[*Opino}– España. La búsqueda de un Estado moderno

30-08-12

Carlos M. Padrón

El artículo que copio más abajo me llegó con esta nota de cabecera:

NO COMPRES  EL DIARIO “EL MUNDO

A partir del día de hoy, que nadie compre “El Mundo”. NADIE, hasta que echen a este payaso.

Boicot a “El Mundo” hasta que despidan a este impresentable, y que él sepa lo que es estar en paro. ¿A que somos capaces de hacernos sentir?

que supongo que habrá sido escrita y puesta en circulación por funcionarios o, más probable aún, por alguien que está en el paro.

Sin embargo, después de leerlo completo me parece que el autor tiene razón en todo excepto en lo de las vacaciones, pues éste es un derecho laboral que busca proteger la salud del trabajador y, como no, aumentar su productividad.

Si el resto de los trabajadores no reciben paga extra, ¿por qué habrían de recibirla los funcionarios?

Si alguien, sea o no funcionario, incumple con sus condiciones de trabajo, ¿por qué no puede ser despedido? La prohibición de despido sólo contribuye, como muy bien dice Sostres, a fomentar la vagancia, la improductividad, la búsqueda de la excelencia, y una larga lista de otros males.

Lo de los sindicatos y partidos políticos es una verdad como un templo: sólo sirven para eso y, por tanto, que los mantenga sus afiliados. De sindicatos ya he contado en este blog.

Y lo de las Autonomías está muy claro; lo que no entiendo es que, sin son 17, cuáles serían las dos que se salvarían de la sabia, y casi imperiosa, decisión de eliminarlas. ¿Serán Cataluña y País Vasco? Si así fuera, sería un trabajo mal hecho.

Lo de que muchos trabajadores «trabajaban lo mínimo para poder pasarse luego largas temporadas cobrando del Estado sin hacer nada» lo he visto comprobado en muchos casos. Y también sé de casos en que el «trabajador» en paro ha amenazado a quien lo contrate, o, preguntado sobre qué haría cuando se le termine el paro, ha respondido tranquilamente «Robar».

Tanto que defienden las libertades, ¿por qué no reconocen el derecho que todo patrono tiene a despedir a quien libremente contrató para llevar a cabo una tarea específica durante un horario de trabajo también muy específico? Así como lo contrató, tiene todo el derecho de despedirlo si no cumple con aquello para lo que lo que lo contrató, o si ya no precisa de sus servicios.

