[*IBM}– Del baúl de los recuerdos de IBM: Esto empezó con la 1620 instalada en la UCV

Antes de que en mayo de 2006 naciera Padronel, me dediqué por un tiempo a recabar y publicar anécdotas vividas por exIBMistas durante su permanencia en esa compañía.

A una mención hecha por Ramón López acerca de la máquina IBM/1620 (foto más abajo), contestó Pedro Mazzei, y luego Leonardo Masina, y después Antonio Lalaguna,… y así me fueron llegando más y más anécdotas que yo enviaba por e-mail.

El 15-08-2003 Leonardo (Leo) Masina se tomó el trabajo de ordenarlas en la forma en que tuvieran más sentido al leerlas todas.

Lo que sigue es el ensamblaje hecho por Leo de e-mails cruzados entre varios exIBMistas y yo en el verano de 2003.

Al comienzo de cada aportación puse el nombre del autor de la misma.

Y, repito, a menos que se indique lo contrario, todo lo que sigue fue trasegado vía e-mails hace 8 años, o sea, en agosto de 2003.

Carlos M. Padrón

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Computadora IBM/1620

Foto cortesía de Ramón López que inició la cadena de e-mails arriba mencionada, y que, al final, Leonardo Masina ensambló como sigue.

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Pedro Mazzei

Mazzei

La IBM/1620 estaba instalada en la Escuela de Física y Matemáticas de la Facultad de Ciencias de la UCV (Universidad Central de Venezuela). Mario Esquivel y yo desarrollamos allí, allá por los años 65-66, nuestros primeros programas en FORGÓ, que era un compilador didáctico para aprender FORTRAN.

En ese equipo se programó una aplicación del Ing. Fortoul, sobre cálculo de estructuras, que fue muy famosa en la Caracas de esa época. (Después este Ing. contrató una IBM/1130). Cuando la corrían en la IBM/1620, la obtención de resultados tomaba más de tres días.

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Ramón López

Ramón López

De la escuela de Física y Matemáticas de la UCV estaba a cargo el profesor Domingo (argentino). Era muy amigo mío y atendió un curso de HW que di y al que también asistió Jean Sicot (q.e.p.d.).

El profesor Domingo creó un compilador al que le puso el nombre de PUC (Programa Universidad Central). La IBM/1620 tenia 20K de memoria, que era la básica, pero podía llegar a 60K, como la del MOP (Ministerio de Obras Públicas). Creo que aún podría programarla, pues me acuerdo de los códigos.

El profesor Domingo creó un compilador al que le puso el nombre de PUC (Programa Universidad Central).

La IBM/1620 tenia 20K de memoria, que era la básica, pero podía llegar a 60K, como la del MOP). Creo que aún podría programarla, pues me acuerdo de los códigos.

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Leonardo Masina

Leo Masina, 1972

En la UCV debió quedar una reliquia de la IBM/1620, que era la IBM/1627, un plotter de tambor largo que estaba conectado a una unidad de cinta de CALCOMP.

Un día, mi jefe me dijo que habían reportado un problema y que fuera yo a ver lo que pasaba. Yo ni sabía que tal máquina existía, y el plotter me lo habían presentado una vez en CYPECA ya que lo tenían conectado a la IBM/1130.

Como de costumbre, cuando uno iba por primera vez a alguna dependencia de la UCV, antes de dar con el sitio perdía dos horas.

Al final llegué a un despacho donde vi ese engendro de plotter IBM/1627 al lado de una unidad de cinta, y me dijeron que ya vendrían a atenderme. Esperé un rato mientras para mis adentros pensaba: «¡Hay que ver que soy imbécil! ¿Por qué me dejaré siempre enrollar en estos líos?”.

Al rato apareció un señor, un profesor, un poco raro, y empezó a hablarme del plotter, que era, dijo, una reliquia de no sé qué año y que trabajaba muy bien, pero que ahora tenía un problema: ya no dibujaba bien.

Me enseñó algunos dibujos, pero en realidad yo no veía en ellos nada de raro. Entonces el señor puso a funcionar la unidad de cinta, y a los pocos minutos me dijo «Acaba de fallar».

Yo, estupefacto, no entendía cómo podía decirme eso cuando yo estaba fijándome en la plumilla del plotter pero él no, que más bien estaba de espaldas al plotter.

Pero el plotter seguía dibujando, y otra vez el señor me dijo «Ha vuelto a fallar», y esta vez yo estaba superseguro de que él no había estado mirando a la máquina.

Ya me tenía tan desconcertado, y hasta acojonado, que le pedí si tenía una lupa, y de un cajón sacó la lupa más grande que yo había visto en mi vida. Aquello no era una lupa, era más bien medio lente de un telescopio; tan grande era que había que sujetarla con las dos manos.

Mirando, con ayuda de la lupa, las dos partes donde el señor dijo que el plotter había fallado, en efecto noté una imperceptible desviación de la línea.

Destapé el plotter y me di cuenta de que las cuerdas (en realidad eran unos cables tipo eléctrico en cuyo interior había una malla de acero) que hacían mover la plumilla en sentido horizontal, y la hacían levantar o bajar para escribir, se entrelazaban y solapaban en esa especie de carrete en el cual se enrollaban.

Conseguí unas cuerdas nuevas, las cambié, con muchísima paciencia, para evitar de que se doblaran, y le pedí a la secretaria si podía hacer venir a la persona que había estado antes conmigo, la que sabía manejar el plotter, para probarlo.

Al rato llegó el señor de marras, y cuál no sería mi sorpresa al darme cuenta de que era ciego. O sea, que una persona ciega me decía cuando el plotter fallaba, pero yo, que estaba vigilando cuidadosamente la máquina, no veía la falla.

El señor probó el plotter y me felicitó por el trabajo. ¡No tuve el valor de preguntarle cómo sabía cuándo el plotter fallaba!

En mis elucubraciones al respecto he llegado a pensar que él tenía el sentido del oído muy desarrollado, y cuando el hilo que guiaba la plumilla saltaba, él lograba percibirlo. No he encontrado otra explicación lógica

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Antonio Lalaguna

Lalaguna

Había otra máquina igual en el MOP, piso 10.

La IBM/1130 de Fortoul estaba en Cypeca, en la torre Polar, y fue la causa de los malestares del técnico IBM asignado, quien vivió un calvario hasta que entrenaron, entre otros, a Leo Masina.

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Leonardo Masina

Leo Masina, 1972

Para Antonio Lalaguna («Lala»), gracias a Dios sigo vivito y coleando, y para mí la IBM/1130 de CYPECA fue más que un dolor de cabeza, un trampolín que me ayudó a subir.

Reconozco que no era una máquina fácil de entender, y creo que, en ciertos casos, ni Dios sabía cómo arreglara, pero para eso estaba Ramón López. Gracias a lo bien que él me la enseñó, todavía hoy en día no tendría yo ningún problema en programarla en su lenguaje Assembler, un lenguaje al que tengo que reconocerle los méritos de haberme ayudado muchísimo en mi carrera como diseñador en el laboratorio de Glendale.

Esa gran ayuda fue porque era un lenguaje que te hacía razonar, y para poder aplicarlo tenias que saber cómo funcionaba realmente la máquina.

Cuando fui a estudiar la IBM/370-125, el Assembler que esta máquina tenía parecía un juego de niños porque no era un «lenguaje de máquina» como el de la IBM/1130 —en el que uno tenía que tomar en cuenta todo, hasta manejar los interrupts de los I/Os—, sino que el de la IBM/370 ya hacía todo.

Era como un programa de segundo nivel, ya que cada instrucción no era ejecutada directamente por el hardware, como sí ocurría en la IBM/1130, sino por las unidades lógicas con que estaba formada la IBM/370, que eran del tipo del IPU > Channel > Service Processor > Memoria que, aunque eran como las de la IBM/1130, en la IBM/370 las llamaban microprocessor, y al lenguaje microcode.

Éstos son ya hoy en día sistemas obsoletos, pero si alguien fuese a ver los microprocesadores, y su código de microinstrucciones, de los canales ESCON (fibra óptica) de la IBM/9121 e IBM/9221, descubriría una mini IBM/1130 con algo de IBM/Sistema 7.

Eso nos permitió adelantar en dos años, con respecto al diseño de Poughkeepsie, el diseño de los canales serie, y eso hizo que todos los laboratorios de periféricos (discos, cintas, impresoras, etc.) integrasen nuestra interfaz, lo cual, por supuesto, representó un buen premio del C.O.B., del cual yo, modestamente, me llevé mi parte. 

El ingeniero Fortoul, a quien tuve el placer de conocer personalmente, era uno de los socios fundadores de CYPECA (junto a SAÍZ y SOSA) que había contratado una IBM/11130.

Recuerdo todavía que el serial era 00021, o sea, una de las primeras que se fabricaron. Por supuesto, el que la instaló fue también Ramón López.

Yo, desde 1969, año en que entré en IBM, fui técnico de CYPECA, con cuya gente tuve siempre una óptima relación. Ramón había sido el me había enseñado la IBM/11130.

La fama de CYPECA se dio a conocer a raíz del terremoto de 1967, ya que con el programa de Fortoul había calculado, en la IBM/1130, dos edificios, innovadores para la época: el Centinela y el Farallón, que se encontraban en Bello Monte, junto a la autopista y casi frente a SEARS.

Y, por suerte para los de CYPECA, con el terremoto los edificios no sufrieron nada en absoluto, ni una grieta, y con ello pudieron demostrar que se podían hacer cálculos estructurales, optimizando al máximo el diseño y con el consecuente ahorro en materiales y tiempo.

De ahí le salió a CYPECA el cálculo de la Torre Phelps, en Plaza Venezuela, donde ellos se quedaron con una planta entera, que fue donde yo los conocí.

Una particularidad de la IBM/1130 de CYPECA eran sus larguísimas horas de cálculo. Vi aplicaciones en las la máquina estuvo hasta 60 horas seguidas calculando la estructura de un edificio.

El proceso de cálculo era muy peculiar. La máquina empezaba leyendo tarjetas por medio de la 1442 (a veces hasta 8 a 10 cajas de 2.000 tarjetas cada una), luego empezaba a calcular, y se podía tirar así hasta una hora.

Luego imprimía una líneas en la 1132 (el mecanismo de impresión era el de una tabuladora convertida a impresora), de vez en cuando leía una que otra tarjeta, y así se pasaba horas, hasta que empezaba a escupir papel.

Dependiendo del trabajo, hasta 3 ó 4 cajas de papel continuo, y así hasta que se terminaba el trabajo.  

Para mí, en esa época de recién incorporado en IBM, representó muchísimo dinero ya que normalmente esas aplicaciones largas solían hacerlas de noche y en fin de semana, y a mí me tocaba casi siempre estar de stand-by para atender los posibles casos de emergencia.

Afortunadamente, nunca tuve problemas tan gordos que conllevaran la pérdida irrecuperable de un trabajo, y eso me dio muy buena fama con el cliente.

Recuerdo haberle sugerido una vez al cliente que en lugar de leer con el programa las tarjetas asíncronas, que las leyeran todas y las guardaban en disco, e igual con la impresión: que fueran guardando en disco.

