[LE}– ‘Cuadri-‘ y ‘cuatri-‘ son prefijos válidos

14/07/2014

Tanto cuadri- como cuatri- son prefijos adecuados con el significado de ‘cuatro’, tal como indica el Diccionario Académico.

En los medios de comunicación pueden encontrarse frases como

  • «Cuando se mire en perspectiva este cuadrienio, será visto como un período de bonanza»,
  • «La meta para este nuevo cuatrienio es la generación de cerca de dos millones de empleos»,
  • «El dato positivo registrado en agosto no cambia las previsiones del sector para el último cuadrimestre» o
  • «La economía provincial se contrajo en el primer cuatrimestre».

De acuerdo con la Academia, el elemento compositivo cuadri- toma también las formas cuatri- y cuadru-, tal como se aprecia en las siguientes palabras: cuadriciclo, cuadrilátero, cuadrisílabo, cuadróptero; cuatrilingüe, cuatripartito, cuatriciclo, y cuadrúpedo o cuádruple, entre otros ejemplos.

Aunque normalmente cada palabra compuesta escoge un único prefijo (se dice cuádriceps, no cuátriceps ni cuadrúceps), en algunos casos los diccionarios registran dos variantes, como cuadrisílabo y cuatrisílabo, cuadrienio y cuatrienio, o cuatrimestre y cuadrimestre, válidas todas, por lo que los cuatro ejemplos anteriores son adecuados.

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[LE}– Origen de palabras, dichos o expresiones: Bombero

28-11-13

Amando de Miguel

Agustín Fuentes me aclara técnicamente el curioso nombre de bomberos que reciben los funcionarios encargados de apagar los incendios y otros sucesos que producen alarma.

En efecto, históricamente su primera función más novedosa fue la de manejar las bombas hidráulicas para dar presión al agua que salía por las mangueras. Pero hay mil clases de bombas (aparte de las que explotan o explosionan), que don Agustín conoce al dedillo.

Por otra parte, los bomberos acuden a apagar incendios y a otras mil incidencias terribles. Por eso los bomberos son los funcionarios de mayor prestigio. Lo siento por los abogados del Estado. Aun así, sigo diciendo que los bomberos deberían recibir una etiqueta profesional más realista.

Para seguir con la moda de las siglas y las etiquetas trinitarias podrían ser expertos en eventos catastróficos (EEC) o bien brigadas de sucesos desastrosos (BCD).

Una cosa que llama la atención es el uniforme de los bomberos, un diseño entre teatral y futurista. Me parece sumamente injusta la expresión «tener ideas de bombero» para indicar torpeza y falta de ingenio. Las ideas que tienen los bomberos muchas veces salvan vidas con el riesgo de perder las suyas.

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[LE}– ‘Tiempo’ no es lo mismo que ‘meteorología’ ni ‘climatología’

30/12/2013

Las expresiones condiciones atmosféricas, estado del tiempo o, simplemente, tiempo son las adecuadas para hablar del estado atmosférico en un lugar y un momento dados.

Sin embargo, no es raro que en las noticias se usen los términos meteorología y climatología para referirse al tiempo atmosférico:

  • «El partido se ha suspendido debido a la meteorología adversa de las últimas horas» o
  • «El inicio de las obras está previsto para después del invierno, para evitar complicaciones por la mala climatología».

En propiedad, la meteorología es la ‘ciencia que estudia los fenómenos atmosféricos’ y la climatología es el ‘estudio del clima’ y el ‘conjunto de las características propias del clima de una región determinada’, tal como explica el Diccionario Panhispánico de Dudas; es decir, son disciplinas que estudian y caracterizan el tiempo desde diferentes puntos de vista, pero no se aplican al tiempo en sí.

Por ello, resulta más apropiado hablar de estado del tiempo, condiciones atmosféricas, condiciones meteorológicas o tiempo atmosférico, así como de buen tiempo, tiempo soleado, mal tiempo, tiempo lluvioso y otras expresiones similares

De este modo, en los ejemplos anteriores podría haberse escrito

  • «El partido se ha suspendido debido a las condiciones atmosféricas adversas de las últimas horas» o
  • «El inicio de las obras está previsto para después del invierno, para evitar complicaciones por el mal tiempo».

