[LE}– Origen o uso de palabras, dichos y expresiones: Echar un polvo

11-03-13

Data de los felices años ’20s, unos años mágicos.

España no se había metido en la guerra mundial, y tuvo una postguerra muy feliz. Los españoles conocieron el hedonismo, la buena vida y, en consecuencia, se incrementó el vicio del tabaco inhalado: el célebre rapé.

Todos los hombres que se preciaban de elegantes llevaban en su bolsillo un bonito recipiente, en forma de caja, donde había polvo de tabaco (rapé), que se intercambiaba como signo de cortesía, diciendo: «¿Quieres echar un polvo?».

Pero como era de mala educación inhalar ante señoras, los hombres, cuando sentían el síndrome de abstinencia, salían del salón, con la excusa de echar un polvo.

Pero muchas veces la ausencia del salón no era exactamente para inhalar rapé sino para tener un encuentro con alguna damisela en las habitaciones altas que había en todas las casas de «buena familia», y el hombre se ausentaba diciendo «Voy a echar un polvo», y se perdía por las habitaciones, donde se encontraba con su amante para un encuentro sexual.

Cortesía de Carmen O’Dogherty

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