Esto lo hice porque la “desgracia” de esa máquina no era la CPU —creo que una de las más fiables que ha fabricado IBM— sino sus I/Os. La 1442 era una desgracia de máquina porque parecía un tanque de guerra, pero cuando le daba por encender la luz de Read Check, ahí se armaban gordas; y la impresora era otro fósil, un dinosaurio hecho para escribir unas pocas líneas y no el volumen de impresión que CYPECA necesitaba.

Al poco tiempo recuerdo que el cliente contrató una segunda IBM/1130 con más unidades de disco, y una impresora 1403, y el rendimiento incrementó notablemente.

PD-1.

Hay que aclarar una cosa. Inicialmente, yo no era el técnico de CYPECA, era otro compañero que tenía más años de experiencia pero que tuvo la desafortunadísima desgracia de que, una vez que el cliente le llamó por un problema, la máquina llevaba 24 horas calculando, y él, no sé por cuál motivo —pues nunca me lo aclaró ni me lo aclararon— fue al tablero de luz y bajó el breaker principal.

Lo sacaron del cliente, y recuerdo que Uwe Petersen, mi jefe, me llamó y me dijo que dejara lo que estaba haciendo y me fuera URGENTEMENTE a CYPECA.

Cuando llegué allá lo único que hice fue volver a subir el breaker, encender la máquina y pisar la tecla de Start (en aquella época las memorias eran de core magnético y los registros estaban ubicados en las primeras direcciones de ella), y, milagrosamente, la máquina empezó a andar como si no hubiera pasado nada.

En mis 12 años de técnico de IBM/1130 en Venezuela, intenté muchísimas veces apagar una IBM/1130 en marcha, volver a encenderla y darle start, pero nunca arrancó de nuevo. ¡Después dicen que no  existen los milagros!

Desde aquel día, CYPECA exigió que yo fuera su técnico y, paralelamente, inició el afortunado despegue de mi carrera en IBM de Venezuela.

PD-2.

En honor a la verdad, mi objetivo desde mis comienzos fue de algún día llegar a ser como Ramón López, quien para mí fue siempre mi ejemplo y mi meta.

Dicen que le llegué muy cerca, pero nunca le alcancé, y me alegro muchísimo de eso porqué para mi Ramón fue único y le debo todo lo que llegué a ser en IBM, tanto en Venezuela como en USA o España.

Su filosofía y modo de ser me han servido siempre de ejemplo hacia los clientes y demás compañeros. Para el cliente «su problema era lo más importante», y para los compañeros «jamás hacerlos quedar mal ni delante de los clientes ni de los jefes o demás compañeros».

Lo que me tenía que decir o criticar, era cosa que quedaba siempre entre nosotros.   

Hay que ver, ¡han pasado más de 30 años desde aquello!

NotaCMP.- Pues, Leo, a fecha de hoy, 31/07/2011, ¡ya han pasado casi 40!

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Pedro Mazzei

Mazzei

Aprovechando la mención que hizo Ramón del Prof. Carlos Domingo, les voy a narrar una anécdota de la que se habló mucho en esos tiempos.

Antes, déjenme explicarles quién era el Prof. Domingo.

Era un argentino de una personalidad excepcional. Menudo de cuerpo, era el alma de la Escuela de Física y Matemáticas, y luego de la de Computación.

Además de excelente profesor, de porte científico, era deportista (de los que subían al Ávila solo, ida por vuelta en media mañana), divertido (podía lanzarse rodando por una escalera para hacerle un show a sus amigos), poeta, inspirado en recetas de cocina, dibujante fino, de excelente humor y muy solidario. Y a pesar de sus probablemente 80 años, todavía sigue impartiendo sus conocimientos como profesor en la ULA. 

Y viene la anécdota.

En la Escuela de Física y Matemáticas se contaba por esos tiempos que Carlos Domingo, en una visita que hizo el técnico de IBM para chequear la IBM/1620 (a lo mejor fue Ramón el técnico y estoy develando una historia), el Prof. Domingo lo acompañó mientras revisaba el equipo, y le pidió al técnico que le permitiera ver los manuales IBM CONFIDENTIAL de la IBM/1620 mientras el técnico se iba a almorzar. 

Y quizás por el tono afectuoso del Prof. Domingo, el técnico accedió a su petición. 

En ese corto tiempo, Carlos Domingo fotocopió todos los manuales, y se hizo un operativo con apoyo de otros profesores —y seguramente también estudiantes— para reproducir luego la copia en la quizás única copiadora grande que había en la UCV, y que estaba en la Biblioteca Central.

Cuando regresó el técnico, le devolvió los manuales sin que éste se percatara de la «OPERACIÓN COPIADO» que había ocurrido durante su ausencia.

Se los cuento como me lo contaron.

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Leonardo Masina

Caricat.Leo

Sin querer interrumpir una historia que empezó Ramón con la IBM/1620, y que veo que tiene y tendrá secuela, entre los recuerdos y anécdotas de mis primeros tiempos en IBM (1969-1982) me han venido a la mente varios, y uno de ellos está ligado a la UCAB (Universidad Católica Andrés Bello), que para entonces estaba en El Paraíso.

Allí tenían instalada una 1130 en la que Ramón López nos daba las prácticas. En el verano de 1969 éramos Mario Atance, un veterano, y tres novatos y jóvenes: Luis Argüello, Azaola (que se fue muy pronto de IBM), y yo.

Recuerdo que había cuatro perforistas, una ya mayorcita y tres muy jóvenes y muy guapas, y una de las recomendaciones de Ramón fue que tuviéramos en cuenta que estábamos en una institución católica, que cuidáramos el lenguaje y mejor pensáramos en la máquina.

Y nosotros, los novatos, nos cuidamos bastante de desobedecer a Ramón. De paso, aquellas mujeres parecían medio monjas y nosotros creíamos que lo eran.  

Al terminar el curso, la UCAB me fue asignada como cliente, y ya que no tenían demasiado trabajo, era el cliente donde me pasaba mi tiempo libre. Y como de verdad aquellas muchachas parecían unas monjas, yo practicaba con la máquina. 

Al poco tiempo, como había que montar los BMs (1), a mi jefe, Uwe Petersen, se le ocurrió la idea de que Eduardo Camblor fuera conmigo a enseñarme cómo se montaban, para que así fuese yo practicando. Recuerdo que había un montón de BMs por montar; más de 150 horas.

Cuando en la sede principal de IBM me presentaron a Eduardo, recuerdo que Rogelio Edreira, que fue quien lo hizo, le dijo a Camblor: “¡Muchísimo cuidado cómo hablas! Recuerda que ésa es la universidad de los curas”

Yo no conocía a Eduardo, pero en el viaje con él hacia la UCAB comprendí perfectamente el sentido de la recomendación que le habían hecho, pues, para quien no lo haya conocido, Eduardo era español y usaba un lenguaje muy “castizo», o sea, 4 palabras decentes y 5 groserías.

Hasta que conocí a Eduardo yo no sabía que cagar podía decirse de tantas formas distintas.

Hay que reconocer que los primeros días Eduardo se portó muy bien, pero luego ocurrió lo que ya conté en Del baúl de los recuerdos de IBM: Eduardo Camblor y su florido lenguaje / por Leonardo Masina.

Unos años después, estaba yo en el cliente, solo, haciendo mantenimiento, y recibí aviso de la secretaria de la biblioteca diciéndome que tenía una llamada para mí pero que no podía pasármela. La biblioteca estaba justo al otro extremo del pasillo.

Saliendo por la puerta del centro de computación y tomando a la izquierda, lo primero que se encontraba, también a la izquierda, eran los baños, que estaban, pared con pared, con la sala de máquinas. Después, y siempre a la izquierda, estaba la escalera, y siguiendo recto se entraba en la biblioteca.

Cuando llegué al teléfono no me contestó nadie, dije “Aló” un par de veces y, de repente, un tremendo estruendo y el edificio tembló; parecía un terremoto. Los libros se cayeron de las estanterías, y había tanto polvo que parecía una niebla espesa.

Habían puesto en los baños una bomba que hizo que volara todo por los aires. El tabique voló, el desplazamiento de aire reventó el ventanal, y algunas de las máquinas cayeron a la calle. Evidentemente querían hacer un atentado, pero sin que hubiera víctimas.

La centralita telefónica quedó cortada, y todo quedó incomunicado.

Sin decir palabra, agarré mi carro y me fui a la oficina IBM que estaba en Capriles. Cuando entré recuerdo que había una agitación tremenda, todo el mundo sobresaltado. Le pregunté a Uwe Petersen qué pasaba, y me dijo: «Pusieron una bomba en la UCAB, y ¡Leo estaba ahí y ha quedado desintegrado!».

Pero yo estaba en la oficina y nadie me reconocía. Al rato, cuando Uwe se dio cuenta de que yo estaba allí y de que estaba bien, me armó una gorda por no haberle dicho eso, que estaba bien.  

(Un recuerdo del gran amigo y compañero Eduardo Camblor que murió en un fatal accidente de carro regresando de Barquisimeto a Valencia. A él le agradezco haberme enseñado muchas cosas, más que técnicas, de la vida y, sobre todo, cómo había que hacer las cuentas de gastos y rellenar la tarjeta de overtime).

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(1) Aclaratoria de Ramón López.

BM = Bill of Materials, o sea, conjunto de dispositivos para corregir o eliminar errores de diseño en una máquina. También, en los últimos tiempos, para llevar ésta a un nivel de ingeniería superior al que tuviera.  Eduardo Camblor era uno de los campeones instalando BMs, y uno podía confiar en él. Si en la máquina surgía una falla posterior, normalmente no era por error en la instalación de BM hecha por él.

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Ramón López

Ramón López

Leo, es increíble cómo te acuerdas de aquellos tiempos. Algunas cosas no quedaron en mis recuerdos porque pasaron a GSD.

Pero sí recuerdo, por ejemplo, que en el MOP tenían instalada la primera IBM/1627, a la orden del Doctor Tacher, que era el jefe de la instalación.

También mi entrada en IBM fue algo parecida a la tuya.

Yo trabajaba en la Siemens con aparatos médicos y de sonido, y por las noches daba clases de electrónica en la Universidad Católica, que estaba en la esquina de Jesuitas. 

Instalé todo el sistema de sonido Siemens para un auto sacramental que se hizo en Prados del Este cuando empezaban a venderse estos sistemas.

Tenía un alumno que quería entrar en IBM, y me daba la lata para que yo fuera a IBM y presentara el examen, ya que, según él, yo tenía los conocimientos frescos por estar dando clases.

Me dio tanta lata que un día pasé por IBM y presenté los exámenes, y como no me preocupaba el aprobarlos o no, pues no estaba nervioso y los hice muy bien. Luego le expliqué a mi alumno de qué se trataban, pero él no los aprobó.

Un día, tiempo después, pasaba yo por la Avenida Urdaneta y se me ocurrió entrar a IBM, y allí me encontré al Sr. Rivadeneira y al Sr. Barany.