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[LE}– ‘Adenda’, no ‘addenda’ ni ‘addendum’

24/12/2013

El término adenda, que alude a un añadido que se hace al final de un texto, se escribe sin duplicar ninguna d, pues es un término ya adaptado al español a partir de la voz latina addenda, forma que desaconseja la Ortografía Académica.

En las noticias se puede ver escrita esta palabra de modo inapropiado, como en los siguientes ejemplos:

  • «Se aprobó en la sesión plenaria la addenda al convenio» o
  • «El referido acuerdo ha sido objeto de modificaciones y addendas posteriores».

Tal como señala la Ortografía Académica, el sistema gráfico del español rechaza la duplicación de consonantes, por lo que en los préstamos de voces extranjeras se simplifican: brócoli, túnel, chóped, rali, dosier, etc. Éste es también el caso de adenda, por lo que en los ejemplos anteriores habría sido preferible haber escrito

  • «Se aprobó en la sesión plenaria la adenda al convenio» o
  • «El referido acuerdo ha sido objeto de modificaciones y adendas posteriores».

Al igual que ocurre con otras palabras de la lengua especializada, como bacteria, el vocablo adenda se ha incorporado al español con significación singular aunque en su origen latino sea plural, por lo que no hay necesidad de introducir la variante addendum, que probablemente se usa por influencia del inglés.

El plural de adenda es adendas.

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[LE}– ‘Emprendimiento’, no ‘emprendurismo’ ni ‘emprendedurismo’

07/11/2013

La palabra emprendimiento, mejor que emprendurismo y emprendedurismo, es la apropiada para aludir al espíritu emprendedor o el ímpetu por iniciar algo, en sentido empresarial.

En los medios es habitual encontrar frases como

  • «Los programas se centran en el emprendedurismo, la educación financiera y la inserción laboral» o
  • «La innovación, la productividad y el emprendurismo deben ser objetivos prioritarios de la política económica».

Emprendurismo y emprendedurismo son malas traducciones de la palabra inglesa entrepreneurship, por lo que se recomienda emplear emprendimiento, que ya figura en el avance de la vigésima tercera edición del Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, con los significados de ‘acción y efecto de emprender (acometer una obra)’ y ‘cualidad de emprendedor’.

En los ejemplos anteriores, pues, habría sido preferible escribir

  • «Los programas se centran en el emprendimiento, la educación financiera y la inserción laboral» o
  • «La innovación, la productividad y el emprendimiento deben ser objetivos prioritarios de la política económica».

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[LE}– ‘Colofón’, sí; ‘colofón final’, no

23/10/2013

La expresión colofón final es redundante, pues en la definición de colofón (‘remate, final de un proceso’) ya queda incluida de manera explícita la condición de final.

Es bastante habitual, sin embargo, encontrarse con frases en los medios de comunicación en las que se usa este añadido superfluo:

  • «El chorro de voz de la soprano estadounidense ha servido de preludio para el colofón final de la balada»,
  • «La competición de élite masculina será el colofón final a unos mundiales llenos de ciclismo» o
  • «Pondrá el colofón final un anillamiento científico de aves».

En todos estos ejemplos habría bastado con escribir colofón, término que por sí solo ya expresa con rotundidad el final de un proceso, su culminación.

Por último, conviene recordar que la primera acepción de colofón, y así lo recogen la mayoría de los diccionarios, incluyendo el Diccionario de la Lengua Española, es la de ‘anotación al final de los libros, que indica el nombre del impresor y el lugar y fecha de la impresión, o alguna de estas circunstancias’.

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[LE}– ‘Prevenir algo’ no es lo mismo que ‘prevenir de algo’

21/10/2013

La expresión prevenir de algo, con la preposición ‘de‘, significa ‘avisar o advertir de que algo puede ocurrir’ y por ello no es apropiado su uso en lugar de prevenir algo, sin la preposición, que significa ‘tratar de evitar o impedir un daño’.

