– VII –
¡Oh, sí! Te vi bañar
de la playa en las aguas nacaradas,
y con tu ser de formas delicadas,
allí jugaba el mar.
Cual soñada sirena,
que está en la mente de inspirado artista,
formabas una estela como arista
llegando hasta la arena.
Entre blancas espumas,
cuando bajo las olas te creía,
tu cara angelical aparecía,
cual Febo entre las brumas.
Quedo el mar un momento,
tendida entre sus aguas reposabas,
y en éxtasis profundo contemplabas
el bello firmamento.
Figura vaporosa
o ninfa, de los mares parecías.
Nadando, muchas veces emergías
en forma caprichosa.
De nuevo tu cabeza
aparecía en las inquietas olas,
y entusiasmado contemplaba a solas
de tu ser la belleza.
Mas, en lapso apacible,
en reposo la mar, en un instante,
te vi sobre sus aguas, arrogante
como un ser intangible.
De fragancias esencia,
y extracto de lo bello en la hermosura,
de tu alto ser tal era la figura,
que sólo era inocencia.
Las líneas cabalísticas
y los perfiles de tu ser sonado,
le daban a tu cuerpo delicado
direcciones artísticas.
Ya en pie sobre la arena,
y envuelta en blanco manto, te enjugabas;
el oleaje extática mirabas,
con reto de sirena.
Más que ninfa dichosa,
angélica visión me parecías,
cuando sobre tus carnes extendías
tu cabellera hermosa.
Allí lo acariciaba
el aura, y por tu cuerpo seductor,
en mis ansias pletóricas de amor,
ansioso te miraba.
Y cuando a tu retiro
tornabas leda, de ventura en pos,
tenues olas enviábante un adiós,
y mi alma un fiel suspiro.
¡Oh, sí! Tu gran belleza
hizo en mi pecho el corazón latir,
y en mi cerebro un ideal surgir,
basado en tu grandeza.
Y además completaba
el valor do tu física hermosura,
la existencia de un alma bella y pura
que en tu faz reflejaba.
Dones que te dio el Cielo,
que en ti desde aquel día he contemplado,
y este sencillo canto han inspirado,
ansioso en mi desvelo.
Porque ores, bella flor,
el hada en quien pensaba con delirio;
por ti seguí el sendero del martirio,
la ruta del amor.
¡Oh, sí! Te vi bañar
de ribera en las aguas nacarinas,
y alcé para tus gracias peregrinas
en mi pecho un altar.