[*Opino}– Las mujeres y la escogencia de pareja

03-01-12

Carlos M. Padrón

Creo que los resultados de la encuesta publicada en el artículo que copio más abajo, y lo que en él se dice acerca de cómo las mujeres españolas eligen pareja, puede hacerse extensivo, salvo algunas excepciones, a todas las mujeres, sean del país que fueren, a las que les esté permitido escoger pareja.

Haz memoria y cuenta cuántas mujeres conoces que se hayan casado con un hombre de estatus social o económico inferior al de ellas. El porcentaje será revelador.

Esta encuesta no dice nada nuevo; ya una previa anticipó algo así.

Lo que me extraña es que las gallegas sean más interesadas que las catalanas, aunque por poca diferencia. La explicación que se me ocurre es que las catalanas, sabedoras de la fama que en relación al dinero tiene su gentilicio, no fueron muy sinceras en sus respuestas.

La explicación a este proceder calculador e interesado, pero edulcorado con actitudes atrayentes que van desapareciendo una vez que termina la etapa de «caza», es que la mujer es un instrumento que usa la Naturaleza para perpetuar la especie humana.

Si mientras dure la etapa de «caza» el hombre muestra algún rasgo de conducta que no es del agrado de la mujer, ésta suele decir que ella logrará que él cambie, y la realidad demuestra que, a la larga, el hombre no cambia pero la mujer sí.

La mujer cambia porque, como ya he dicho en este blog, la domina el instinto maternal, lo que la lleva a, instintivamente —y valga la redundancia—, elegir pareja en la forma que el artículo describe; poner a esa pareja como prioridad mientras dure el noviazgo, o etapa de «caza»; bajarla a categoría de accesorio desde la celebración de la boda, si es que la hay; buscar luego que le dé un hijo; y cuando éste nazca, o cuando ella considere que ya tiene bien segura a su presa, bajarle aún más la prioridad hasta el nivel de provider (= proveedor), como tanto repiten las gringas, y así él, en calidad de padre, debe, además de lo que aquí se dice, ayudar a cuidar, alimentar, educar y proteger a las crías que, como la mujer considera que son suyas, se constituyen en su primera prioridad y, en los más de los casos —repito: puede haber excepciones—, lo siguen siendo mientras ella viva.

De ahí que los hombres seamos más románticos que las mujeres, y que el drogamor nos afecte más porque la Naturaleza nos ha puesto esas gríngolas para que no veamos a tiempo el hueco en el que caeremos una vez casados y padres —o atados por otros lazos—, y no nos percatemos de la cruda realidad de que, sin ser tratados precisamente como amantes, seremos usados como instrumentos de reproducción, cuidado y manutención de la mujer y de sus crías.

Lo que se recomienda es válido para ellas siempre que de la lista de familiares se saque a los hijos.

Cuando, como se escucha frecuentemente en boca de las mujeres, ellas consideran que un hombre es inmaduro, es, las más de las veces, porque éste no cumple con alguno de los roles arriba mencionados, porque celebra a otras mujeres, o porque no acepta de buen grado los caprichos, vacuidades  y frivolidades —léase «inmadureces»— de la suya.

Si yo llegara a saber que una madre no es bioanimal sino que aplica la razón, y ante la clara evidencia de que su hijo/a —a los que siempre ellas consideran «un buen muchacho» o «una niña ejemplar»— es delincuente, drogadicto/a o asesino/a, aceptara el castigo que por ello se le imponga, la aplaudiré y solicitaré un premio para esa demostración de auténtica liberación femenina, de triunfo de la razón sobre el instinto.

Pero para eso se necesita una mujer capaz de hacer lo que en Oda al Dos de Mayo escribió el poeta:

… / la madre mata su amor,
y, cuando calmado está,
grita al hijo que se va:
“¡Pues que la patria lo quiere,
lánzate al combate y muere:
tu madre te vengará!”.

Pensar que las madres hagan algo así sólo se le ocurre a un poeta, un ser que, por definición, es un románico irredento.

Tal vez este mecanismo de manipulación y dependencia que rige la relación de la mayoría de las parejas sea la base del «Creced y multiplicaos», la fuerza que mueve al mundo.

Pero cuando trato de imaginarme cómo sería éste si las mujeres no tuvieran esa atadura hacia sus hijos, lo que vislumbro asusta.

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03/01/2012

A las españolas les importa más el dinero de su pareja que su atractivo

Ocho de cada diez españolas (81%) priman la posición económica de su compañero sentimental sobre el atractivo físico (19%), según una encuesta telefónica realizada entre 1.500 personas de toda España en el último trimestre del pasado año.