Me dijeron que me habían estado buscando, me enseñaron la /650 que tenían recién instalada en el Data Center, y me invitaron a café (que es mi punto débil), y a los tres meses estaba yo en Lima, como empleado de IBM, haciendo el curso básico.

Tengo magníficos recuerdos de todos ustedes, pero hay que vivir en el presente.

Un saludo muy cordial de tu amigo Ramón López.

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Noel Ramírez

NRamírez

Recuerdo que una noche me llamó a mi casa Vicencio Díaz porque necesitaba compañía y ayuda con la misma IBM/1130 que había estado en la Torre Polar y que estaba ahora en el Centro Profesional del Este, el que está al lado del Centro CEDÍAZ.

Como yo tenia en las orejas una picazón enorme producto de una pequeña intoxicación, me unté Caladril o Calasona, y me fui a acompañar a Vicencio hasta que arreglamos el problema.

Creo que terminamos ya en de madrugada.

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Leonardo Masina

Leo Masina, 1972

Parece que Ramón ha destapado el frasco de los recuerdos y me están volviendo a la mente varios. Aquí te va otro.

La 1130 era la máquina de las universidades: había en la UCAB (Universidad Católica Andrés Bello), en la Simón Bolívar, en la LUZ (La Universidad del Zulia, Maracaibo), otra en UCV Veterinaria (Maracay), y dos en la UDO (Universidad de Oriente): una en Puerto la Cruz y otra en Cumaná.

Este cuento también va de atentados.

Resulta que en la UDO-Cumaná había que hacerle un montón de cambios a la máquina y, aprovechando las vacaciones de verano, acordaron mandarme para allá un par de semanas.

En Oriente estaba como técnico Mario Atance, así que yo podría contar con su colaboración sólo cuando él estuviese libre, cosa muy difícil en una zona donde las distancias son tan grandes y había muchas máquinas instaladas.

Como siempre, la IBM de aquella época se esmeraba, y yo estaba hospedado en el hotel Cumanagoto, el mejor de la zona.

Empezamos a hacer los cambios, pero la cosa no iba como se esperaba. Había más contratiempos y dificultades de las previstas, se habían equivocado en mandarme máquinas, el sistema no estaba al nivel de ingeniería requerido, etc. Todas esas dificultades podrían resolverse en Caracas en una mañana, pero, desde Cumaná, aquello era imposible.

Pasaban los días y yo no adelantaba casi nada, así que me iba quedando siempre hasta más tarde, inclusive ya después de cenar volvía a trabajar hasta las 2 ó 3 de la madrugada para así poder mantener los tiempos prefijados.

Un día aparecieron muchos panfletos anunciando que habían puesto una bomba en la universidad. ¡Lo que me faltaba!

Me hicieron salir, y la Policía y la GN revisaron todo. Sólo por la tarde me dejaron entrar.

Yo seguí con mi trabajo, y como había perdido la mañana, decidí seguir más tiempo. Estaba trabajando solo, incumpliendo la primera norma de seguridad de IBM, pero, ¿cómo podía pedirle a alguien que se quedara de madrugada?

A eso de las 3 de la madrugada empecé a escuchar un ruido muy rítmico: ta-tak, ta-tak, ta-tak, ta-tak. Un poco preocupado comencé a apagar los aparatos de aire acondicionado y todo lo que pudiese sonar, pero ese ruido rítmico iba en aumento: TA-TAK, TA-TAK, TA-TAK, TA-TAK.

Asustado, cerré todo, apagué las luces y salí del centro de computación, que estaba en la planta baja desde donde una puerta de salida daba a un patio.

Cuando llegué al patio me encontré a dos estudiantes que, a las 3 de la madrugada, jugaban tranquilamente ping-pong: TA-TAK, TA-TAK, TA-TAK, TA-TAK…..

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Manuel Alberto Gutiérrez

Guty

Carlos, ¡lo que has desatado!

La primera computadora que programé en mi vida fue una 1130, para la empresa Parson Jurden en New York City.

Programé la planilla de la empresa utilizando Fortran IV, que nunca sumaba correctamente los decimales.  Tuve que hacer una subrutina que llamé «Mr. Clean», pues el problema residía en el punto flotante.

Esa primera programación, unida a la lectura de 5 folletos de Programmed Instruction (PI) de Cobol, me sirvieron para obtener el primer puesto en una terna para viajar a Venezuela en 1969. 

El puesto de Analista Programador en una empresa asesora del MOP fue, en definitiva, la razón de mi ingreso a IBM, en abril de 1970. Claro, después de lograr el cambio de una IBM/1401 (con compilador Cobol) a una IBM/360-40, y una interesante aventura con el vendedor IBM de ese entonces.

Recuerdo muy bien la 1130 de CYPECA, y otra que estaba en la Avenida Francisco de Miranda —creo que en el Edificio IESA, casi frente a Juguetelandia—, con el Ing. Aranguren.

Pregunta: ¿a la 1620 de la UCV la llamaban “Matilde”?

Saludos para todos,

“Manny”

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Pedro Mazzei

Mazzei

Si el ciego al que se refiere Masina en su anécdota del plotter en la UCV era especialista en computación, no tengo dudas de que se trata de Pablo Guzmán. 

Pablo fue en la UCV mi compañero en algunas materias. Perdió la visión por torturas en la Seguridad Nacional, ¡lo quemaron con cigarrillos!

Pablo «construía» en su memoria el diagrama de flujo de los programas que desarrollaba para los trabajos en la Escuela de Computación. Sabia el orden de cada una de las instrucciones, y todas las referencias que había puesto, los IF, el COMMON, los GO TO y a donde ramificaban.

Sorprendía lo preciso que era al identificar el error de lógica que hubiera cometido. Nosotros sólo lo ayudábamos leyéndole el error que aparecía y perforando las tarjetas con lo que él nos dictaba para corregirlo.

De Pablo hay muchas anécdotas sorprendentes, ésta es tan sólo una de ellas. Así que no dudo que Pablo haya sido el protagonista del asombro de Masina con el caso del plotter.

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Ramón López

Ramón López

Creo que cuando llegó la IBM/1130 a la UDO, Uwe Petersen la estaba instalando y no lograban que funcionara: yo no estaba en Venezuela por esos días. Cuando llegué me mandaron a Cumaná para ayudar a Uwe, y solucionamos el problema.

Uno de los profesores de la UDO habia escrito sobre la máquina: “No funciona, no funciona y no funciona”

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Leonardo Masina

Caricat.Leo

Yo no creo en las brujas, pero de haberlas, ¡haylas!

Éste es un dicho que, escrito en el idioma de esta región de España, es fácil encontrarlo en alguna pegatina de muchos carros de Galicia. Y ésta es una historia corta, que va de brujería, como el refrán gallego.

Yo personalmente no creo en esas historias, inclusive en la tradición popular venezolana se acostumbra(¿ba?) a fumarle un puro al Negro o a Maria Lionza,… pero hay veces en que el destino nos reserva alguna sorpresa.

Una vez me mandaron a Cumaná, a la UDO, por un problema de memoria con la IBM/1130. Ya Mario Atance, el técnico que había estado asignado en esa zona, había vuelto a Caracas y en su lugar estaba Santiago Villegas. 

Visto lo bueno que era con la IBM/1130, no se le dio curso, sólo se le dio el curso de cómo pasar los tests ya que los I/Os eran comunes a la mayoría de las máquinas instaladas en la zona.

El problema por el que me habían mandado a Cumaná era grave: la máquina estaba bloqueada con un parity check, la única luz roja que tenía la IBM/1130 para indicar un problema, y era trabajo del técnico averiguar cuál era la causa.

Al llegar a la instalación, Santiago ya había destapado la máquina y había intentado identificar el problema, pero sin éxito.

La máquina de la UDO tenía una expansión de memoria, un módulo adicional que hacía a la IBM/1130 casi 1 metro más larga (módulo que había instalado yo cuando el famoso TA-TAK, TA-TAK).

Al llegar encontré, justo debajo los boards de memoria, la colilla reseca de un puro, seguramente olvidada en una intervención anterior por Mario Atance, que era el único que, de vez en cuando, aparecía en una instalación fumando un puro apestoso que nos intoxicaba a todos.

Con cuidado y con el auxilio de una tarjeta (pues todavía se utilizaban las tarjetas perforadas) retiré la colilla y toda la ceniza que la rodeaba, y tiré todo a la papelera.

Encendí la máquina para ver cuál era el problema, y, ¡MILAGRO!, con sorpresa general, pues la máquina arrancó perfectamente.

Le pasé todo tipo de tests (muy ineficientes) y nada. Decidí arriesgarme a entregarle la máquina al cliente para que corriera un trabajo y esperar a ver qué pasaba, pero ¡no pasó nada, todo salió perfecto! Visto el éxito obtenido, en la tarde regresé a Caracas. 

La causa del problema fue achacada al puro de Mario, y eso quedó grabado como una anécdota tanto en el cliente, como en el recuerdo de Santiago y mío.

Pasados varios años, Santiago me aseguró que jamás esa máquina volvió a dar problemas.  

Yo no creo en las brujas, pero de haberlas, ¡haylas!

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COMENTARIOS

  [*FP}– Del baúl de los recuerdos: La 1401 – Padronel
[…] igual que lo de “Esto empezó con la 1620 instalada en la UCV“, los escritos que copio más abajo fueron intercambiados por e-mail comenzando el día 29 de […]

Leonardo Masina
Un detalle, Katy, mejor aclara que siempre te respeté, porque, como compañera de trabajo y novia de un CE, nunca me hubiese permitido nada más que llevarte a TU casa (porsia).

Es que, si vamos al caso, en el grupo, aparte de “jodedores”, también había “malpensados” y otros que sí aprovechaban lo que fuese.

De hecho, la que te reemplazó sí que tuvo sus “anécdotas”, y la otra también; todas con gente del departamento.

De Gladys, ¿a cuál de las dos te refieres? Porque eso de “noche oscura” creo que se adaptaría más a “La motilona”, que era nuestra secretaria en Capriles, y de quien sé que se casó y dejó el trabajo. La otra estaba en Chuao, justamente trabajando con Rodríguez Campo en Administración CE.

Francisco Alcalde se fue a Ciudad Guayana como CE y de ahí no supe más de él. Mapi no recuerdo quien era.

Katalina Andrady
Claro que me acuerdo, Leo, de que me dabas la cola a casa, y me preguntabas “¿Te vas hoy conmigo, Kkati?”, y todos en el departamento se miraban y reían tratando de disimular, … y yo, pocrecita, rojiiiita ccual manzana.

Recuerdo tanto a Uwe, que también reía, no creas.

Y sí, Leo, recuerdas bien lo de mi origen húngaro.

¿Qué será de la vida de Gladys Corothie (“Noche oscura”, así le decian), de Rodriguez Campo, Alcalde y Mapi?

Acabo de conseguir, en un baulito que tengo, una lista gigante de los técnicos de OP y otra de lo de DP. ¿Qué tal ?

¡Qué de recuerdos! Iba yo con uno u otro a tomar el cafecito de media mañana y, de pronto, un viernes por la tarde una escapadita a esa pastelería que quedaba al lado del Teatro Las Palmas, a comprar dulcitos y llevar al departamento a nuestros compañeros.