Y el señor Sostres tiene todo el derecho a dar su opinión, pero, según parece, para quienes escribieron la nota que copié en rojo arriba, eso sí es motivo de despido. ¡Que viva la libertad de expresión!

~~~

13/07/2012

Salvador Sostres

Un Estado moderno

Rajoy continúa sin hacer lo que tiene que hacer, que es crear las bases de un Estado moderno y verdaderamente útil a sus ciudadanos, y no este insalvable lastre.

Sobra el 40% de los funcionarios, pero no sólo por la crisis, sino porque un Estado no puede ser esta demencial maquinaria de burócratas. Ni los maestros ni los médicos tienen que ser funcionarios, ni que la Sanidad y la Educación sean servicios universales significa que la red que los provee tenga que ser pública. Sobran 15 autonomías, con sus 15 parlamentos y sus 15.000 cargos duplicados.

La paga extra de los funcionarios —que, según Rajoy, se ha suprimido de forma temporal— tiene que suprimirse para siempre y como concepto, porque nadie tiene que recibir nada extra por realizar bien su trabajo; y tiene, en cambio, que poder ser despedido si su rendimiento no es satisfactorio.

Del mismo modo, la prestación por desempleo no sólo tiene que reducirse a siete meses, sino que tendría que quedar como un mero cojín de emergencia —uno o dos meses para parar el golpe— y que ir al paro no fuera una opción como lo ha sido hasta ahora para muchos caraduras, que trabajaban lo mínimo para poder pasarse luego largas temporadas cobrando del Estado sin hacer nada.

Las subvenciones anulan la voluntad, el esfuerzo y la tensión que nos hacen vivir despiertos y aprovechar cada oportunidad como si fuera la única. Cuando perder el empleo no sea visto por tantos gandules como una ocasión de tomarse un descanso pagado, y todos tengan claro que sin su trabajo no son nada, tal vez lo cuiden con más responsabilidad y menos días personales, y entonces seremos una sociedad mucho más dinámica y competitiva.

Hay que eliminar también el concepto de las vacaciones pagadas, y que nadie vuelva a creer nunca más que va a cobrar sin trabajar. Es justo que nos paguen por nuestro trabajo, pero si tenemos la ocurrencia de querer vacaciones, que sea por nuestra cuenta (y, sobre todo, por nuestro riesgo, tal como están las cosas).

He de decir igualmente que me sorprende escuchar tantas voces preocupadas por la crisis, y tantos discursos sobre la solidaridad, y que ningún trabajador haya tenido el gesto de renunciar a sus vacaciones para arrimar el hombro y emplearse a fondo en el propósito de ayudar a su empresa y de proteger su puesto de trabajo.

Cuando en septiembre te encuentres en la calle, no digas que no te lo esperabas, y pregúntate si hiciste algo para salvarte. Estoy harto de los que tantos discursos dan sobre la solidaridad sin que nadie vaya nunca a reclamársela.

Tampoco es suficiente reducir un 20% las subvenciones a partidos políticos y sindicatos. Tanto unos como otros tendrían que vivir de las cuotas de sus militantes y afiliados, y de las contribuciones privadas que recibieran. Si no hay suficientes afiliados para mantener a los sindicatos es porque ya no representan a nadie, ni defienden a nadie más que a sus cuadros de secretarios, agitadores profesionales y liberados.

Ésta es la única verdad de unos sindicatos que viven fuera de la realidad y que son contrarios a la prosperidad.

No se trata sólo de ahorrar, sino de establecer un nuevo contrato, entre el Estado y el ciudadano, basado en la libertad y en la iniciativa personal, en nuestras cualidades de hombres y en nuestra misión de desarrollarlas. Se trata de aceptar el reto, de recuperar el espíritu explorador y el sentido del honor, de alzarnos y de alargar los dedos hasta tocar la cara de Dios.

Fuente: El Mundo

Cortesía de Leonardo Masina

[*Otros}– Una buena muestra del habla de La Palma (Canarias)

26-08-2012

Carlos M. Padrón

Este artículo, que me llegó por cortesía del amigo y paisano Roberto González Rodríguez, recoge gran cantidad de palabras que, sospecho, o son exclusivas de La Palma o, como mucho y además, de alguna otra isla Canaria.

Lo curioso del caso, que ya he comentado antes, es que muchas de estas palabras no se usaban en El Paso (La Palma), donde sí se usaban otras —espero publicarlas algún día— que no eran de uso en otros pueblos de La Palma o de otras islas.

Por eso insisto en que usar el término «habla Canaria» no es válido, pues no existe un habla común a todo el archipiélago.

~~~

17 de marzo de 2012

En Palmero

Perdonen esta licencia y no se me reviren.

Era una mañana de una viruja de mil diablos provocada por la sorimba que bajaba desde las escarchadas cumbres que hacía que se nos arripiara el cuerpo a cada instante mientras se nos aguajeaban las napias.

Avanzábamos por una empinada pista de piche que nos debía llevar a lo alto de un morro; íbamos en busca de una furna, que en un día de gran jarana y entre balbuceos, con guarniciones de exageraciones, un baladrón con cachimba nos había hablado de su existencia.

A pesar de la arrebujada frase «la cueva es tan grande que entró chivito y salió chivato«, algunas de las muchas matraquillas que nos largó, nos hacían entrever que todo podría ser cierto.

Con el sueño del descubrimiento y la promesa de aventura, nos movíamos torpemente, en parte por la abundante ropa que llevábamos para quitarnos el pelete, pero también por las prisas y los equipos de espelo y de capturar bichos que colgaban de la mochila.

