[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: Alma y vida

ALMA Y VIDA

                                         A la memoria de la culta señora
                                                        Concepción Casaseca

¿Qué es esta vida en que de orgullo henchido,
el hombre quiere hallar felicidad?
¡Un sueño por la muerte interrumpido!
¡Un mundo de soberbia y vanidad!

La vida en la niñez es color rosa,
es cual bella estación de primavera,
en que empieza a brotar la luz hermosa
de la razón que al hombre Dios le diera.

Mañana deliciosa de la vida
en que todo es virtud, todo inocencia;
en que el hombre en su pecho sólo anida
de la pureza la más pura esencia.

Mas cuando entra en la edad de sancionar,
entonces ve del mundo la falsía,
extático quedando al contemplar
la inmensidad del Orbe y su armonía.

Entonces ya orgulloso escrutar quiere
del cielo los recónditos arcanos,
y rara vez se acuerda de que muere
y que pasto ha de ser de unos gusanos.

Entonces, los misterios escarnece,
sin entender un ápice siquiera,
lo que ve y lo que toca. ¡Así perece
el pensamiento en su fugaz carrera!

Entra en vejez exánime v cansado,
sufriendo de la vida los azares;
ya por el tedio, triste y extenuado,
exclama cual yo canto en mis cantares:

¡Ilusión, ilusión fascinadora
es esta vida de mentido encanto,
do en alas de ]a muerte el hombre llora
los desengaños que ignoraba tanto!

¡Fantasma nada más, sombra, mentira
y un continuo comercio es lo que existe!
Mas,… todo en torno de la fosa gira,
do solo quedará un recuerdo triste.

¡Despierta, humanidad, por un instante
mira que vas del Bien en retroceso!
Germinando en tu seno el Mal constante,
creyendo que en el vicio está el progreso.

¿Do hallará la verdad que con anhelo
busca el hombre en la Tierra, inútilmente?
La verdad, por esencia, está en el Cielo,
tras el cóncavo espacio refulgente.

La verdad es el Dios de Omnipotencia,
anhelo que hoy está en mi corazón;
porque así me lo dicta mi conciencia;
porque así lo comprende mi razón;

porque así me lo dice la belleza
que encierra el infinito firmamento;
porque así me lo dice la grandeza
del dilatado mar, con suave acento;

porque así me lo dicen los cantores
que alegres, del jardín en la espesura,
himnos cantan de amor, entre las flores,
al Dios Omnipotente de la altura.

La limpia fuente que del risco brota,
el turbulento y caudaloso rio,
y de la nube la mezquina gota,
me dicen que hay un Dios tras del vacío.

Las plantas, con su aroma floreciente,
de su alta esfera el ave en raudo vuelo,
Natura toda. El átomo y el ente
me dicen que hay un Dios allá en el Cielo.

Dichosos los que en Él fundan su alteza
cifrando en su bondad, bella esperanza;
dichoso el pueblo que trabaja y reza
y tiene dicha si su gloria alcanza.

El Cielo excelso es de la paz el nido.
La vida en que vagamos ¡falsedad!
¡Un sueño por la muerte interrumpido!
¡¡Un mundo de soberbia y vanidad!!

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: La guadaña de la muerte

La guadaña de la muerte

Creados los primeros pobladores
que habían de empezar la Humanidad,
en sus hijos surgió la iniquidad
y los siempre titánicos rencores.

Y pasa por mil épocas la Tierra
que ven multiplicarse al ser humano,
y ven que en lucha, hermano con hermano,
provocan los horrores de la guerra.

Y sigue siempre el hombre su anhelar
con luchas que pretende disfrazar
con un falso y mentido patriotismo;
mas, aunque sea poderoso y fuerte,
le humilla para siempre, en su egoísmo,
la invencible guadaña de la muerte.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: El Hombre

EL HOMBRE

El hombre —un pobre ser— es la grandeza
que existe más sublime en lo creado,
por eso con razón se ha demostrado
que es el rey de la gran Naturaleza.

Las épocas del tiempo recorriendo,
ha dado su fecunda inteligencia,
las luces del Progreso y de la Ciencia,
incógnitos secretos descubriendo.

El hombre es admirable creación,
es sólo el que posee la razón,
es el único ser intelectual.

Mas, no obstante admirar ser tan grandioso,
me da pena el pensar que es más vicioso
el hombre, que ningún irracional.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: Al Sol

AL SOL

¡Oh, flamígero rey que el mundo admira
del Universo en la celeste esfera!
Tú esparces por la Tierra en tu carrera,
la luz divina que a mi musa inspira;
tú impulsas a mi humilde y tosca lira;
tú eres del Orbe sin igual lumbrera,
y en torno de tu ardiente cabellera,
tu gran sistema planetario gira.