Seguiremos conectados, y seguiré informando. Ah, ¡y a “La gallega”, Milagro Micó!

Saludos, y a todos besossss.

Leonardo Masina
Ésta, Carlos, debe de ser la Katy —mi amiga, de origen húngaro—, que fue Call Dispatcher en Capriles, años ’70.

¿Qué tal, Katy? Imagino que te acordarás de mí, el que te daba la cola a casa, en Bello Monte.

CMP
En respuesta a Katalina Andrady.

Katy, indica, por favor, en qué años estuviste en IBM, y dónde estaba entonces tu oficina (Ferrenquín, Mene Grande, Capriles, Chuao,…). Y si puedes mandar una foto tuya de aquellos tiempos, mejor.

Katalina Andrady
¡Guaoooo, cuántos comentarios y anécdotas! Estoy muy emocionada.

Soy Kati, la que trabajó en D.P y en O.P.

Carlos González
Me extraña que los técnicos no mencionaran la 1620 que teníamos en el Service Bureau de IBM. Ya en 1966 hacíamos en ella cualquier cantidad de cálculos de ingeniería que eran, entre otras y si mal no recuerdo, para una compañía llamada OTEPI. También recuerdo que Eduardo Dapena la programaba. Él me enseño algo de Fortran IV.

IBM me reclutó de la UCV a través de César Herrera y de Jesús Pérez Pina, y por trabajar en esa 1620, y en la 1401 operando y programando en Autocoder y RPG, perdí la carrera de ingeniería.

CMP
En respuesta a Javier Palacios.

Por eso precisamente puse las fotos, Javier, pues pienso que no sólo soy yo quien tiene problemas para recordar caras.

Javier Palacios
Carlos, ¡qué buena idea fue la de poner fotos en este diálogo sobre las 1130s y 1620s!

El nombre ‘Ramón López’ sólo me sonaba, pero el poner su foto a lado de su nombre logró hasta extraer, de algún banco de mi memoria, su peculiar voz y, para este ‘sudaca’, su acento.

Gracias por este blog que hace recordar ese tiempo pasado,

Javier Palacios

Leonardo Masina
Hola, Victor.

Yo fui el que instaló la IBM/1130 de la Simón Bolívar. Inicialmente se instaló en unas oficinas en Caracas, luego la trasladé a la sede de la Universidad, allá donde se perdió el diablo, pero un lugar muy bonito, rodeado de verde y, sobre todo, con un clima agradable.

En la esa universidad había un ambiente muy bueno. Inicialmente, uno de los operadores era un muchacho de origen vasco con el cual me la llevaba muy bien, y era muy colaborador.

Recuerdo que cada vez que yo iba allí, los estudiantes, me hacían muchísimas preguntas sobre el Assembler de la 1130 y yo, con gusto, les ayudaba, ya que para mí era algo que me apasionaba. Luego varios de ellos me paraban por los pasillo para agradecerme porque les había solucionado el problema y habían pasado la prueba o el examen.

Algunos de ellos me los encontré en el IVIC, donde también había una 1130, y me comentaban que la esa máquina les había ayudado muchísimo en su desarrollo informático.

La 1130 fue una maravilla, aparte su mantenimiento rutinario, jamás fallaba; sólo la lectora fallaba alguna vez, pero siempre cosas muy tontas que se solucionaban inmediatamente y no paralizaban el sistema.

Leonardo Masina
Hola, Victor.

Yo fui el que instaló la IBM/1130 de la Simón Bolívar. Inicialmente se instaló en unas oficinas en Caracas, luego la trasladé a la sede de la Universidad, allá donde se perdió el diablo, pero un lugar muy bonito, rodeado de verde y, sobre todo, con un clima agradable.

En la esa universidad había un ambiente muy bueno. Inicialmente, uno de los operadores era un muchacho de origen vasco con el cual me la llevaba muy bien, y era muy colaborador.

Recuerdo que cada vez que yo iba allí, los estudiantes, me hacían muchísimas preguntas sobre el Assembler de la 1130 y yo, con gusto, les ayudaba, ya que para mí era algo que me apasionaba. Luego varios de ellos me paraban por los pasillo para agradecerme porque les había solucionado el problema y habían pasado la prueba o el examen.

Algunos de ellos me los encontré en el IVIC, donde también había una 1130, y me comentaban que la esa máquina les había ayudado muchísimo en su desarrollo informático.

La 1130 fue una maravilla, aparte su mantenimiento rutinario, jamás fallaba; sólo la lectora fallaba alguna vez, pero siempre cosas muy tontas que se solucionaban inmediatamente y no paralizaban el sistema.

Victor Alvarado
¡Qué interesantes recuerdos!

Yo estaba en la Simón Bolívar, y con mis compañeros, que ya cumplimos 35 years de graduados, tuvimos el privilegio de aprender a programar en la IBM/1130 que tenía la Simón. La verdad es que su Assembler era lenguaje de máquina, y lo que más me costó fueron los manejos de las interrupciones de I/O.

Sin embargo, esa experiencia hizo que me enamorara de la computación, y me cambié de carrera, de Matemáticas Pura a Ingeniería de la Computación, y en aquel momento ni pensar en que yo trabajaría en la mejor empresa que he conocido, y tener los mejores amigos que alguien pueda pensar tener, como son todos ustedes, los exIBMistas.

Vicencio Diaz
Yo le creo no sólo a Leonardo sino a Santiago; mis respetos para ambos

Eso se parece un poco a una experiencia que tuve con una IBM/2050 del MOP que no paraba de fallar, hasta que me di cuenta de que siempre fallaban las tarjetas que estaban contaminadas con el humo de los tabacos de los autobuses que pasaban por la zona.

Opté por lavar las tarjetas por grupos y, principalmente, las que estaban cerca de los filtros, y pasados como 3 meses las fallas se acabaron.

Bastante tiempo más tarde me tocó entrenar a técnicos sobre el peligro que significa la estática, el como tocar las partes electrónicas, el uso de carpetas “aterradas”, o el brazalete conectado a tierra, etc. Por supuesto, eso me impidió comentar cómo sacar fallas de las 2050s contaminadas.

Lo que yo pienso es que los circuitos electrónicos son como las personas: vulnerables al medio ambiente dependiendo de su alimentación, genética y todas esas cosas.

Si un circuito expuesto por falta de alguna cubierta está cerca de algún contaminante, se da una operación química particular. Si se cambia el enfermo de posición o se retira el contaminante, la cosa cambia. El aire no es nada puro, y por algo existen los pañuelos.

El olor es una reacción química a nivel de la nariz, y no hay algo que se mantenga más en el aire que el olor a tabaco, y primero se dan cuenta las mujeres de que estuviste en una tasca que en una casa de “encontros”, como no sea por el color rojo rojito.

Pero de que vuelan,…

Pedro Mazzei
Hace casi una década escribimos sobre la 1620 de la UCV. ¿Recuerdan el nombre de Elkin Palacios? El fue el programador del cálculo de estructuras de Fortoul.

Tiempo después, Elkin contrataba tiempo de la IBM/360-40 de la Escuela de Computación, época cuando lo conocí, y corría allí el programa en forma privada.

Después estuvo trabajando en el MOP en el procesamiento de las encuestas de “Origen y Destino”, actividades precursoras del Metro de Caracas.

Un dia decidió irse a USA sin pasaje de retorno. Era un adelantado a la época que ya no conseguía retos de computación en Venezuela, por lo que decidió emigrar.

Hace unos 4 años fue la última vez que hable con él. Seguía en NY.

Leonardo Masina
¿Y con el tabaco de Mario, cómo la metemos, Vicencio?

Está de testigo Santiago Villegas. La máquina tenía un parity check clavado, viajé urgentemente de Caracas a Cumaná, encendí la máquina y, en efecto, el problema era fijo.

Apenas abrir la puerta de la expansión de memoria, apoyado en el chasis de la máquina encontré medio puro que alguien había dejado allí olvidado.

Con la ayuda de una tarjeta saqué cuidadosamente el medio puro, que todavía apestaba, lo tiré a la papelera, enchufé el osciloscopio para intentar verificar y medir los voltajes para ver de que no tuviesen niveles de ruido y, al arrancar después la máquina, arrancó sin problemas.

Además, está el comentario de Santiago quien dijo que esa máquina nunca más volvió a dar problemas de memoria.

Ande usted a saber.

Vicencio Diaz
Comparto tu emoción, Ramón, y recibe un abrazo respetuoso de quien te aprecia profundamente.

Ahora, mi racional comentario.

Cuando IBM de Venezuela llega a su mayoría de edad, “veintiocho años”, comienzan a cambiar muchas cosas, entre ellas está la 1130 que pone a pensar a mucha gente, como bien lo expresa Leonardo, en especial después del sismo de la ciudad de Caracas cuyo cumpleaños 11*4 acabamos de recordar hace tres días, el pasado viernes, a las 7:32 minutos de la noche.

Esos fueron días muy cruciales, no sólo para la ciudad de Caracas, que estaba celebrando sus 100*4 años, sino para la Tierra toda, que acababa de soportar la guerra de los seis días de los judíos contra sus vecinos.

Los vientos que soplaban eran parecidos a los que ahora soplan de nuevo, pues eran días en que lo ciegos veían, las monjas se quitaban las máscaras, la tierra se movía, y hasta a Noel Ramírez le salían picazones en las orejas por el sólo hecho de ir al encuentro de un fallo de una 1130.

¿Cosas de tabacos y humo? ¡Cuánta falta les debe de estar haciendo a muchos alguien que sepa “fumar el tabaco”, cuando desde aquellos días se han cumplido 80*200 vueltas de la Tierra sobre su eje imaginario!

Gracias por traer a nuestra memoria aquellos tiempos, ahora que se han cumplido 111*4 años de la fundación de esta ciudad, cuando se repiten las fallas de los plotters y son los ciegos quienes lo pueden “ver”.

Eso tiene una explicación muy simple: el mundo está lleno de ruidos y formas que, al entrar por los I/Os, son procesados como información; pero no toda información es útil para el hombre. Al perder sensibilidad, los I/Os se reajustan para filtrar la información que se considera vital para el proceso o para el procesador, pero eso no quiere decir que tengan mayores virtudes que los que tienen mayor sensibilidad, sino que son selectivos con lo poco que les queda para comunicarse con su environment.

Ramón López
Carlos, esto es maravilloso y me hizo retroceder unos 50 años. ¡Gracias a ti, a Leo y a todos los que han colaborado!

Hace unos años pude contactar con el profesor Domingo.

Un abrazo de tu amigo Ramón López.

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Dr. Francisco Cabrera y Saavedra

Nació en la isla de San Miguel de La Palma, patria de los Díaz Pimienta, los Carballo, los Méndez Cabezola, los Capote, los Pérez Castañeda y otros varones ilustres.

Fue uno de los médicos más afamados de La Habana. Perteneció a varias corporaciones científicas y ha sido concejal del Ayuntamiento de La Habana.