Unos metros más arriba nos encontramos con un belillo que nos amenazó con darnos una trompada por haberle espantado un par de baifos, que salieron corriendo al vernos. Asustados, los muy guanajos habían decidido entaliscarse en una fajana colgada, para disgusto del singüanguo de su dueño.

Decidimos desviarnos para evitar jaleo, y así nos mandamos a mudar por una barranquera paralela que conformaba un paisaje rural, constituido por algunas fincas sembradas de papas, con pequeños huertos de millos y chochos.

Salpicado a tramos por enmarañadas enredaderas de chayoteras que llegaban hasta unas escarpadas vetas con ñameras entre las que se observaba de cuando en cuando algún árbol que venía a completar toda la gama de verdes posibles.

Unos metros más arriba, mientras saltábamos entre peneques y toniques, se nos presentó un desarrapado trafallo pendiente de su dula y, con ganas de palique. amablemente nos preguntó si nos habíamos perdido. Haciendo un alto en el camino mientras le explicábamos —colocados a barlovento por la varraquina— nuestros motivos de subir para arriba, el mago pasmao se descubría para rascarse el totizo donde destacaba su estrecha cabellera de blancas escarpias, al mismo tiempo que una transparente gota de saliva se deslizaba por su lambuceado palillo que nos dejaba totalmente aquellados.

Un par de gotas después nos indicaba una travesía por un caboco enchumbado y lleno de píjaras que nos ahorraría unos minutos —que ya comenzaban a escasear— no sin antes recordarnos varias veces que teníamos que estar atentos a una tonga de bolotes sobre una atarjea por donde había que ageitarse para salvar un paso fule y no esguañarse en el fondo.

Gracias a un par de gajos cambados que sobresalían, y a un fleje de cuerdas que usamos de pasamanos, llegamos a lo alto del caidero, tan resbaladizo que nos llevó a pegarnos algunos partigazos que dejaron nuestras piernas magulladas y las berijas apretadas.

Estaba a punto de darnos un yeyo cuando decidimos descansar unos minutos, mientras se nos despertaba, por tanto esfuerzo, un jilorio que sólo se achicaría con algo de entullo de frutos secos y un par de buches de agua.

Una vez repuestos los ánimos, anduvimos el último trecho hasta un risco que en su base escondía un enorme juro que se abría en el suelo. Todos nos quedamos boquiabiertos y dejé escapar un descriptivo ¡ÑOOS!

Amigos, esta vida es tan corta que cualquier detalle que nos sobrecoja justifica nuestra existencia.

Fuente: El Apurón

[*ElPaso}– El pino más viejo de Canarias, que está en El Paso, tiene achaques

27/08/2012

Esther R. Medina

Un equipo de expertos determinará cuál es el tratamiento que precisa el longevo e histórico árbol, ubicado en la plaza de la ermita del Pino, en El Paso (La Palma).

Pierde vigor. No se sabe si es debido a la edad, a las agresiones que ha sufrido en el entorno en el que se halla, o a las propias condiciones ambientales, pero lo cierto es que el pino, catalogado como el más viejo de Canarias, con una edad aproximada de 1.000 años, tiene achaques y necesita un tratamiento que le ayude a recobrar vitalidad.

 

Pino de La Virgen (El Paso). Foto de los años ’40s y de 2010. Cortesía de lectores de este blog.

Desde 2006, este longevo e histórico ejemplar de 32 metros de altura, ha perdido una tercera parte de su copa. Un equipo de expertos determinará en los próximos meses qué cuidados precisa, para intentar recuperar su frondosidad. Se ha pensado, incluso, en introducir una sonda que le aporte vitaminas.

El concejal de Cultura y Patrimonio del Ayuntamiento de El Paso, Andrés Carmona, está “muy preocupado” por la salud de un pino que considera “uno de los elementos culturales vivos más importantes de La Palma e, incluso, de Canarias”.

