[*ElPaso}– Personajes de mi pueblo, disminuidos pero no olvidados: Chente

Carlos M. Padrón

Pedro Vicente, más conocido por Chente (q.e.p.d.), vivía en el Paso de Abajo, cerca de donde también vivía mi amigo Fidel González.

Fidel ha venido a ser el mejor “exégeta” de Chente, o sea, quien —aparte de las personas (padres, hermanos/as) con quien Chente vivía, supongo— mejor interpretó lo que éste decía, pues Chente, bien por un problema mental, de oído o del aparato fonador, hablaba como en taquigrafía, comprimiendo sus frases de forma tal que parecían criptografiadas.

Y por eso, por su tan característica forma de hablar, es tal vez por lo que más se le recuerda.

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(Fidel González)

Es Fidel quien puede hablar como Chente hablaba, y quien aún recuerda algunas de sus frases más “brillantes”, entre las que hay las de uso común, y las que pronunció ante hechos muy concretos.

Y, gracias a Fidel, he podido rescatar las que siguen.

Para una Fiesta del Sagrado le compraron a Chente unos zapatos nuevos que resultaron ser algo pequeños para él.

Esto no obstante, aguantando estoicamente acompañó a la procesión durante todo su recorrido, pero al final, cuando ya terminada la fiesta se dispuso a salir para su casa, se sentó en el piso, se sacó los zapatos y dijo:

“¡Mi tene festa pa’ tes año!”.
—Traducción: “¡Tengo fiesta para tres años!”).
—Significado: No volveré a esta fiesta en los próximos tres años.

Recuerdo a Chente apostado en la entrada del Cine Los Ángeles —el único cine que hubo en El Paso, y que abrió sus puertas a comienzos de los años ’50s—, recibiendo los tickets de quienes iban a ver la película de turno.

En eso estaba una vez, en una tarde dominical, cuando entraron al cine un joven y una joven, vecinos de El Paso ambos, que recién habían formalizado su noviazgo.

Después de recoger sus tickets y dejarlos entrar, Chente se volteó a ver a la joven por detrás, y exclamó:

“¡’Mpiaíta eme!”.
—Traducción: ¡Mal empleadita hembra!
—Significado: Merece un novio mejor.

Como no era muy dado al trabajo duro, pero en su casa le obligaban a hacerlo, un día en que lo dejaron solo le dijo a Fidel:

“Ahora sí ta osana. Mi ta sorita mi casa, fetita fecha”
—Traducción: “Ahora sí estoy gozando. Estoy solito en mi casa, fresquito el pecho”.

Separando animales según su sexo, solía decir:

“Masa, masa; eme, eme”.
—Traducción: “Machos, machos; hembras, hembras”.

Y al querer Fidel sacar del fuego una olla cuyo contenido ya hervía, Chente le dijo:

“¡Tuirá, tuirá, tenente!”
—Traducción: “¡Cuidado, cuidado, está caliente!”.

Viendo un partido de fútbol le ocurrió algo malo en el campo, y cuando le invitaron a ir a ver otro, dijo:

“Mi pasa puta oto ría tampa. ¡A mi no jore ma!”.
—Traducción: “Yo las pasé putas el otro día en el campo. ¡A mí no me joden más!”.

Asistía regularmente a los actos religiosos más destacados, como las procesiones solemnes.

En sus tiempos, las imágenes eran cargadas a hombros masculinos, pero una en particular era tan pesada que los posibles cargadores le huían el bulto.

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(De izquierda a derecha: Rodrigo Sosa, Manolo Pino Mederos, y Chente. Fuente: Fotos El Paso)

Ante esto, el cura decidió hacer una especie de cofradía de sufridos varones dispuestos a cargar esa imagen, con su trono, sus andas y demás, y de la escogencia de los miembros encargó a Chente y le dio categoría de presidente de la tal cofradía.

Chente hizo su trabajo, consiguió a los miembros necesarios, y éstos, al momento de la procesión, se distinguían por un brazalete especial, del cual asignaron dos a Chente dado su rango.

Feliz por esa deferencia dijo:

“To mundo bebe un basalete. Mi bebo dos e pesidente”
—Traducción: “Todo el mundo lleva un brazalete. Yo llevo dos porque soy presidente”.

Según Fidel, su vecino Chente, con quien compartió muchos ratos, murió, hace unos 4 ó 5 años, a la de edad de 75 y debido a un problema cardiaco. Q.e.p.d.