Diputado a Cortes por uno de los distritos de la Capital, está considerado como uno de los Canarios de más prestigio y de gran influencia en los destinos de la Gran Antilla.

[*MiIT}– Aprender de los problemas. Cap. 3: ‘Windows Explorer ha encontrado un error…’

Carlos M. Padrón

Artículos previos cuya lectura hace falta si se quiere mejor entender éste:

1. [*Mi IT}–  Aprender de los problemas, aunque no se solucionen

2. [*Mi IT}–  Aprender de los problemas. Cap. 2: El ruido del disco

***

El sábado 16/07 Souto me dio el dato de que la causa del mensaje «Windows Explorer ha encontrado un error y debe cerrar» —mensaje que aparecía cada vez que yo entraba en Mi PC y en el menú resultante clicaba-derecho sobre el icono de cualquiera de los dispositivos de almacenamiento de la CLON (no sobre otros integrantes de ese menú)— se debía a un servicio activo, y no de los de Microsoft.

Para tratar de identificarlo me pidió que siguiera este proceso:

  • Start (Inicio)
  • Run (Ejecutar)
  • MSCONFIG
  • Services (Servicios)
  • De la lista resultante, inhabilitar todos los servicios que no sean de Microsoft.
  • Reiniciar
  • Comprobar si el Windows Explorer está ya bien.
  • En caso de que sí, ir habilitando, uno por uno, cada uno de esos servicios no-Microsoft
  • Reiniciar después de cada habilitación
  • Comprobar luego la reacción del Windows Explorer
  • Cuando éste deje de presentar el mensajito ominoso, el último servicio habilitado es el culpable de causar el problema.

Seguí estas instrucciones al pie de la letra, y los servicios no-Microsoft que, según Windows XP, hay activos en mi PC son éstos:

  1. APC Power Supply
  2. EASEUS Agent
  3. ESET HTTP Service (Unknown)
  4. ESET Service (Unknown)
  5. Windows Cardspace (Unknown)
  6. Iomega App Services (Unknown)
  7. Microsoft Office Diagnostic Service (Unknown)
  8. Office Source Engine (Unknown)
  9. PDAgent (Unknown)
  10. PDEngine (Unknown)
  11. Ralink Registry Writer (Unknown)
  12. Secunia PSI Agent (Unknown)
  13. Secunia Update Agent (Unknown)
  14. Service Layer (Unknown)

En la comprobación hecha después de inhabilitarlos todos no apareció el mensaje ominoso, así que, de lo más contento, comencé a habilitar uno a uno y comprobar después.

De pronto, al habilitar uno en particular, apareció el mensaje y me puse más contento porque, ¡por fin!, había encontrado al culpable.

Creyéndolo de verdad culpable, inhabilité ese servicio para dejarlo inhabilitado y que no fastidiara más y, al comprobar de nuevo, ¡el mensaje apareció!

Volví a inhabilitar todos los procesos no-Microsoft, lo que antes había resultado en la no aparición del mensaje, ¡y esta vez el mensaje apareció!

Tarde ya en la noche del 16/07 entré al foro y dije a Souto que, lamentablemente, la receta no había surtido el efecto deseado.

En la mañana del domingo 17/07 me di, por enésima vez, a la tarea de «guglear» este problema y caí en una página que recomendaba hacer lo mismo que Souto me había recomendado pero usando el ShellExView, un programa de terceros —o sea, no de Microsoft— que da mucha más información sobre los procesos activos en una PC que trabaje bajo Windows XP.

Bajé, instalé y ejecuté el ShellExView, que luce así:

clip_image002

No me extrañó que la cantidad de procesos no-Microsoft que me presentó era más del doble de los apenas 14 que el Windows me había presentado. Una vez más comprobé que los terceros hacen mejores programas que Microsoft.

Usando el ShellExView apliqué el proceso indicado por Souto y, ¡aleluya!, un servicio asociado al programa HotBurn resultó ser el culpable.

Lo desactivé, cerré el ShellExView,… y hasta hoy no he sabido más del ominoso mensajito del Windows Explorer.

Otra ventaja del ShellExView es que para comprobar si la habilitación o inhabilitación de un proceso ha surtido efecto no hay que reiniciar la PC.

Ahora, y al menos como resultado de este último ataque de mis ciberbrujas, sólo queda pendiente la solución a la «muerte» de la tecla F8.

Si la encuentro, habrá un capítulo 4; si no, hasta aquí llegó esta historia.

[*Otros}– Tenerife, la única mancha en el expediente del almirante Nelson

25/07/2011

Alberto Ojeda

La próxima vez que vayan a Londres miren mejor la estatua de Nelson que campea sobre Trafalgar Square, a casi 50 metros de altura. Si se enfoca bien la vista puede apreciarse que al legendario almirante le falta el brazo derecho.

«Yo creo que lo han puesto tan alto para que no vea ese detalle», afirma Jesús Villanueva Jiménez, el autor de «El fuego de bronce» (Libros Libres), una novela que brinca las 700 páginas y en la que se cuenta dónde y cómo el marino británico perdió su extremidad superior.

Fue en Tenerife, el 25 de julio de 1797. La Royal Navy pretendía hincarle el diente a la isla pero sufrió una derrota humillante. Es una mancha en el expediente —casi— inmaculado de Nelson, que la historiografía inglesa ha tratado de minimizar e, incluso, escamotear de los documentos oficiales.

Si se conocen los pormenores de la batalla puede entenderse mejor el porqué de esta necesidad de borrar de la historia este capítulo. Sobre todo por la descompensación entre las fuerzas combatientes.

Los ingleses pusieron toda la carne en el asador. «Desplegaron un total de nueve buques, con un total de 393 bocas de fuego, y dos mil soldados, todos ellos profesionales y perfectamente armados», explica Villanueva.

En el otro lado las cosas no estaban tan boyantes. Para repeler el asalto, Santa Cruz disponía de 89 cañones, «muy agotados», como se dice en la jerga artillera. «Uno incluso reventó matando a un artillero», apunta Villanueva.

La tropa de tierra estaba compuesta por unos 300 soldados profesionales (incluidos 110 franceses) y unos 900 milicianos, en su mayoría campesinos que no tenían otra cosa para luchar más que sus aperos de labranza.

Tenerife tenía su destino marcado y, por extensión, todas las Islas Canarias. «En una carta enviada por el almirante Jervis a Nelson le indicaba que, una vez tomada la plaza de Tenerife, debía requisar todo aquello que no fuera estrictamente necesario para la manutención de la población. Y que lo mismo debía hacer con Gran Canaria, el Hierro, La Palma, la Gomera…». Los planes estaban claros, y no se circunscribían pues a la toma de la isla del Teide.

«De haberla tomado, hoy las Canarias vivirían muy probablemente bajo soberanía británica, como Gibraltar (*), porque difícilmente se podrían haber reconquistado. Hay que tener en cuenta que la flota española, tras la derrota en la batalla de San Vicente, estaba cercada en la Bahía de Cádiz», concluye Villanueva, que con «Fuego de bronce» debuta en la novela, tras haber publicado el poemario «Bajo la nube gris».

Este empresario nacido en Ceuta, pero empadronado en Tenerife desde hace años, le ha robado muchas horas a sus negocios para narrar la Gesta del 25 de julio, muy conocida en el archipiélago pero ignorada en la península.

En las más de 700 páginas de la obra entrelaza personajes ficticios y reales en hechos históricos rigurosamente contrastados. Como los tres factores claves que obraron el milagro de la resistencia.

El primero fue el desconocimiento de Nelson de las mareas en la zona. Eso provocó que el primer intento de desembarco fracasara. Las lanchas de asalto fueron botadas de madrugada del día 22, en la oscuridad y a tres millas y media de la costa, para que no fueran avistadas.

Pero las mareas contrarias ralentizaron el avance demasiado. Cuando estaban llegando a la isla empezó amanecer, fueron divisados y fogueados a placer.

El segundo fue el magistral plan de defensa urdido por el teniente general Antonio Gutiérrez Otero, marino experimentado que ya había derrotado a los ingleses en la Gran Malvina y en Menorca. Gracias al sistema de atalayas se pudo ver el 19 el reflejo en el agua de una vela inglesa, lo que puso en alerta a su regimiento.

Y tercero, y quizá más importante, fue el papel jugado por el cañón de bronce (de ahí el título) llamado «El tigre» (era común entonces bautizar estas piezas). Fue apuntado hacia la playa, en lugar de hacia el mar. Así barría en sentido horizontal todos aquellos botes que tomaban tierra.

Causó muchísimas bajas, entre ellas la del almirante Nelson. El impacto de su metralla le dejó el brazo derecho reducido a jirones sanguinolentos por debajo del codo. No hubo manera de salvarlo. La amputación se practicó con la máxima urgencia. La caída de Nelson tuvo un efecto demoledor en la moral inglesa.

Tenerife había resistido heroicamente. En el museo militar de la ciudad se conservan las dos únicas Union Jacks (las célebres banderas del Imperio Británico) capturadas en combate a la armada inglesa. Una de ellas, enorme, estaba destinada a izarse en el castillo de San Cristóbal.

Antonio Gutiérrez y sus subordinados consiguieron evitar el desastre: para la corona española perder las Canarias hubiera supuesto renunciar a un enclave estratégico en la comunicación con América.

Pero España es un país ingrato y paradójico. «Gutiérrez Otero da nombre hoy a una callejuela de 30 metros en Tenerife, mientras que Nelson hace lo propio con una gran avenida de la isla», concluye Villanueva, contrariado.

Fuente: El Mundo

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(*) NotaCMP. ¡Qué pena! En un comentario que un amable visitante de este blog puso en uno de los posts de mi último viaje a Canarias —para explicarme el origen del nombre «Callejón del combate», también mencionado en este artículo—, contó que un profesor de Historia que tuvo en bachillerato decía que Canarias había cometido dos grandes errores: uno en 1797 cuando no dejaron entrar a Nelson; el otro en 1936 cuando dejaron salir a Franco.

Le contesté que de no haberse cometido el primero de esos lamentables errores, no se habría presentado oportunidad de cometer el segundo.

[*FP}– Respuesta a comentario hecho hoy en el post "El supuesto atractivo de las piernas largas"

Carlos M. Padrón

En el post El supuesto atractivo de las piernas largas, una visitante de nombre Marina me ha puesto un comentario.

Para mejor atender su petición, y según le ofrecí en mi respuesta a ese comentario, adjunto aquí fotos que ayuden a Marina a entender mi gusto en materia de piernas femeninas.

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Éstas son típicas de mujeres de baja estatura,… de ésas de las que suele decirse que «Vaca pequeña, siempre es novilla». Son, a veces, ventajas del tamaño.

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Bastante bien, pero algo torcidas. Se nota más en la de la derecha.

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Sin gracia. El tobillo es feo y la pierna casi carece de «barriga». A piernas como éstas las llamaban en mi pueblo «palitroquentas», o sea, que parecen que fueran de palo.

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Sin gracia y, además, torcidas. Para colmo, los muslos, en cuanto a grosor, son casi iguales a las piernas.