El ejemplar, que se localiza en la plaza de la ermita de Nuestra Señora de El Pino, será declarado Bien de Interés Cultural (BIC) por su valor histórico y cultural, por sus dimensiones, por su simbolismo, y por su interés científico. El trámite para otorgarle la citada figura de protección se encuentra en exposición pública.

Según cuenta la tradición popular, en el tronco de este emblemático coloso vegetal se encontró una pequeña imagen de una virgen. A partir de entonces, el árbol pasó a denominarse Pino de la Virgen, y en su entorno se levantó una ermita en la que cada primer domingo de septiembre se celebra la festividad de El Pino.

En el estudio «Longevidad y anillos de crecimiento en el Pino de la Virgen», los profesores María del Mar Génova, Carlos Santana y Ernesto Martín, aseguran que es “uno de los ejemplares más viejos de pino canario que existe en la actualidad en el Archipiélago, y que posee un enorme valor histórico, científico y cultural, que hay que conservar y proteger adecuadamente”.

Saneamiento y cirugía arbórea

Pero el Pino de la Virgen, que llegó a tener una cobertura de copa de 300 metros cuadrados, desde hace tiempo no goza de buena salud. Pierde volumen y color. Su tronco se encuentra aprisionado por el pavimento de la plaza de la ermita, unas obras que se iniciaron en el año 2001 y que impiden la oxigenación de las raíces.

El Ayuntamiento de El Paso encargó en 2008 un informe a la Unidad de Fitopatología Vegetal de la Universidad de La Laguna para conocer el estado del ejemplar. En aquella ocasión se recomendó un saneamiento general del pino, cirugía arbórea y remodelación del entorno.

El árbol sí fue sometido a un tratamiento biológico en la corteza, a un sellado de los huecos del tronco y a un proceso quirúrgico, pero la obra civil, que contempla el levantamiento de parte del pavimento que lo rodea, el agrandamiento del alcorque y la ampliación de la baranda de protección, no se ha ejecutado.

Andrés Carmona, que siempre ha mostrado un particular interés por este emblema del municipio, considera que “no se puede actuar por cuenta propia sin contar con los expertos, porque se pueden cometer errores irreversibles”, advierte, y adelanta que, después del verano, se celebrará una mesa redonda en El Paso en la que diferentes técnicos darán su opinión sobre la salud del árbol y determinarán qué medidas se deben tomar para que recupere frondosidad.

“Serán actuaciones a desarrollar a corto, medio, largo y muy largo plazo, porque esperamos que el pino siga en pie por muchos años más. No hay informes nuevos, y estamos esperando la opinión de expertos de la Universidad de La Laguna, pues el pino está más afectado de lo que parecía”, declara el concejal de Patrimonio.

Entre las posibles actuaciones que se barajan para revitalizar el árbol se encuentran la apertura del alcorque, la remodelación del entorno, el levantamiento del adoquinado, para facilitar la oxigenación de las raíces, y la introducción de una sonda que le suministre vitaminas.

Este año, y debido a la prolongada sequía, los servicios municipales de parques y jardines se han visto obligados a regar el pino con una cuba. “Le hemos puesto un poco de agua algunos días, pero tampoco es bueno regarlo mucho”, dice Carmona.

El estado de salud real de este emblema de El Paso es una incógnita. “Sabemos, por ejemplo, cómo responde un pino ante un incendio, pero no cómo lo hace después de haber estado tanto tiempo enterrado por el pavimento de la plaza, que está sellada, lo que facilita la proliferación de hongos y bacterias. Lo que está claro es que hay que determinar si los problemas que presenta se deben a la edad, a que está enfermo o a las condiciones medioambientales”, dice el referido edil.

En opinión de Andrés Carmona, la declaración de BIC del Pino de la Virgen servirá para “dar a conocer uno de los elementos culturales vivos más importantes de La Palma y de Canarias, lo cual será un aval para que otras instituciones se impliquen” en la causa de salvar al legendario ejemplar de pino Canario que vive en un apacible paraje del monte público de El Paso, a 930 metros de altitud.