Faro eres tú de colosal grandeza
que entre el diáfano azul del firmamento,
eclipsa de los astros la belleza.
Pero con ser tan grande tu portento,
comparado con Dios, Señor y dueño,
¡eres tan sólo un átomo pequeño!

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: Al mar

AL MAR

                                                            Este canto, prueba de mi afecto
                                                                para el distinguido periodista,
                                                       Capitán de Infantería y buen amigo
                                                             mío, don Luis Méndez y Franco.

                                                                           "¡Calma un momento
                                                                           tus soberbias ondas,
                                                                           océano inmortal…".
                                                                           Quintana .

¡Oh, mar, que con tus olas no cesas un momento,
formando en tus cadencias incógnito cantar!
Tus notas me entristecen si muges turbulento,
me alegran si tranquilo te llego a contemplar.

Extático en tus playas he visto tu grandeza,
que pulsa en estos versos mi humilde y tosca lira.
Por eso estos cantares ofrezco a tu belleza,
tributo a tus encantos de un alma que te admira.

Tu seno palpitante bellezas mil encierra,
¡oh, mar! que del espacio retratas sin mesura,
los astros que sus rayos ofrecen a la Tierra,
el claro azul del cielo, del alba la blancura.

De ti salen las nubes que suben at vacío
y riegan las campiñas haciendo florecer
las plantas que alimentan al bueno y al impío,
y esparcen por la Tierra la vida a todo ser.

Por ti ya el emigrado va en barca peregrina,
vertiendo entre tus aguas sus lágrimas de amor.
Va en pos de otras regiones, cual va la golondrina
buscando otros asilos que alivien su dolor.

Yo admiro de tus conchas las perlas nacaradas
que adornan las coronas y cetros imperiales.
Y en cada nuevo día, tus aguas matizadas
de fúlgidos colores admiran los mortales.

En noches apacibles de ti los pescadores
esperan el amparo del próximo mañana.
En ti los embelesan tus mágicos rumores
y más si entre tus ondas se ve rielar a Diana.

Tus aguas cuando besan las playas arenosas
inspiran al artista que admira tu oleaje;
pues ve que se retiran y tornan presurosas
formando en tus orillas de espuma un blanco encaje.

En ti las tempestades que sufre el navegante
mirar al cielo le hacen henchido de esperanza;
y tras la luz del rayo, el trueno retumbante
le anuncia que se acerca el iris de bonanza.

En ti por su egoísmo el hombre a veces muere,
manchando con su sangre tus aguas cristalinas.
Tus notas son entonces canción de miserere
que suben al espacio cual músicas divinas.

De intensos nubarrones de tu agua desprendidos,
los rayos iracundos he visto a ti bajar:
entonces con los truenos, tus hórridos bramidos,
concierto pavoroso llegaron a formar.

Si gimes, y en las rocas se estrella tu oleaje
formando cabelleras de mágica blancura,
tus ecos en los montes imitan tu lenguaje
de notas misteriosas, de indómita bravura.

Tu elástico volumen los Andes ha inundado,
según las tradiciones de historias inmortales;
arcano misterioso de un tiempo que ha pasado
que vaga en los cerebros de todos los mortales.

Bañarse en tus orillas del día en los albores
yo he visto a las mujeres más cándidas y hermosas;
sus cuerpos tú los meces, y siempre seductores,
parecen en tus aguas sirenas primorosas.

Y un día y otro día tus aguas transformadas
producen en la Tierra copiosos manantiales;
las fuentes y los ríos, los lagos y cascadas,
las nubes vaporosas, las lluvias torrenciales;

las nieves que tapizan los montes elevados,
(gigantes de la Tierra que besan a las nubes),
las gotas de rocío que alfombran a los prados,
las nieblas blanquecinas cual trono de querubes.

Tú tienes tus lenguajes, tú tienes tus mugires
que dan a mis canciones humilde inspiración; 
tú alejas de mi pecho los más tristes sentires
y negros desengaños que sangra el corazón.

Si el aire es apacible, tú muges con dulzura,
y si los huracanes te agitan turbulento,
tú estrellas en las rocas con bélica bravura,
inquieto tu oleaje, cual es mi pensamiento.

Tus seres alimentan en número incontable,
los peces en tus aguas, y en tierra al hombre mismo;
y aún guarda mil secretos tu fondo inescrutable,
que Dios sólo conoce en medio de tu abismo.

¡0h, mar, que con tus olas no cesas un momento,
formando en tus cadencias incógnito cantar!
Si cruzo por tus golfos, no gimas turbulento,
pues quiero de tus playas volverte a contemplar.

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: La muerte de Jesús

LA MUERTE DE JESÚS

                          Esta página para mi distinguido paisano, el venerable
                                                    sacerdote don Juan Suárez Herrera
.

¡Tiembla el Orbe en el cóncavo vacio
y Febo oculta su brillante luz!
¡Es que muere el Dios-Hombre en una cruz,
por deseo cruel de un pueblo impío!