Esto sucede principalmente entre las mujeres mayores de 33 años (86% lo prefieren). Las más sensibles al estatus económico son las gallegas (90%) y las madrileñas (89%), y las que menos, relativamente, son las catalanas (73%) y las valencianas (75%).

De este sondeo, realizado por la empresa Procter&Gamble, se desprende que cerca del 20% de las encuestadas que deciden ser madres empieza a mirar a su pareja de manera distinta.

Incluso una de cada 10 reconocen que cambió de compañero sentimental porque el suyo «no daba el perfil de padre». Y es que lo que las mujeres españolas buscan en un hombre es posición económica (81%), pasión (57%) y compromiso con sus hijos (68%), por encima del atractivo físico (19%) o de que se implique en las tareas domésticas (32%).

Junto a ello, persiguen un «buen esposo y buen padre», por este orden (57% y 43%, respectivamente).

Prefieren además alguien divertido (54%) y con una personalidad conciliadora (56%), por encima de una persona seria y cumplidora (45%) o que no se quedaría en el paro (44%).

La mitad de las entrevistadas (47%) considera que la descripción del padre ideal coincidiría mucho con la que hubieran hecho sus madres.

Las que menos similitudes tienen con el criterio de sus madres son las mujeres mediterráneas, catalanas y valencianas, mientras que son las andaluzas las féminas cuyas preferencias coinciden en mayor medida con la generación precedente.

Este «retrato» está presente en la mente de la mayoría de los hombres. El 77% es consciente de la importancia que dan ellas a la posición económica, también saben que deben poner el acento en la pasión (68%) y en ocuparse de los hijos, aunque en este punto piensan que en la misma medida que implicarse en el hogar.

Con esta idea en su mente, casi la mitad de los hombres reconocen haber utilizado para ligar el recurso de intentar dar imagen de «padre ideal».

Y las mujeres lo creen así, 2 de cada 3 féminas han vivido alguna situación en la que su pareja ha utilizado esta estrategia para conquistarlas.

Fuente: ABC

[*Otros}– Las avutardas (aves) Canarias reclaman su espacio

29/12/2011

Rosa M. Tristán

Uno de los grandes espectáculos para los aficionados a la ornitología es observar, en la distancia, la danza de cortejo de las aves.

En el caso de las avutardas hubara, una de las especies más amenazadas y escasas del mundo, sorprenden las carreras de los machos que, hechos una bola blanca, parecen rodar en el horizonte, mientras una hembra oculta mira atentamente a su potencial pareja para ver si cumple sus expectativas.

 

Pero es un baile que es cada vez menos habitual, y lograr preservarlo es el objetivo último del inventario que la asociación Agonane-Ben Magec y Ecologistas en Acción han presentado en la isla canaria de Fuerteventura.

Las hubaras, especie ya incluida en la categoría ‘en peligro de extinción’, dentro del Catálogo Español de Especies Amenazadas, ha sido declarada por el Parlamento Canario como una de las especies simbólicas de la isla, pero hasta ahora no se conocían con certeza los lugares que precisaban protección.

Ésta es la labor a la que, durante 16 años, se ha dedicado el investigador alemán Joachim Hellmich, experto mundial en esta subespecie Canaria, que ha logrado localizar 141 territorios de reproducción, con una densidad mayor en el norte que en el sur de Fuerteventura.

Dada la dificultad de hacer un seguimiento de estas grandes aves, Hellmich desarrolló una nueva metodología de control y seguimiento de la especie basada en la localización de los lugares donde los machos cortejan a las hembras.

La conclusión principal es que Fuerteventura sigue albergando la mayor y más importante población mundial de esta subespecie.

Para Agonane, tener prefijados estos territorios tiene «una extraordinaria importancia para su conservación», dado que ya se conoce qué espacios hay que preservar para que los machos consumen las cópulas y haya nuevas crías, porque todos los años hacen sus cortejos en el mismo lugar.

Las hubaras suelen escoger lugares muy tranquilos, con un buen estado de conservación medioambiental, porque son muy sensibles a las alteraciones de su hábitat.

De hecho, en Fuerteventura han ido huyendo de las áreas en las que se ha ido haciendo fuerte el desarrollo turístico, una de las razones por las que en muchas zonas han detenido su reproducción.

En la presentación de este catálogo, que tuvo lugar hace unos días en Fuerteventura, Luis Mariano González, responsable del Catálogo Español de Especies Amenazadas del Ministerio de Medio Ambiente, destacó que las Administraciones públicas que tienen que ayudar en su preservación cuentan ahora con una información muy valiosa.

González recordó que, como ave en peligro de extinción, tiene un régimen de protección especial que prohíbe que se destruya o altere su hábitat de reproducción, alimentación y reposo, y eso obliga a las autoridades responsables a tomar medidas que impidan amenazas a su supervivencia.

Fuente: El Mundo