Fuente: Canarias Ahora

Cortesía de Eleuterio Sicilia

[Hum}– Mujer, al fin y al cabo

Durante una visita de rutina, el médico, examinando a una joven y bella mujer, le dice:

—Su corazón, sus pulmones, su pulso y presión sanguínea están en perfecto estado.

Y, dándole la espalda para lavarse las manos, agrega:

—Ahora déjeme ver esa cosita que a ustedes las mujeres siempre las mete en toda clase de problemas.

La mujer comienza a desvestirse, y cuando el médico se voltea le dice:

—¡¡No, no, no!! ¡Póngase su ropa nuevamente! Yo sólo quiero que me enseñe la lengua. 

Cortesía de Eva Matute

[*Opino}– España. Presencia en los puestos de trabajo

22-08-2012

Carlos M. Padrón

Esto del espíritu de trabajo que caracteriza a los más de los españoles, sobre todo cuando están en España, es ya un tema recurrente.

Se ha tratado en varios artículos de este blog que han recibido comentarios corroborando la aversión que por el trabajo sienten esos españoles, y poniendo ejemplos puntuales. Están, además, los excelentes escritos de César Vidal que en muchas de sus entregas abordan directamente este tema.

Si tantos opinan lo mismo, deber porque hay mucho de cierto.

Por mi parte, sigo sin entender la legalidad que pueda haber, si hay alguna, en la costumbre de llegar, muchas veces tarde, al puesto de trabajo, y salir luego a desayunar. Existe una jornada laboral que generalmente es de 7 horas (p.ej., 09.00 a 17.00, ó 08.00 a 16.30) con una hora libre para el almuerzo, y, por tanto, existe —o debería existir— la obligación de cumplirla.

****

19 Ago 2012

Javier Martín

Todos trabajan el jueves a las once

A los españoles se nos puede llamar ladrones, pero ¡ay del que ose calificarnos de vagos! Ni de broma.

El español está siempre trabajando, desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche. Lo que ocurre en esas 14 horas es algo que ni el INE ni las más prestigiosas consultoras han podido desentrañar. “Lo que pasa en la oficina se queda en la oficina”, se podría decir.

clip_image001

Con la llegada del celular, la localización del currante es difícil de descubrir (a menos que se delate activándola en su smartphone), pero, según el INE, un jueves a las once de la mañana es el día y hora con mayor probabilidad de encontrar al trabajador delante de su mesa.

A las once, el 70% de los empleados se encuentran en su puesto (74,3% de los hombres, por el 64,6% de las mujeres). Ni a las diez ni a las doce, pues ya se baja unas décimas, y, por supuesto, ni a las nueve, cuando el porcentaje cae 9 puntos, ni a la una de la tarde, que cae 10.

Pero en ese pico de diez a doce de la mañana hay diferencia de sexos. El hombre se va a desayunar a las diez (73,1%), y la mujer, a las doce (63,3%). Como si hubiera un relevo de sexos en la oficina… y en la cafetería. ¿Es que van a la misma? Tampoco nos lo dice el INE, pero diríase que no.

Ese nivelazo de asistencia no se vuelve a recuperar. A las dos de la tarde ya sólo es del 36% de los empleados. “Claro”, dirán ustedes, “porque se ha acabado la jornada laboral”. Pues no los busquen a las ocho de la mañana, cuando sólo hay un 40%. “Bueno, pero es que llegarán después de comer”. Pues va a ser que tampoco. Ese 70% no se verá más, ni el jueves ni en toda la semana, pues el viernes la coincidencia laboral cae dos puntos.

Si en hábitos laborales parece que, con pequeños matices, no hay mucha diferenciación entre sexos, lo mismo ocurre si se mira por nivel de formación de los empleados.

Da igual el gremio sin estudios que el universitario: a las once, unos ponen ladrillos, y los otros, triples A o bonos basura. La única diferencia no es, pues, ni por sexo ni por educación, sino por edad. A los menores de 25 años, mejor llamarles a las doce y del jueves. El domingo, por favor, que sea la una.

