– XIX –
Me dices que a tu esposo mucho quieres,
porque es tu amor primero.
Al estudiar tu fondo y ver lo que eres,
también decirte quiero:
Si en tu frente quedara reflejado
tu fugaz pensamiento,
lo mismo que la huella del pecado,
¡cuánto es lo que presiento!
Diría el mundo que todo es ilusión
y todo falsedad.
Yo digo sólo, al ver tu perversión:
¡Así es la Humanidad!
