Cortesía de Esteban Zajía___
Cortesía de Esteban Zajía___
«Sábana de seda»
«Sábana de seda» (que así parece aquí La brisa) es una foto tomada por Dominic Dähncke desde el pico Birigoyo, en El Paso, al atardecer del 04 de agosto de 2013, avanzada ya la puesta de sol.
Muestra a la derecha el mar de nubes en el lado Este de la Cumbre Nueva, y a la izquierda la cascada de ellas, llamada ‘brisa’, cayendo hacia El Paso.
Cortesía de Lucy de Armas Padrón, y Luis Guía.
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En esta foto, también de Dominic Dähncke y tomada también desde el Birigoyo, puede apreciarse, al lado derecho, el mar de nubes y cómo el «agua» de ese mar —o sea, las nubes— están cayendo hacia El Paso por la parte más baja de la Cumbre Nueva, y cubriendo todo el cielo pasense.
La cordillera que se ve al fondo es la Cumbre de los Andenes, pared norte del cráter de la Caldera de Taburiente; y el pico romo antes de ella es el Bejenado, parte más alta de la pared sur de ese cráter. Entre ambos está la Caldera de Taburiente.
Cortesía de Lucy de Armas Padrón
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Vista aérea de la isla de La Palma. En su lado Este, y sobre la Cumbre Nueva, el mencionado mar de nubes que luego cae hacia el oeste, hacia El Paso, en forma de cascada.
Foto cortesía de Juan Antonio Pino Capote
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«La brisa». Foto tomada por el pasense Roberto Perera Díaz, que muestra, vista a lo lejos, la cascada antes mencionada.
Cortesía de Roberto Perera Díaz
Corto vídeo que ilustra, en time-lapse, la brisa en movimiento. Es un extracto del vídeo «LIGHT, El cielo de Canarias», de Daniel López.
19 febrero 2013
La palabra “pedante” es habitualmente utilizada de forma negativa para señalar a la persona engreída que hace un excesivo alarde de erudición o sabiduría, la tenga o no.
Pero no siempre tuvo la connotación negativa que hoy día tiene, sino que pedante era como se le llamaba antiguamente a los maestros que enseñaban a domicilio, yendo a los hogares de los propios niños a enseñarles, entre otras cosas, la gramática.
Dicha palabra, que servía para referirse al maestro, pasó a tener una connotación negativa por una sencilla razón: muchos eran los maestros que se ofrecían para ir a dar las lecciones a los hogares, y pocas las casas a las que ir, por lo que las pruebas para acceder a dicho trabajo, que realizaban los señores que querían contratar a un maestro que fuese a enseñar a sus hijos, eran muy estrictas y selectivas.
Ello provocaba que cada aspirante al puesto fuese altamente preparado y dispuesto a saber más que el otro, por lo que esa rivalidad entre candidatos hacía que sobresaliesen aquéllos más resabidos y listos, siendo los elegidos para el empleo de pedante, por lo que, con el tiempo, se comenzó a utilizar este término para referirse al tipo de persona que se describió al inicio del post.
Donde ya no concuerdan todos los historiadores es sobre el origen de la palabra, y, aunque la mayoría sugieren que deriva de “pedagogo” (persona que tiene como profesión educar a los niños), otros se inclinan por el término en latín “pedís” cuyo significado es pie, y del que han derivado palabras como pedal, pedestal, pedestre,…
Se apoyan en este origen debido a que la mayoría de esos maestros que iban a enseñar a las casas lo hacían yendo a pie.
Fuentes de consulta: cvc.cervantes / dechile / wikipedia / RAE
Está un tipo está en la barra de un bar, conversando con un amigo, y le dice:
—Las ventas andan muy mal. Si no vendo más autos este mes voy a perder hasta las nalgas.
Al darse cuenta de que cerca de ellos está sentada una hermosa rubia, y que escuchó lo que se había dicho, el tipo se disculpó así con ella:
—Señorita, ¡perdóneme la expresión!
Respondió la rubia:
—No se preocupe, pues yo estoy en un problema similar.
—¿Y cómo es eso?—, preguntó, extrañado, el tipo.
Y la dama dio la explicación:
—Que si este mes no vendo más mis nalgas, ¡voy a perder el auto!
Cortesía de Esteban Zajía
Para bajar/ver el archivo, que tiene sonido, clicar AQUÍ
Cortesía de Juan Antonio Pino Capote
08 de septiembre de 2013
Valentina Hernández (1891-1974) fue una extraordinaria cantadora y tocadora de tambor tradicional que nació, vivió y murió en Sabinosa, isla de El Hierro, la más pequeña y occidental del Archipiélago Canario, un grupo de islas de origen volcánico situado en mitad de la Macaronesia Atlántica, junto al continente africano.
El legado de su música y su voz es para los Canarios una fuente de inspiración, y un referente cultural de primer orden.
«En Busca de Valentina» es un proyecto multicultural liderado por TABURIENTE y MESTISAY, dos grupos míticos de la música popular de Canarias, que persigue la defensa y visibilidad de los procesos de creación cultural que se producen en los territorios insulares.
Este video fue grabado, entre los meses de octubre de 2012 a agosto de 2013, en numerosas localidades de Canarias, que son generalmente los lugares de origen de los intérpretes que en él participan.
Es una producción de Macanda para EBDV, de TABURIENTE y MESTISAY, realizada con patrocinios privados.
