[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hernández y Castillo: Parte 2-XV

xv

Te mire y me miraste, gran mujer;
te ofrecí amor, y amores me ofreciste.
Desde entonces soy tuyo, mas tú fuiste
con otro, por el oro, a padecer.

Pasando el tiempo pude comprender
que me amas, porque sufres y estás triste,
unida al que tú siempre aborreciste,
al que tu padre te obligó a querer.

Víctima has sido del sentir paterno,
queriendo al que es verdugo de tu pena,
y a una vida de mártir te condena.
Tu existencia será continuo infierno,
porque tu esposo no llenó tu pecho.
¡Ése es el crimen que tu padre ha hecho!

Deja un comentario