[*Otros}– La Palma, reconocida como primera Reserva Starlight del mundo

Diciembre 20, 2012

Eugenia Paiz

La Palma se convirtió ayer en la primera Reserva Starlight del mundo, reconocimiento que recibe después de “un largo trabajo en el que se ha volcado la Isla”.

Así lo subrayó la presidenta del Cabildo, Guadalupe González Taño, en el marco de un acto institucional celebrado en el Convento de San Francisco, al que acudió el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y el responsable del Instituto Astrofísico de Canarias, Francisco Sánchez.

La certificación de la Isla Bonita como Destino Turístico

Starlight, recordaron, llega tras una detallada evaluación y una posterior auditoría de campo realizada por expertos de la Fundación Starlight, y dará el impulso definitivo al producto de turismo de las estrellas que durante años ha promovido el Cabildo palmero.

Rivero destacó ayer que la certificación “es un reconocimiento a la dedicación de La Palma a las cosas bien hechas, por un modo de trabajar que tiene su base en una vocación firme por los valores naturales y por la forma de hacer una política de sostenibilidad que queremos extrapolar a toda Canarias”.

El presidente autonómico se mostró especialmente satisfecho con la generosidad de la sociedad palmera y con su elección por la protección del medio ambiente, en el marco de un crecimiento económico más lento, pero más equilibrado y defendió “el gran potencial de la Isla”.

Por su parte, el presidente del IAC se refirió a la certificación como “una decisión a largo plazo en favor del turismo astronómico” y expresó que “nosotros anhelamos el provecho complementaria del Observatorio”.

Frente a numeroso público y en el patio de Los Naranjos, donde en el año 1985 las autoridades que inauguraron el Observatorio del Roque plantaron unos pequeños arbustos, la presidenta recordó que “aquello fue el germen de la concienciación que hoy tiene la población sobre la importancia y el privilegio de contar con estas instalaciones”.

El Sistema de Certificación Turística Starlight se creó con el objetivo de fomentar, a nivel mundial, la mejora de la calidad de las experiencias turísticas y la protección de los cielos.

Ciencia y más

La Certificación Starlight permite, por primera vez, aunar la Ciencia y el turismo en la Isla, basando en la astronomía una nueva forma de turismo inteligente que aporta criterios innovadores. Entrar en este listado —que, en el caso de La Palma, fue posible gracias al proyecto iniciado por el equipo de la Reserva Mundial de la Biosfera— supone señalarla en el mapa mundial como territorio con excepcionales condiciones, protegido de la contaminación lumínica, y apto para iniciativas singulares.

Fuente: El Día

Cortesía de Antonio Pino Capote

[LE}– ‘Vir bonus dicendi peritus’, ¡si Catón levantara cabeza!

2012-12-22

A. de Miguel

Me permito el titular con un famoso latinajo, por ser una maravilla de concisión. Es así como define Catón el Viejo la figura del hombre público: «Un hombre honrado diestro en el arte de hablar en público».

El hombre público de su tiempo era sobre todo el orador del foro; hoy lo sería el político o el sindicalista delante de una cámara de televisión o un micrófono. Si Catón levantara la cabeza se quedaría patidifuso.

Los ratios

El otro día, en una tertulia política de la televisión, un representante del Partido Socialista, encargado de los asuntos culturales, repitió con insistencia lo de «los ratios». Lo siento, compañero. Debe decirse «las ratios», y, mejor todavía, «las proporciones, los índices, las razones, los cocientes».

Los currículums

En otra tertulia un alto cargo del Ministerio de Educación repitió también lo de «los currículums». Con lo fácil que hubiera sido decir «los currículos» o «los currículum».

No sé cómo vamos a adiestrar a los mozalbetes si las autoridades educativas hablan tan mal.

Presuntamente inocente

Más grave fue la afirmación del oscense Josep Antoni Duran i Lleida (de soltero, José Antonio Durán y Lérida) cuando se refirió al diputado Santiago Cervera como «presuntamente inocente».

Esa calificación la he oído más veces en algunas tertulias; no es lógica. A ver si nos aclaramos.

La inocencia no se puede presumir porque no se puede probar. En los litigios penales, el encausado es declarado culpable o no culpable. Si se dice «inocente» se está falseando la lógica. Antes de la sentencia, los jueces, fiscales y abogados presumen que el acusado no es culpable.

Sólo así puede haber un juicio justo. Lo malo es que en la práctica a ese ejercicio se le llama «presunción de inocencia»; mal dicho. Por otro lado, esa presunción debe obligar sólo a los jueces, fiscales y abogados que intervienen en el proceso judicial. Los demás podemos opinar lo que nos dé la gana.

Finalidad que no tiene una finalidad

Tampoco es que los jueces sean claros en sus declaraciones. Hace poco, Joaquín Bosch, de la asociación Jueces para la Democracia, espetó ante el micrófono de la tele: «La finalidad de las reformas no tiene una finalidad…». En ese momento zapeé de canal.

Muy exhaustivo

Ya no me acuerdo quién dijo el otro día en la radio (era una autoridad) que no sé qué informe era «muy exhaustivo». Supongo que cabe la posibilidad de que hubiera sido poco exhaustivo o incluso nada exhaustivo.

Parámetros

Lo que me pone realmente enfermo es lo de los «parámetros».

Se trata de una figura matemática muy precisa, normalmente una constante que puede recibir distintos valores. Pero en boca de nuestros hombres públicos (y mujeres públicas, claro) puede equivaler a un abanico de significados: circunstancias, consideraciones, datos, mediciones, factores, etc.

Lo que pasa es que queda uno bien ante ese palabro. Es un ejemplo de lo que el otro día llamábamos aquí hipersemia o semiorrea. Es decir, significa tantas cosas distintas que acaba por no querer decir nada.

Cabrear

Hay un verbo coloquial muy expresivo que es cabrear, algo así como enfadar o poner de mal humor en grado superlativo. Lo curioso es que algunos remilgados añaden «perdón por el término».

No sé por qué hay que pedir perdón, pues no es una palabra malsonante; no se vincula a ninguna raíz de tipo sexual o escatológico. Aún así, si a usted le sigue sonando mal, diga «encocorar», que resulta más fino. Equivale al gesto de levantar el dedo meñique cuando se lleva uno a la boca una taza de café.

Varios

De la tradición romana nos queda la costumbre de introducir en el lenguaje de los hombres públicos multitud de términos jurídicos. Vayan éstos por delante para hacer boca: «Habida cuenta«, «de obligado cumplimiento«, «sin que sirva de precedente«, «considerando«. Puede que también sea una muletilla del foro esa de «dicho lo cual«, que con tanto cariño han acogido los tertulianos.

Fuente: Libertad Digital

Fuente: Libertad Digital