En pleno diciembre, estando Maripili en la parada del autobús, llegó una señora y le preguntó:
—Disculpe, ¿aquí pasa el 24?
—¡Noooo! Lo paso en casa de mi familia, con pavo, sidra y regalitos.
En pleno diciembre, estando Maripili en la parada del autobús, llegó una señora y le preguntó:
—Disculpe, ¿aquí pasa el 24?
—¡Noooo! Lo paso en casa de mi familia, con pavo, sidra y regalitos.