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Feas. Delgadas y torcidas. Y el mismo problema entre pierna y muslo que tienen las de la foto anterior.

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Caprinas donde las pongan. Y tanto, que, una vez más, el muslo es del mismo grosor de la pierna. Para mí, eso es un antiafrodisiaco.

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Bellas. Lo pongo en minúscula porque habría que verlas con la planta del pie pegada al piso.

El levantar la pierna de la forma que se ve en la foto es un truco al que suelen recurrir sus dueñas o los fotógrafos para disimular un tobillo feo o una «barriga» deficiente..

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BELLAS. Hay que fijarse en la derecha, pues la de la izquierda parece estar torcida, pero es por la posición del pie.

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BELLAS. Pero, claro, es una foto puesta en algo de corte publicitario, y bien saben los fotógrafos qué tipo de piernas hay que poner ahí: las que tienen una clara diferenciación entre muslo y pierna, y entre ésta y el tobillo, y. sobre todo, tienen una bien formada «barriga»; nada de torcido ni de cilíndrico ni de palo de escoba.

Es todo esto lo que hace que se las califique como «bien torneadas».

Lo de cómo en cine y TV engañan con las piernas femeninas debería ser penado. El último ejemplo que he visto es el de la serie Castle.

En la promoción de esa serie presentaban hace tiempo, y haciendo creer que se trataba de Stana Katic, protagonista femenina de Csastle, la imagen de una mujer, vista por detrás y de cintura abajo, mientras caminaba contoneándose sobre sus elegantes tacones,… y exhibiendo unas formidables piernas.

Como eso no me lo tragué porque creo que es muy difícil que una mujer tan alta y delgada como Stana pueda ser la dueña de unas piernas tan lindas, en cada capítulo esperaba yo encontrar una demostración clara, pero uno tras otro terminé frustrado porque los editores tuvieron buen cuidado de mostrar la mitad inferior de Stana sólo cuando viste pantalones, lo cual aumentó mis sospechas.

Pero un día pifiaron, y por un segundo mostraron a Stana vista por detrás, en falda y caminando sobre tacones. ¡Qué piernas tan feas!

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COMENTARIOS

 

CMP
En respuesta a Vicencio Diaz.

Paso, Vicencio, paso. No me queda desconsuelo alguno.

Vicencio Diaz
¡Uy, de lo que te habrás perdido!

CMP
¡Ja, ja!

Javier, ese taxista podrá decir misa, pero yo valoro el total antes de “apartar” una parte,… y valga la redundancia.

Si el total no da el puntaje requerido, no pasa.

Javier Palacios
Esta conversación me recordó que, en mi juventud, cuando la moda femenina era de faldas y no de pantalones, también me fijaba en las piernas, como CMP.

Y una vez, yendo en taxi a 5 Kmh por las estrechas calles del centro de Caracas, el taxista le lanzó un piropo a una mujer, y cuando yo comenté que no tenía bonitas piernas, me dijo “Es lo primero que se aparta”.

Leonardo Masina
Chencho, yo no soy siciliano, soy de Bologna, del norte de Italia… y MUCHÍSIMAS GRACIAS por lo de “adolescente”, sobre todo con 63 años. Claro que, comparado con ustedes, que ya están añejos, sí lo soy…

Y como aún no me falla la memoria, por tanto todavía recuerdo pa’ qué sirven ciertas partes del cuerpo.

Vicencio Diaz
Nada de eso; nadie te puede sacar de esta tierra de gracia cuyas puertas están abiertas desde hace mucho tiempo. El enclave geográfico de 120 estadios es la zona templaria y es el destino de los que buscan el Santo Grial cuyo origen fue a los pies de la cruz, y creo que tu casa se encuentra al norte de la Boyera que sigue la línea del Camino de Santiago.

Cuando me refiero a ‘hispano’ me refiero por naturaleza a Hispania y a su lengua. Es a los hispanoparlantes a quienes está dirigido el mensaje contenido en el himno nacional y por lo que tengo por cierto tanto lo de que las Azores como las Canarias son la última conexión entre un mundo sujeto a leyes antiguas y la primera conexión entre la gente que quiera entrar a un mundo nuevo.

El comentario que le hiciste a Leo sobre la pasarela me impactó de tal manera que tuve que apagar la computadora e irme de paseo, pues no podía contener la risa. Eso lo vamos a estar oyendo cada días con más frecuencia y es una de las cosas que más van a atribular a muchos.

Vicencio Diaz
Leonardo, tú lo ves con mucha naturalidad porque aún eres un adolescente, pero esto de estar hablando de piernas y su vecindario, no lo recuerdo. Y en eso, que son los recuerdos que más cultivo, no creo que “el alemán” haya hecho mucho daño.

Por eso, que un hispano calentadito con La Cumbre Vieja, un ítalo cercano al monte Etna y un hijo de esta tierra estén hablando de lo que es “fundamental”, quiere decir que nuestra temperatura también está cambiando, y eso es muy promisor de aventuras que harán que no nos preocupemos cuando truene o relampaguee, pues estaremos “no mirando”, sino totalmente imbuidos dentro de aquellas estructuras, las cuales no se derrumbarán sino que se edificarán.

CMP
En respuesta a Leonardo Masina.

Leo, hay un piropo —no sé si inventado o no por mi difunto hermano, muy a la espontaneidad en esta materia—, que dio lugar a la para mí más jocosa situación de relación que entre piropo y respuesta he conocido.

¿Recuerdas la pasarela que hay en Chuao entre el Edf. IBM y el CCCT?

Por ella subía un día mi hermano, desde el lado de IBM, cuando reparó en que bajando venía una mujer negra vestida con una licra que resaltaba de forma más que notoria su parte más íntima.

Al notar aquello, mi hermano se paró en seco con su vista puesta en el abultado punto crítico, y cuando la propietaria llegó cerca de él le dijo:

—¡Preciosa pecera!

Sin detener su marcha, la dama contestó:

—¡Pues hoy tiene el agua sucia, mi amol!

Vicencio Diaz
¡Buenísima!

Por lo menos se está hablando de lo que permanecerá, aunque con las dimensiones modificadas, actualizadas y “updateadas” pues son cosas que no se van a quemar, pero de lo que se quema, ¿para qué hablar de ello?

Por cierto, las piernas de ahora soportarán mejor cualquier agite bacterial, como el de la peste negra que se inició hace 666 años, 222 años antes de julio 25 de 1567 cuando se fundó la ciudad de Caracas que hoy cumple 44 años del sismo que hizo sacudir los fundamentos de muchas estructuras; las piernas, entre otras.

Leonardo Masina
Carlos, muy buena tu frase sobre “la verdad del tiempo”; no se me había ocurrido, pero ¡cuánta sabiduría hay en ella!

Hay que ver cuántas mujeres se han hecho “las estrechas” en sus tiempos mozos y, cuando se aflojaron, ya era demasiado tarde, porque ya las carnes también se les habían aflojado.

Yo conocí a muchas que en su tiempo estaban de muy buen ver, pero cuando empezaron a “socializar” ya se les había quemado el arroz.

Chencho, esto no es arder, es llamar a las cosas por su nombre, porque tanto las mujeres como los hombres —hablo siempre refiriéndome la sexo opuesto—, no dejan de alabar un buen trasero, ya que las mujeres no pierden la oportunidad cuando se trata de “reconocer” un buen culito masculino, cosa que, para los hombres, ya se da por descontado, pues el piropear unas buenas piernas, un buen trasero o una buena delantera femenina, es una cosa innata.

¿O no te recuerdas de como, cuando pasaba una buena “moza”, todos los hombres la seguíamos con la mirada, a veces hasta descaradamente? ¡E inclusive estando acompañados de nuestras respectivas!

CMP
¿Y eso es buena o mala señal?

Vicencio Diaz
Este blog está ardiendo….

CMP
En respuesta a Leonardo Masina.

Leo, tu última observación me recuerda de nuevo mi preocupación por la percepción del tiempo.

Si a esas mujeres se la hubieran explicado, como propongo, en la educación que recibieron en su juventud, entenderían la verdad del principio “La mujer debe aprovechar lo que la da la madre Naturaleza,… antes de que se lo quite el padre Tiempo”.

Leonardo Masina
Por supuesto que hay excepciones. Plenamente de acuerdo con las piernas de Tina Turner, pero sólo las pierna, por supuesto…

También he visto algunos buenos traseros, pero el día que cambiaron pantalones por faldas, ¡a huir se ha dicho, compadre! ¡Vaya susto!

En IBM había algunas mujeres de las que uno se preguntaba por qué venían siempre en pantalones; el día en que se las pudo ver en falda se desmoronó la imagen de mujer que uno se había imaginado.

Fue sorpresa para mí una secretaria de GSD-GBG a la que uno siempre veía en pantalones y poco caso le hacía,… hasta que en uno de las Kick-off en Macuto se le ocurrió salir en hot pants y ahí cambió la historia. A partir de ese día estuvo siempre rodeada de “moscones#.

No entiendo ese vicio de algunas mujeres de ocultar sus bellezas naturales.

CMP
En respuesta a Leonardo Masina.

No, Leo, no soy tan fácil de satisfacer. He visto excelentes pares de piernas que dan soporte a algo que provoca ganas de salir corriendo.

Por ejempo, las piernas de Tina Turner son, como ya dije, un dechado de perfección, pero de su dueña no quiero saber nada.

Leonardo Masina
Carlos, en respuesta a lo tuyo, tú vas con lo de “Pueden más dos tetas que una carreta”. Y en este caso serían “dos piernas”.

Leonardo Masina
Un anexo y reflexión: ¿No será por el tanto estilismo, retoques, etc. que se hacen las mujeres por lo que ahora hay tantos maricones?

Lo digo en el sentido de que ya muchos hombres no sienten atractivo por las mujeres, y es que, entre las siliconadas, retocadas con cirugía estética, anorexia, bulimia, bronceadas estilo carbón, piercings, tatuajes y peinados de colores espantosos, creo que le pasa a la mayoría de la gente que ya no se voltea cuando pasa la gran mayoría de las mujeres.

Recuerdo que, hace algunos años, al paso de casi cada mujer uno se volteaba y algunos las piropeaban. Ahora, uno más bien mira para otro lado… ¡es que han perdido feminidad y atractivo! (aparte de que son casi todas iguales).

Leonardo Masina
En China, cuando Mao, la población no tenía problemas con la moda en el vestir, todos tenían que vestir el uniforme que Mao les impuso y, de hecho, el mismo Mao lo utilizaba. Lo que quiero decir es que si la moda era ésa, todos estaban conformes con el dictamen del régimen.

Con las mujeres pasa otro tanto de lo mismo. Los hay que las prefieren rubias, otros morenas, unos con formas, otros “campeonas de natación” (nada por delante, nada por detrás) y así cada cual.

Recuerdo que en mi época de juventud, por los años ’60s, cuando la gran mayoría de los italianos se volvían locos con las turistas nórdicas, altas y rubias, yo, como de costumbre, las prefería mediterráneas, más bajas, morenas y formadas,… así que yo estaba feliz, ya que de lo que a mí me gustaba había en abundancia.

