XXII
Siempre que hablas conmigo,
nunca sé de tus frases qué decir:
si serás enemigo
que con arte me tratas de oprimir,
o tu amigo en verdad,
capaz de dar tu vida por la mía.
Por eso, en tu amistad,
no sé si encuentro amores o falsía.
¡Oh, Fabio! Jamás creo
del mundo en las palabras engañosas.
Admiro en lo que veo,
las obras de las almas generosas.
La vida, al proseguir,
cada cual manifiesta solamente,
lo que debe decir:
lo que en sí es cada ser, queda en la mente.
——
Siempre que hablas conmigo,
yo no sé si me dices la verdad;
si serás enemigo
o sincera es, acaso, tu amistad.