¿Qué pasa a la hora de comer? ¿Cómo es la desbandada? ¿Es cierto que el hombre alarga más la comida que la mujer? Parece que no, los dos sexos se van incorporando al trabajo paulatinamente hasta las cinco de la tarde.

Después de esa hora empieza a caer más bruscamente en el caso de la mujer. Sin embargo, de ocho a nueve de la noche hay porcentualmente más mujeres que hombres trabajando (17,9% contra 17,7%); en cualquier caso, porcentajes que chocarían con las costumbres laborales de los países luteranos.

Según otra encuesta del INE, el español no emplea más de dos horas al día en comer y beber, da igual que sea trabajador, parado o jubilado. Dos horas para desayunar, almorzar y cenar, ejemplo de productividad.

En esa misma tabla choca que la población que más tiempo dedica a hacer deporte no sea la menor de 25 años, sino los mayores de 65 (63 minutos al día).

No es extraño que se nos resistan las medallas en Londres 2012, aunque nos aseguren la gloria en los torneos de veteranos si nuestros abuelos se calman un poco, pues dedican a la diversión casi el mismo tiempo que los jóvenes. No les busquen a las once en la oficina, pregunten por el gimnasio.

Fuente: El País

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos: 1985. ELT

27-08-12

Carlos M. Padrón

En esta foto —tomada en la terraza del CCCT y, según creo, el 17/01/1985— aparecen los integrantes del ELT que comenzó en 1984. De ese ELT, casi todos los candidatos a marketing fueron entrevistados por mí.

Estoy seguro de que tengo esta foto y otras más realtivas a ese ELT, pero debo haberlas guardado tan bien que, por más que la he buscado, no las encuentro. Por ello recurro a una que alguien puso en Youtube y que no es de muy buena calidad.

Como siempre,

1. Si en una foto aparece más de una persona, las mencionaré, asociadas a un número, por filas y de izquierda a derecha en cada fila.

2. Si no sé ni el nombre ni el apellido de alguna de las personas en la foto, pondré un signo ‘?’ después de su número.

3. Si no sé el nombre o no sé el apellido, pondré una ‘X’ en el lugar en que éstos deberían ir

Mis gracias anticipadas a quien «despeje» las ‘?’ y las ‘X’, y mis disculpas por mi mala memoria.

***

Foto 1.

La dividí en dos partes para que se vean mejor las caras.

clip_image002

~~~

Foto 1.- Parte izquierda.

clip_image004

Fila delantera (sentados):  1, Vivian León;  2, Angelines Rojas (coordinadora del ELT);  3, Marilyn (secretaria temporal del ELT);  4, Oly Cecilia Zambrano

Fila trasera (de pie):  1, Carlos M. Padrón;  2, Tony Rodríguez;  3, Guillermo Colina Jr.;  3, Miguel Ángel Rodríguez;  4, Luis Álvarez  Gunther

~~~

Foto 1.- Parte derecha.

clip_image006

Fila delantera (sentados): 1, Yurima Guilarte;  2, Doménica Paternostro;  3, Rosa Masferré;  4, Fernán Rodríguez

