eso te da más calor?».
La viejita, indiferente
y caminando paso a paso,
levanta en su mano un vaso
y allí sumerge los dientes.
Al viejo mira de frente
para darle explicación.
Se acomoda en el colchón
y guarda una breve pausa,
«Aquí te digo la causa
de lo negro del calzón:
Muchos colores usé,
pues la carne firme estaba,
y el fuego que me quemaba
contigo lo disfruté.
Hace tiempo lo apagué
por no hacerlo disoluto.
Te fui fiel en lo absoluto
y lo que digo es muy cierto:
«Cuando el pájaro está muerto,
el nido viste de luto»».
Autor desconocido
Cortesía de Oscar del Barco