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English version
Sep 8, 2013
Valentina Hernandez (1891-1974) was an extraordinary folk singer and traditional drum player, who was born, lived and died in Sabinosa, El Hierro island; the smallest and most western of the Canary Islands, a group of volcanic islands located in the middle of macaronesian Atlantic near the African continent.
The legacy of her music and her voice is for Canarian people a source of inspiration and cultural point of reference.
«In Search of Valentina» is a multicultural project headed by TABURIENTE and MESTISAY, two legendary bands of Canary Islands folk music, in defense and visibility of cultural creating processes happening in the Islands.
This video has been recorded in numerous locations in the Canary Islands, usually the performers’ places of origin, involved in the project, between October 2012 and August 2013.
It’s a Macanda production for EBDV by TABURIENTE and MESTISAY, sponsored by the private sector and recorded in the Canary Islands between October 2012 and August 2013.
Ver vídeo AQUÍ. Si no fuera posible, entonces AQUÍ.
Cortesía de Roberto González Rodríguez
60-07-12
La expresión patente de corso se refiere a la carta patente o documento oficial que alguien podía presentar (“hacer patente”) para demostrar que estaba autorizado a emprender una campaña naval para perseguir a los piratas o a embarcaciones enemigas, es decir, para hacer un corso (del latín cursus: carrera): persecución y saqueo de naves llevados a cabo no como acción de guerra, pero sí por barcos autorizados por su gobierno.
El pirata (tomado del griego peirates: bandido, saqueador) es la persona que navega sin licencia, y asalta y roba barcos en el mar o en las costas.
Un bucanero (del inglés bacon. referido a los vendedores de carne salada de la isla de Santo Domingo) es un pirata que en los siglos XVI y XVII saqueaba las posesiones españolas en tierras americanas. Se distingue de corsario, que es el pirata que, con la autorización del gobierno de su nación, saqueaba las embarcaciones enemigas.
Ejemplar de patente de corso francesa, que autoriza a Jean Surcouf a atacar a todos los buques enemigos de Francia y de sus aliados.
Cortesía de Leonardo Masina
10-09-13
Carlos M. Padrón
De todas las teorías que acerca de la vida en la Tierra he conocido, ¡ésta de la Tierra Rara es la más traída por los pelos y difícil de tragar!
¿Casualidades? No creo en ellas, aunque sí en coincidencias, y los factores que acerca de nuestra vida deben concurrir para que ésta se dé son demasiados, y hasta muy complejos, como para atribuirlos a coincidencias. Así que, como suele decirse, ¡a otro perro con ese hueso!
Me temo que detrás de esa teoría subyace el empecinamiento en negar la existencia de una inteligencia superior que organizó —por no decir que creó— el universo; o sea, que todo es válido, no importa cuán descabellado o ridículo sea, con tal de negar la existencia de lo que muchos llamamos Dios.
Además, creo que el nombre de ‘Tierra rara’ hace pensar que existe al menos otra Tierra que no es rara y que, por tanto, en ella también podría haber vida.
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09/09/2013
Cristina L. Éboli
¿Y si estamos solos en el Universo? La Teoría de la Tierra Rara
Algunos científicos creen que la vida en nuestro planeta se debe a una sucesión de casualidades casi imposible de repetirse
Esta semana, el SETI, organización privada que busca vida extraterrestre, anunció que, tras captar suficientes fondos gracias a donaciones anónimas, reanudaba su tarea en busca de señales de radio en el espacio originadas por una raza alienígena, una tarea que inició hace décadas.
Los investigadores del SETI son férreos defensores de la existencia de vida extraterrestre, una creencia que defienden con sólidos argumentos.
Frente al SETI se sitúan otros científicos que opinan justamente lo contrario, y lo hacen también presentando una batería de razones. Estos últimos aducen, en definitiva, que estamos solos en el Universo.
Los defensores de la vida extraterrestre aducen que, por fuerza, el proceso desarrollado en la Tierra tiene que haberse repetido en otros lugares similares, de los que debe haber muchos en el Universo.
En contra de esta opinión surgió en el año 2000 la Teoría de la Tierra Rara. Formulada por Peter Ward y Donald Brownlee, defiende que la vida en nuestro planeta es fruto de un extraordinario cúmulo de casualidades en el que confluyen condicionantes como la temperatura, la atmósfera, la existencia de agua, un campo magnético que desvía la radiación solar, o el tener cerca a un gigante gaseoso como Júpiter que ejerce como escudo contra los meteoritos.
Entre los principales factores que han permitido la vida en la Tierra se encuentra también la Luna y la fuerza gravitatoria que ejerce sobre el planeta. A ese efecto se debe la estabilidad en el grado de inclinación de la Tierra, que se sitúa con ligeras variaciones en 23,5 grados.
De no ser tan estable, el clima estaría en constantes cambios que irían de glaciaciones a persistentes sequías. De no concurrir sólo uno de estos factores, la vida no sería posible.
La paradoja de Fermi
Muchos relacionan la ‘Teoría de la Tierra Rara’ con la paradoja de Enrico Fermi, uno de los más importantes físicos del siglo XX. Fermi se preguntó si la vida está tan extendida en el Universo, ¿por qué entonces no nos han visitado ya los extraterrestres?
En contra del pesimismo de Ward y Brownlee se sitúa buena parte de la comunidad científica. Y es que mantienen que el Universo, en el que hasta ahora sólo han detectado apenas un millar de planetas, es demasiado grande como para que no haya nadie o nada más.
Otra cosa es que lleguemos a encontrarlo o, como algunos temen, que una civilización superior nos encuentre a nosotros.