Un detalle referente a las piernas es que, si son bonitas, normalmente acaban en unas caderas y trasero (sobre todo este último) que da gusto mirarlo. Cuanto más se alargan las piernas, así le sigue el cuerpo, estilizándose, y va perdiendo esa silueta en la que uno ha idealizado su prototipo de mujer.

Yo voy por lo mediterráneo, aunque en Latinoamérica hay unas “criollitas” (mezcla de todo) de muy buen ver.

CMP
En respuesta a Leonardo Masina.

De acuerdo en todo, Leo, menos que eso de que la raza humana se habría extinguido pues, por suerte o desgracia, es cierto que “Ojos que no ven, corazón que no siente”, y siempre uno se apegaría, de entres los tipos que ve, al ue más se acerque a su ideal.

Es el problema de nacer y criarse en un lugar pequeño, e irse a vivir, ya de mayor, a uno mucho más grande.

Leonardo Masina
Perdonen que me entremeta, pero soy de la opinión de que, para ser bello, todo el cuerpo tiene que estar proporcionado.

Puede que a la mayoría les gusten las piernas de Adriana Skleranikova (esposa del exjugador de footbal Karembeu) que dicen son las más largas del mundo; en mi opinión, unos palillos de dientes.

Como decía, lo proporcionado es lo más bello. De acuerdo en que las piernas son posiblemente uno de los mayores atractivos de la mujer y, como bien decían los romanos: De gustibus non est disputandum, que significa: “sobre gustos no se disputa”. Por tanto, si cada cabeza es un mundo, hay gustos para todo porque, de otra forma, si a todos nos gustase lo mismo, o sea, el mismo tipo de mujer, todos los hombres estaríamos peleándonos por ese “modelo de mujer”, pero luego hay que ver si a esas mujeres les gustaría ese tipo de hombre…

Utilizando este paradigma, prácticamente la raza humana ya se habría extinguido hace milenios. Esto significa que los humanos tenemos nuestros gustos y, gracias a Dios que los tenemos, porque así, hoy podemos estar discutiendo sobre algo muy bonito que son las piernas de una mujer.

Recuerdo que una persona que conocí hace años me decía que a él le gustaban las mujeres anoréxicas, prácticamente esqueléticas, y se quejaba de las pocas de ésas que conseguía. Yo le sugerí (chiste malo) que se acercase a algún hospital donde las trataban, y posiblemente le podría salvar la vida a alguna.

Marina
Al Sr. Díaz me gustaría decirle que ni mi presencia en la sección comentarios de este blog, ni el hecho de haber preguntado al Sr. Padrón algo que yo desconocía, obligaba a éste a darme una respuesta, aunque su caballerosidad se hizo tan patente que, además de simplemente hacerlo, disfrutó enriqueciendo su contestación con todo lujo de detalles, informándonos a todos de sus exclusivos gustos sobre la materia en cuestión.

Mis atributos, y menos los supuestamente hermosos, nunca me han preocupado ni ocasionado el más mínimo problema.

En cuanto a las temperaturas basales, menstruaciones y sanaciones femeninas, por lo menos, y en lo que a mí respecta, me gustaría creer más en el propio devenir natural de toda la vida que en cuestiones galácticas y climáticas.

Le agradezco, no obstante, su elocuente, brillante y futurible visión del desarrollo que nos espera a todos y, sobre todo, a “todas”.

Vicencio Diaz
Este tema, con el respeto que me merecen los acostumbrados participantes de tan leído blog, lo encuentro más interesante que el de los testículos —que se ve que es el mas leído—, las escaramuzas entre la OTAN y el norte del África por petróleo barato, o las tensiones de Obama con el congreso de EEUU.

Pienso que se debe a la presencia de Marina que, quizás por ser mujer y tener ciertos atributos que alguna vez le deben de haber preocupado, expresa su opinión en forma tan elegante que obliga a nuestro anfitrión a dar algunas explicaciones, situación que aprovecho para insinuar que los fundamentos de esta “conversa” —o sea pies, tobillos y pantorrillas— van a ser afectados, antes de cuatro años comerciales, de forma tal que serán recordados como lo ha sido el Almanaque de los Hermanos Rojas en nuestros días.

Ustedes no tienen que ver con las causas de este evento, pero su preocupación por algo que no será más, me llama la atención y, de alguna manera, yo se las quisiera evitar.

El caso es que la galaxia, durante siete días a partir del 28 de marzo, fue inseminada con chorros de algo nuevo que tiene en silencio a los de la NASA, pues atravesó la galaxia, el cinturón de castidad del sistema planetario, hasta nuestra cáscara, que es la magnetosfera, y fue detectado y fotografiado por el CHANDRA.

Esto traerá sus consecuencias sobre la estatura de los humanos, las vertebras lumbares y el funcionamiento de los órganos asociados. Cambiará LA TEMPERATURA basal de Marina y las demás féminas y, para tu preocupación, serán buenas para la natación —nada por delante— pues no les va a hacer falta.

O sea: cambiará el hardware, pero el software quedará a voluntad del usuario. También cambiaremos nosotros, y para bien, pero nuestra mente se debe de ir adecuando, como lo hicimos en el pasado, a cambios de todo tipo pero, en especial, los de ellas, pues ellas seguirán siendo ellas, excelentes para lo que han sido diseñadas, y ahora actualizadas y up to date, con reemplazo de las partes dañadas y limpieza total. Para que no te preocupes por la higiene,: NO VOLVERÁN A MENSTRUAR, por lo menos las que vayan siendo sanadas.

CMP
En respuesta a Marina.

El Sr. Vicencio y yo nos conocemos desde hace tiempo porque ambos trabajamos, por años, en la misma empresa. Así que puede estar usted tranquila porque entre él y yo no hay lugar para pugnas.

¡Ja, ja! ¡Qué bueno que hoy aprendí algo!: el chiste del búho. Muy apropiado al caso, y muy bueno, Lástima que quien lo cuenta, supongo que el tal Eugenio, parece, al menos en el vídeo, un empresario de pompas fúnebres. Pero el chiste, repito, es muy bueno.

Algo había escuchado, o leído, sobre esa Babia que hay en León, pero ya lo había olvidado. Gracias por recordármelo.

Lo que no se me olvida de León es el fantástico espectáculo de su catedral cuando en una clara noche de verano al acercarme a la ciudad por no recuerdo qué carretera —sólo sé que venía yo de Madrid—, al final de una subida apareció de pronto a lo lejos, toda iluminada como si fuera una construcción de otro planeta.

Gracias, Marina.

Marina
A ver.

En primer lugar, pensé, y puede que erróneamente, que mi participación en el tema “piernas” había dado origen a una supuesta pugna irónica entre el Sr. Vicencio y usted, que pintaba bien, porque parecía divertida, pero no me fiaba mucho de cómo sería el final. Entonces quise sacar “la patita” por si acaso la había metido.

En segundo lugar, el chiste de Eugenio. Se utiliza su final cuando algo parece irse complicando y, al tratar de arreglarlo, se complica más, entonces quien lo origina se bate en retirada.

En tercero, el chiste en cuestión: http://www.youtube.com/watch?v=NvqhMdnpsyE

Por cierto, no eran cuervos, eran búhos (lo de los animales no es lo mío, está visto).

Y, para terminar, mi estimado Padronel, la Babia no es mal sitio para estar, porque supongo que conoce que es una preciosa comarca de la provincia de León donde sus reyes buscaban reposo, y reposaban tanto que, al preguntar sus súbditos por ellos, se les respondía eso: Están en Babia.

En fin, abundo en ello, pero estoy segura de que ya lo sabía.

CMP
En respuesta a Vicencio Diaz.

Vamos a ver, “Nostrujillanus” moderno: yo no dije BLAGS sino BLAG; esa ‘S’ la has añadido tú sin respeto alguno por los derechos de autor y sin siquiera explicar qué significa. ¿Soltera? ¿Señorita? ¿Sinvergüenza? Nos debes (a los lectores y amí) una explicación.

Usando los días del año comercial, 1.440 son exactamente 4 años, y si dentro de 4 años me van a cambiar las reglas del juego de la “comunión”, como tú la llamas, ya estoy comenzando a preocuparme.

CMP
En respuesta a Marina.

Marina, si no me lo explican me quedo en Babia. Nunca escuché esa expresión ni ningún chiste del tal Eugenio.

Vicencio Diaz
La traducción de BLAGS la tomé de ti.

Y ese futuro depende de cómo se use el entendimiento.

Eso ya comenzó, y justamente en los días en que el personal de IBM se reunía en Il Forno, entre finales de marzo y principios de abril. Es algo que afectará en los próximos meses al tema que les preocupa a ustedes: la belleza de las piernas, por lo que me parece bien que lo tomen en consideración.

No sé por qué razón La NASA, que sabe de esta información. ocurrida entre el 28 de marzo y el 4 de abril, se ha abstenido de hacer comentarios; de otra manera, quizá las cosas se verían distintas, y a lo mejor no conviene que así sea.

Total, 1.440 días pasan muy rápido, y si lo que viene es para perfeccionar las piernas y los demás componentes del mejor objetivo para cualquier hombre, ¡bienvenido sea!

Marina
Pues creo que, llegados a este punto y por si mi intervención ha tenido responsabilidad en ello, sólo me queda añadir al tema lo del chiste de Eugenio, el de los cuervos: “Dije culo, hijo mío, dije culo”,… con perdón.

CMP
En respuesta a Vicencio Diaz.

Mi estimado, “pelado estais”.
• La B incluye una piel como la de las orientales: de porcelana.
• La L ratifica lo de la piel, llevánolo a todo el cuerpo, y la higiene personal. pues el olfato es clave para mí en en sexo.
• La A podríamos definirla como la antítesis de las “campeonas de natación”: Nada por delante y nada por detrás.
• La G porque, como, ya he dicho estos días, detesto las miniaturas,… incluyendo a las personas pequeñas, pues han sido responsables de los mayores desastres habidos en este mundo. Una mujer pequeña es un ser del que hay que huir, y cuanto más pequeña, más peleona, irritable, buscaproblemas, quisquillosa, intrigante, etc. Al igual que los perritos pequeños, viven a la defensiva porque creen que todo el mundo quiere atacarlas.

En cuanto a ese futuro tan “halagüeño” que pintas cada vez que tiene ocasión de hacerlo, no me preocupo mucho, pues para cuando supuestamente nos alcance ya no me interesarán ni las BLAG.

Vicencio Diaz
Ahora te voy conociendo; BLAG tiene que ver:
• B, con las razas
• L, con la cultura preferiblemente judaica o cristiano judaica
• A, con la fertilidad de la raza
• G, igual que la anterior.

O sea que naciste para ser un verdadero Padrón, o, mejor, padrote.

Entiendo que tú entiendes que cuando yo escribo, aunque sea sobre hielo, siempre se me cuela algo del cambio climático actual, que ya lleva 120 días, de los 1440 que – 120 que se va a llevar este asunto.