Todo es desolación¡ ¡Todo es sombrío!
La Maldad abandona su capuz…
y grita el pueblo infiel: ¡«Muera Jesús»!
Y Éste diz: «¡Perdonadles, padre mío!».

María mora ante su cuerpo inerte
y el ave en triste y especial canción,
mientras el pueblo, esclavo de su suerte,
va cantando su eterna maldición…
¡Sí! Todo llora de Jesús la muerte,
menos el hombre. ¡¡Ingrato corazón!!

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: A mi tierra

A MI TIERRA

Si en los tiempos quo triste ves pasar,
algún hijo te vende y te aniquila,
en cambio alguno tienes que vigila
por tu suelo bendito sin cesar.

Aquél busca tu apoyo en su anhelar;
pero tu nombre en el olvido oscila,
después que le has servido y que tranquila
confiabas no te fuera a traicionar.

Mas tú, cual buena madre, has de querer
a aquél que tiene afán por encumbrarte,
compadeciendo al vil que rebajarte
ha querido, faltando a su deber.

Aquél que de su madre es enemigo,
¡en el pecado encontrara el castigo!

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: A la Luna

A LA LUNA

Cuando en la noche triste y silenciosa,
tras los lejanos mares de Levante,
asomas mayestática y radiante,
te llamo reina de la esfera umbrosa.

Entonces me pareces una diosa,
con un diáfano tul de luz brillante:
una ninfa de idílico semblante,
que en la azulina bóveda reposa.

Mas, con estar tan próxima a la Tierra,
y ser de este planeta compañera,
jamás sabrán los hombres lo que encierra,
en el espacio, tu esplendente esfera;
pues aunque sueñen hasta ti subir,
¡en la Tierra, cual siempre, han de morir!

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hdez. y Castillo: La Música

LA MÚSICA

   Para el ingenioso artista Vicente Yanes Lorenzo.

           «Se agranda, se diviniza, y tanto se hace sentir, 
         que siendo de Dios destello, no la puedo definir». 
                                          Luis Méndez y Franco.

La Música es arte divino y sensible,
que inspira. a las almas quo saben amar;
la Música encierra misterio intangible
que torpe mi lira no sabe cantar.

Esencia del Cielo, que existe en la Tierra,
y alivia del hombre sus fuertes pesares;
ya triste, ya alegre, bellezas encierra,
que dicen gustosos mis pobres cantares.

Lenguaje divino, quo expresa lo bello,
lo grande y sublime, del alma el sentir;
lenguaje que encierra de Dios un destello,
que inspira a los seres tranquilo vivir,

Sus notas, nacidas de un pecho inspirado,
son ecos del alma que amores destila;
efluvios que brotan de un ser que ha soñado
placeres y dichas, y en ansias titila.

Sus notas son perlas del Cielo emanadas,
que en lluvia se esparcen muriendo al nacer,
formando, en cadencias, de amor carcajadas,
y ritmos y arpegios do alegre querer.

Sus notas alientan al rudo guerrero que va,
de la gloria, con ansias en pos;
sus notas alejan al crimen rastrero,
sus notas elevan el alma hasta Dios.

Sus notas existen en boca agraciada
que canta poemas y gratas canciones;
sus notas existen allá en la cascada
del agua que corre formando girones.

Sus notas son cantos de tedio y dolores
que expresan delirios y quejas y agravios;
son tiernas promesas que inspiran amores,
son nítidas frases de cándidos labios.

Yo escucho sus notas también en las olas
del mar irascible que ruge incesante;
yo escucho sus ritmos en alma que a solas
lamenta sus penas, su dicha inconstante.

Y escucho sus notas en la praderia,
que entonan las aves, concierto formando,
con gratas cadencias y bella armonía
que forman las brisas, delicias llevando.

Y nacen sus notas de aquel instrumento
que pulsan con arte las manos de un ser.
Sus notas encierran el más dulce acento,
si son inspiradas por bella mujer.

De orquestas que forman los diestros artistas,
conceptos grandiosos, mil veces han hecho
que sienta emociones tan raras y altruistas,
que henchido se siente de amores mi pecho.

Rumores de besos, de anhelos y amor,
efecto del alma que siente y que adora;
rumor de suspiros, que expresa el dolor
de agua que ignoraba traiciones que Dora.

Rumor de caricias, de tierno sentir,
de gratas sonrisas y gritos del alma;
melódico acento que alegra el vivir,
llevando a los seres la dicha y la calma.

Sus gamas, sus ritmos, cadencias y notas,
son ecos del Arte: del Arte que encierra
lenguaje del alma e ideas remotas,
esencia del Cielo disuelta en la Tierra,

La Música es arte divino y sensible
que inspira a las almas que saben amar;
la Música encierra misterio intangible,
que aun no han podido mis versos cantar.