En las noticias se pueden encontrar ejemplos donde aparece este giro usado de modo inapropiado:

  • «El ejercicio se presenta como la vacuna que previene de las enfermedades» o
  • «Se han instalado zócalos que previenen de rozaduras y el ensuciamiento de las paredes».

Tal como señala el Diccionario del Estudiante de la Real Academia Española, cuando prevenir significa ‘prever o tratar de evitar un daño o peligro’ o ‘prever un acontecimiento y tomar medidas y precauciones’, no se usa la preposición ‘de‘, que sí puede emplearse con el sentido de ‘informar con anticipación’.

Atendiendo a lo que se quiere expresar, las frases anteriores se podrían haber redactado del siguiente modo:

  • «El ejercicio se presenta como la vacuna que previene las enfermedades» o
  • «Se han instalado zócalos que protegen de rozaduras y el ensuciamiento de las paredes».

Sí se puede decir prevenir de algo cuando tiene los sentidos de ‘avisar’ y ‘alertar’, como en

  • «Sus compañeros le han prevenido de las consecuencias que tendría para su carrera»,

así como cuando se usa con pronombre, con el sentido de ‘protegerse ante alguien o algo’, como en

  • «Se aconseja la vacunación para prevenirse de (o contra) la gripe».

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[LE}– Uso correcto de los verbos ‘acordar’ y ‘recordar’

16/10/2013

El verbo acordar(se), cuando significa ‘tener algo presente en la memoria’, se construye con la preposición <de> (acordarse de algo), a diferencia del verbo recordar, que lo hace sin esa preposición (recordar algo).

En los medios de comunicación pueden verse frases como

  • «La alcaldesa no se acuerda que acaba de privatizar la gestión del agua» o
  • «Ya nadie se acuerda que el Barcelona buscaba un central el año pasado».

El Diccionario Panhispánico de Dudas explica que ya desde antiguo es frecuente omitir la preposición <de> tras el verbo acordar(se), en especial en la lengua oral y coloquial («Me acordé que era tu cumpleaños» o «¿Te acuerdas la noticia que me leíste ayer?»), aunque recomienda que en la lengua general culta se mantenga.

Así, en los ejemplos anteriores habría sido más apropiado escribir

  • «La alcaldesa no se acuerda de que acaba de privatizar la gestión del agua» y
  • «Ya nadie se acuerda de que el Barcelona buscaba un central el año pasado».

Respecto al verbo recordar, la misma obra recomienda evitar, en el habla culta, las formas recordarse de algo (un uso antiguo que aún pervive en algunas zonas de España y América) y recordar de algo.

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[LE}– ‘Vaporear’, mejor que ‘vapear’

11/10/2013

Vaporear, mejor que vapear, es la forma recomendada para referirse a la acción de aspirar y despedir el vapor de los cigarrillos electrónicos.

Sin embargo, la forma que se suele emplear en los medios de comunicación es vapear, como puede verse en los siguientes ejemplos:

  • «En vez de fumar se llama vapear, por el vapor que emite simulando en apariencia el humo del cigarro» o
  • «Cada vez son más los fumadores que se pasan a la moda de vapear, o fumar cigarrillos electrónicos».

El Diccionario Académico ya recoge el verbo vaporear con el significado cercano de ‘exhalar vapores’, de modo que el uso de este verbo en el contexto de los cigarrillos electrónicos puede considerarse una ampliación léxica de esta acepción.

Además, en aquellos casos en los que a un sustantivo terminado en -or se le añade el sufijo -ear, el sustantivo permanece inalterado: de sabor y color se forman saborear y colorear, no sabear ni colear.

De acuerdo con este criterio, a partir de vapor se deriva vaporear, no vapear (posible adaptación de vaping, que es la palabra que se está usando en inglés).

Por otro lado, los verbos vaporizar y evaporar no serían adecuados, pues tienen otros significados (vaporizar, en concreto, es lo que hace el cigarro electrónico: ‘convertir un líquido en vapor’).

Así pues, en los ejemplos anteriores habría sido preferible escribir

  • «En vez de fumar se llama vaporear, por el vapor que emite simulando en apariencia el humo del cigarro» y
  • «Cada vez son más los fumadores que se pasan a la moda de vaporear o fumar cigarrillos electrónicos».

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