Ese cambio va a afectar con mayor tensión genética a personas como tú, pero como yo sé que tú entiendes, porque entiendo que tienes entendimiento y quieres ser de los entendidos, te lo digo abiertamente: Tu mundo se va a ampliar exageradamente pues en vez de B, vas a encontrar N, A, R, y de todos los colores y matices que van a querer hacerte el favor de bajarte la estatura, a no ser que prefieras que te den un palo por las pantorrillas.

Ellas se van a enterar de esto, porque su temperatura basal va a cambiar. Y todo culpa del cambio climático.

Al final de esto, una mujer BLAG dentro de cinco años será tan extraña como Goliat en tiempos de David.

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos de IBM: 1979

Carlos M. Padrón

Foto 1. Cortesía de Leonardo Masina. Organigrama del Departamento Técnico GSD.

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Repito los nombres para que Google los recoja y puedan luego servir como argumento de búsqueda.

Arriba: Alfredo Carvallo

Abajo, y de izquierda a derecha:  1, Juan León ;  2, Francisco López (Paco);  3, José Ramírez (Cheo);  4, Leonardo Masina;  5, Ernesto Villamor

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Las tres que siguen son de mi colección.

Foto 2.

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De izquierda a derecha:  1, Jesús Alonso;  2, Carlos M. Padrón;  3, Luis Martín i Calafells

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Foto 3.

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De izquierda a derecha:  1 , Carlos M. Padrón;  2, Carlos Pérez Requejo (en segundo plano);  3, Ramón López;  4, Fernando Lacoste

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Foto 4. Tomada en diciembre de 1979 durante una reunión navideña de IBMistas.

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De izquierda a derecha.

Fila trasera:  1, Aitor de Rotaeche;  2, Daniel Lucas;  3, María Elena Veronese

Fila delantera:  1, Norma Mata;  2, Roger Dupouy;  3, Liuba X. (Sorry! Liuba era entonces mi secretaria pero olvidé su apellido, que era ruso).

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COMENTARIOS

  CMP
En respuesta a Jorge Merchán.

Gracias, Jorge.; ya saqué el nombre de Daniel. Nos nos quedaremos sin saber quién es, o era, ese individuo que vino a mi fiesta.

Jorge Merchán
Confirmo que no es Daniel Lucas; él renunció en el año 1978. Le mandé la foto y me informé que no era él.

Saludos.

CMP
En respuesta a Reinaldo Fernández.

Hola. Reinaldo.

Si no la ha cerrado o vendido, Julio Suáres tiene una tienda de ropa infantil en el Centro Comercial Santa fe, en Caracas.

Reinaldo Fernández
El de barba no es Julio Suárez, aunque tiene cierto parecido.

Por cierto, ¿sabes qué ha sido de Julio Suárez? Yo estuve con IBM un par de años (1975-76), pero Julio fue después nuestro vendedor en Cervecera Nacional.

¡Un gusto saludarte, Carlos, después de tanto tiempo!

CMP
En respuesta a María Elena Veronese.

¡Gracias, María Elena!

Sí, aclaraste todas las dudas y más, pues como dices que la foto no fue tomada en mi casa, la miré con detenimiento y, efectivamente, la columna blanca del fondo no es como las del porche de mi casa, ni tampoco el muro que está a tus espaldas.

Ya decía yo que si el tal Daniel Lucas hubiera estado en mi casa yo lo recordaría.

Lo que ahora no entiendo es por qué ese foto vino a parar a mis álbumes. De ahí partió mi crrencia de que había sido tomada en mi casa, donde también hacíamos reuniones navideñas. Tal vez tú o Liuba me dieron una copia.

María Elena Veronese
Hola. Carlos.

FOTO 4. También la tengo dentro de mi “baúl”, y la recuerdo perfectamente, así que puedo decirte que,

1. Efectivamente la persona que sale al fondo a la izquierda es Aitor de Rotaeche.
2. Hay otra persona que no distingo quien es porque la tapa Daniel Lucas.
3. Una mano que sobresale no es la de Daniel, aunque él también está saludando.

Para tu sorpresa, esta foto no fue tomada en tu casa. Estoy casi segura de que fue tomada en la celebración navideña que se hizo en la Quinta Esmeralda, en San Bernardino, en diciembre de 1979. ¿Será que Daniel y tu nunca coincidieron y por eso no lo recuerdas?

Espero que esto aclare algo las dudas.

He disfrutado de los comentarios y me he transportado en el tiempo. ¡¡Que agradable es tu blog !!

CMP
En respuesta a Nelson Fermín.

Gracias, Nelson. Estamos de acuerdo en Aitor, pero creo que el de la barba ni es Alejandro López ni Julio Suárez.

Vamos a ver si aparecen otras opiniones, pues lo de Daniel Lucas sigue sin convencerme..

Nelson Fermín
FOTO 4.- El primero de la izquierda es Aitor, sin duda alguna. Ingresó con mi “quinta” en 1977.

Estoy casi seguro de que el otro en duda, el de la barba, es Alejandro López. Hasta la expresión en la foto es muy propia de él.

Julio Suárez era más pequeño, de más peso, con la cara más redonda, y comenzó a usar barba ya en los ’80s. Él trabajó en las sucursales de Industrias y dudo que haya estado en la de Finanzas alguna vez.

Saludos
Nelson

Guillermo Raven
Carlos, de la FOTO 4 sólo reconozco a María Elena Veronese, que está de pie; delante de ella está Roger Doupuy, y al fondo, a la izquierda, Aitor de Rotaeche.

Nelson Fermín
Carlos, acerca de la FOTO 4 te voy diciendo los nombres y, entre paréntesis, el grado de certeza que acerca de ellos tengo.

– El primero de la izquierda es Aitor de Rotaeche (99%)
– El de barba creo que es Alejandro López (75%)
– La joven que está de pie es María Elena Veronese (100%)
– El caballero entre las dos chicas al frente es Roger Dupouy (100%)
– La joven a la izquierda de Dupouy es de apellido Mata.

Saludos,
Nelson

Frank Lewis
Bueno, a mí se me parece a Luis Argüello, aunque realmente no recuerdo a Aitor.

CMP
En respuesta a Frank Lewis.

Gracias, Frank.

Yo sólo veo 6 caras completas y reconocbibles, que son las 6 cuyos nombres puse en el pie de la foto.

La mano alzada, la del brazo vestido con manga larga de color oscuro, corresponde, según creo, a alguien cuya cara no se ve porque está detrás de Roger Dupouy. Y la otra mano alzada, de la que se ven sólo tres dedos, corresponde a alguien que está detrás del que creo que es julio Suárez pero que me dicen que es un tal Daniel Lucas a quien no recuerdo de nada.

La otra polémica es si el sentado a la izquierda, y de bigote, es Aitor de Rotaeche o es Luis Argüello. ¿Qué opinas?

Frank Lewis
Saludos a todos.

Carlos, yo en la foto veo a 7 personas, y supongo que la cara de la polémica es la que aparece semioculta y que corresponde a la segunda mano alzada. Interesante foto.

CMP
En respuesta a Leonardo Masina.

Mis estimados amigos, supongo que no se habrán puesto de acuerdo para fastidiarme, pero, aunque la visión de mi ojo izquierdo es aún borrosa, por más que me esfuerzo y amplío esa FOTO 4, sólo veo en ella las caras que mencioné. No entiendo dónde ven ustedes otra cara, y la ven lo suficientemente bien como para afirmar que es la de Luis Argüello.

Es más, siguiendo el curso de la mano alzada, no encuentro cara ninguna.

Leonardo Masina
Carlos, confirmo que, con toda seguridad, la cara que aparece en semioscuridad en la FOTO 4, al fondo y la izquierda, pertenece a Luis Enrique Argüello, ecuatoriano de nacimiento. Posiblemente la mano levantada sea la suya.

Entramos en IBM en la misma fecha, en el lejano abril de 1969, y fuimos compañeros en el curso base de Técnico DP, y luego de la 1130, dictado por Ramón López, quien aparece justamente en la FOTO 3.

Al final del curso, como es destino, nos separaron: él se fue para Punta Cardón y yo me quedé en Caracas.

Luego de su regreso a Caracas, pasó a Analista de Sistemas, pero siempre hemos mantenido una excelente relación.

CMP
En respuesta a David Riddick.

Pues, David, aunque me maten tengo que decir que nunca escuché el nombre de Daniel Lucas, y sigo sin saber qué carrizo hacía en mi casa si no trabajaba en la Sucursal Finanzas.

David Riddick
Hubo algunos de ventas que pasaron como estrellas en DP cuando estuvo Norma Mata. Menciono a Alberto Pucci, Malcom Shaw, y hubo otro más.

Definitivamente, es Daniel Lucas, con quien tuve algo de contacto en ventas. Si no me equivoco, estuvo con Jorge Merchán en Gobierno y no sé dónde más. Y sí, estaba ligado a los calzados. Veré mi “baúl” y sacaré uno o 2 ejemplares del 77 o 78.

Saludos.
David

CMP
En respuesta a Javier Palacios.

Javier, creo que, ya que hablas de España, si para leer necesitas gafas de 2.5 podrías afiliarte a la ONCE (Organizaciópn Nacional de Ciegos Españoles) Smile

Javier Palacios
Tienes razón, Carlos. Ahora que me fijo bien e interpreto correctamente los nombres puestos a la foto, amén de ponerme gafas de leer potencia 2.5 …

Por lo oscuro de la foto, el bigote se ve más como el de Argüello que como el de Rotaeche.

Viendo que le pusieron “i Calafells” a Luis Martín, recordé que, en España, si tu primer apellido es muy común (Martín es de los top-ten allá), te llaman por el segundo, como hacen con su actual presidente de gobierno.

CMP
En respuesta a Javier Palacos.

Pues es Aitor, Javier; de eso estoy seguro.

De Argüello no veo rastro,.. a menos que sea suya la mano alzada y tú seas capaz de adivinar que le pertence.

 

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hernández y Castillo: Fratricida

FRATRICIDA

Desde el principio de la edad remota
en que Caín mató a su buen hermano,
el germen de su mal es un arcano
que de los pechos de los hombres brota.

Y marcha desde entonces por la Tierra,
el hombre en el gran mar de las pasiones;
por eso han provocado las naciones
el mar retrogradante de la guerra.

Ese fantasma, espectro de la muerte,
que se opone a las leyes de la vida.
Mientras impere, el hombre, por su suerte, será como el pasado: ¡¡fratricida!!

[*Otros}– Los Canarios en América / José Antonio Pérez Carrión: Cristóbal Ricardo Alemán

Nació este respetable hijo de las Afortunadas en la preciosa villa de Gáldar (Las Palmas), patria de los valerosos guanartemes, antigua raza guanchinesa, que tanto distinguieron contra las huestes de Juan de Bethencourt, Juan Rejón, el obispo Illesca y el famoso guerrero Pedro de Vera, etc.

Activo y con una abnegación y constancia grande estuvo por algún tiempo dedicado al comercio en la ciudad de La Habana, con casa abierta propia y al por mayor.

Pero, inclinado desde niño a la literatura más que a la honrosa profesión del comercio, se hizo abogado, en cuya carrera es de esperar que obtenga grandes triunfos.