A un país donde impera el caciquismo,
llegó un joven doctor,
quien se anuncia con alto patriotismo
del pueblo redentor.
Del hombre en la actitud perseverante,
creyó la población;
y ésta, at fin, lo nombró representante
en pública elección.
Llegó el doctor donde llegar quería,
y, en vez de una esperanza,
en su electo vio el pueblo la falsía
de un hombro de mudanza;
porque uniéndose at grupo caciquil,
cierto pacto firmó.
¡Oh, qué pago! Su paso fue tan vil,
que al pueblo lo arruinó.