Fila trasera (de pie):  1. Michael Rivas;  Pedro Delgado;;  3, Manuel Pérez;  4, Germán Álvarez;  5, Francisco Vivas;  6, Amadeo Biassi

~~~

COMENTARIOS

Germán Hurtado
Foto 1 (parte derecha), fila trasera, #4: Germán HURTADO

Saludos,
GH

CMP
En respuesta a Manuel Pérez.

¡Apareció Manuel! Bienvenido al blog, y muchas gracias por el valioso aporte. Ya hice las correcciones, adicionbes y demás. ¡No te pierdas!

Manuel Pérez
Hola, Carlos, con referencia a la…

FOTO 1, parte izquierda.

* Fila delantera (sentados): 1.-Vivian León; 2.- Angelines Rojas (coordinadora del ELT) ; 3.- Marilyn Goddard (la secretaria temporal del ELT); 4.-Oly Cecilia Zambrano.

* Fila trasera (de pie): 1. Carlos Padrón; 2.- Tony Rodríguez; 3.- Guillermo Colina; 4.-Miguel Ángel Rodríguez; 5.- Luis Guillermo Álvarez Gunther.

FOTO 1, parte derecha.

* Fila delantera (sentados): 1.- Yurima Guilarte; 2.- Doménica Paternostro; 3.- Rosa Masferré; 4.- Fernán Rodríguez.

* Fila trasera (de pie): 1.-Michael Rivas; 2.- Pedro Delgado; 3.-Manuel Pérez; 4.- Germán Álvarez; 5.- Francisco Vivas; 6.- Amadeo Biassi

FOTO 1 completa: Al lado de Amadeo Biassi se ven los hombros de Luis Baranenko, coordinador del ELT.

CMP
En respuesta a Gabor Simon.

Cierto, Gabor; ya corregí el entuerto. Gracias.

Gabor Simon
Hola, Carlos.

Observación; en la Foto 2, fila trasera, no aparece la dama que tú mencionas, Maria Elena Costoya.

Saludos,
Gabor

[*Opino}– Lo legal y lo justo

24-08-2012

Carlos M. Padrón

Lo que revela el artículo que sigue me reafirma en mi convicción de que me interesa más la justicia que la Ley.

Y de ahí que me moleste tanto escuchar con qué fruición los gringos dicen It’s the law! (= ¡Es la Ley!) sin reparar en si el hecho que eso les hace decir es o no justo.

Tanto me molesta que cuando escucho esa expresión y creo que el hecho que la provoca es injusto, siento unas ganas locas de violar la bendita Ley.

Ese apego —las más de las veces ciego, y muchas veces insensible e irracional— es la causa de que en USA abunden tanto los abogados, al extremo que se considera grave que alguien carezca de uno, y la causa de la legalitis que padece ese país, enfermedad que, en mi opinión, terminará haciéndole mucho daño.

~~~

24/08/2012

Elena Sanz

Los humanos tendemos priorizar que no se cometan injusticias

Una persona rechazaría un vaso de agua, incluso teniendo sed, si considera que la oferta que le hacen es injusta, según se desprende de un nuevo estudio del University College de Londres, en Reino Unido.

El hallazgo tiene implicaciones importantes para entender qué criterios valoramos más cuando tomamos decisiones.
Mientras que los
chimpancés, nuestros parientes más próximos, están dispuestos a aceptar cualquier oferta sin valorar en base a criterios subjetivos si es “justa” o “injusta”, varios experimentos muestran que los humanos estamos dispuestos incluso a renunciar a ganar dinero si consideramos que nos hacen una propuesta inapropiada, por ejemplo si a otra persona le ofrecen, en las mismas condiciones, más cantidad.

Investigadores del Centro de Neuroimagen Wellcome Trust decidieron averiguar si esto también se cumple cuando las ofertas afectan a necesidades fisiológicas, como la comida, el agua o el sexo.

En sus experimentos trabajaron con 21 participantes sanos y, tras someterlos a sed extrema, les ofrecieron vasos de agua con 62,5 mililitros, mientras que la persona que hacía la oferta se quedaba con una botella de 500 mililitros. Los participantes tenían 15 segundos para aceptar o rechazar la propuesta, y, en la mayoría de los casos, dijeron que no al vaso, incluso cuando sus análisis de sangre mostraban que fisiológicamente necesitaban beber.

“Sorprendentemente, los humanos tendemos a rechazar una propuesta injusta basada en una recompensa primaria, como agua o comida, incluso si se encuentran en situación de necesitarla”, aclara Nick Wright, coautor del trabajo.

Esta motivación parece ir en contra de sus propios intereses, por lo que resulta fascinante tratar de “entender cómo este sentimiento subjetivo de la justicia influye en nuestras decisiones cotidianas, incluyendo las relacionadas con el mercado laboral”, añade el investigador.

Fuente: MUY