[*Opino}– La enseñanza y aprendizaje del inglés en España

27-11-14

Carlos M. Padrón

La autora del artículo que copio abajo se muestra preocupada porque, a pesar de lo hecho hasta ahora, el aprendizaje del idioma inglés no parece prosperar entre los estudiantes españoles.

Ella menciona varios puntos, como el del temario, pero creo que no se trata de estudiar un temario,

  • Se trata de practicar, en vivo y sin libros, con profesores cuyo idioma nativo sea el inglés.
  • Se trata de ver/escuchar la versión original de películas y series de TV habladas en inglés.
  • Se trata de hacer que los niños vean cada día en TV al menos un programa en inglés.
  • Se trata de que la RAE deje de hacer ridículas cabriolas para no adoptar palabras venidas del inglés, o adulterarlas con una grafía tan peregrina que da ganas de reír o llorar.
  • Se trata de superar, de una vez por todas, el fingido rechazo que en España se le tiene a lo que venga de USA y, en especial, al inglés.

Y digo lo de fingido porque no es auténtico ya que los más de quienes manifiestan ese rechazo darían un ojo de la cara por manejarse bien en inglés.

Artículo(s) relacionado(s):

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17 NOV 2014

Belén Martín Rincón Alcorcón

¿Qué nos pasa con el inglés?

Otro año más, España vuelve a destacar en la cola del nivel de inglés entre los países de habla no inglesa.

La cuestión es cómo puede ser posible que, aún empezando a estudiarlo desde la infancia, sigamos teniendo escasos conocimientos del idioma.

En los últimos años se ha incrementado la demanda de cursos para aprender inglés en nuestro país y, por tanto, se está multiplicando el número de academias y escuelas donde poder estudiarlo. Entonces, ¿dónde está el problema?

Como estudiante de bachillerato, creo que el conflicto se encuentra principalmente en nuestro sistema educativo: en todos los cursos escolares se comienza esta asignatura con los mismos contenidos, en lugar de ir aumentando el nivel de acuerdo al curso.

Así que, por mucho que se pretenda avanzar, es imposible si estudiamos durante años el mismo temario.

Además, también se observa una falta de motivación de los españoles respecto al inglés y a los idiomas en general.

No somos conscientes de la importancia que tiene el manejo de los idiomas hoy en día, y ese es el primer paso que se debería dar.

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[*Opino}– España y su ‘cultura del almuerzo’

20-04-14

Carlos M. Padrón

Nótese que en el extracto que copio abajo se reproducen las declaraciones de alguien que trabaja en un restaurante ubicado en un importante edificio de oficinas de Madrid.

De esas declaraciones cabe deducir que los más de los comensales que acuden a ese restaurante trabajan en las oficinas del tal edificio o de otros cercanos y, por tanto, deberían cumplir con el horario laboral.

Pero, si hay que ‘echarles de la mesa’, ¿no será que están alargando mucho el tiempo que la empresa en que trabajan les para almorzar y, por tanto, están reduciendo —o, cuando menos, alterando— su jornada laboral y su rendimiento en el trabajo?

Mi respuesta, basada en el tiempo que residí en Madrid, es que así es, y que esa alteración no sólo ocurre por causa del almuerzo sino que también por causa del desayuno, pues en vez de desayunar en sus casas, como seguramente hicieron los más de los latinoamericanos y asiáticos abajo mencionados, llegan al trabajo sin desayunar —y muchas veces después de la hora establecida—, a las 10:00 salen a desayunar, y en eso tal vez se tomen una hora.

Luego, entre las 14:00 y 15:00 salen a almorzar —aunque al almuerzo lo llaman ‘comida’, yo insisto en llamarlo ‘almuerzo’ porque ‘comida’ es todo: desayuno, almuerzo, merienda y cena—, y cuando regresan pronto lo hacen sobre las 16:00, cuando ya está próxima la hora de salir, hora que sí respetan mucho mejor que la de entrar.

Éste es uno de los varios motivos por lo que en otros países —y hasta en España, como lo ha hecho César Vidal— se critica la posición que con respeto al trabajo tienen los españoles; posición que se menciona en estos artículos:

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17 ABR 2014

Extracto del artículo «¿Nos conviene almorzar fuerte?»

Thiago Ferrer Morini

La hora de comer es uno de los momentos en los que las diferencias culturales son más notables.

En un restaurante al pie de un importante edificio de oficinas de Madrid, los camareros aprestan el local para recibir a los primeros clientes del día. Es la una de la tarde, y en muchos países del mundo el local estaría lleno a esta hora.

Detrás de la barra, José comenta las diferencias entre los comensales extranjeros y españoles.

«Los del norte de Europa y muchos latinoamericanos no hacen tertulia: llegan a primera hora, picotean, comen un segundo plato, se levantan y se van. Los asiáticos también terminan enseguida y ni siquiera piden postre. Y los españoles comen, toman postre, copa, café, puro, y hay que echarles de la mesa».

Mientras que en algunos países un bocadillo de queso y un jugo de naranja son un almuerzo más que razonable, en otros el comensal no se levanta de la mesa hasta terminar con dos platos, postre, y una copa de vino.

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[*Opino}– Los españoles, los empresarios y el vivir del cuento

10-11-13

Carlos M. Padrón

El artículo que copio abajo me recuerda que César Vidal, entre muchos otros, ha dicho que el pecado capital de los españoles es la envidia, y además, la convicción generalizada de que el trabajo es algo que hay que evitar.

De ahí que, en general, detesten a los empresarios (a quienes suponen dueños de mucho dinero y, por ello, los consideran hijos de puta), y detesten el tener que trabajar.

Tal parece que lo que interesa es vivir bien sin dar golpe, o sea, un Estado de Bienestar a cargo totalmente del Estado. De dónde obtenga éste los reales para sufragarlo, no importa.

¿Capitalismo y economía de mercado? ¡Qué va! En los países donde impera eso come sólo el que trabaja, a menos que sea niño o anciano. ¡Que viva el funcionariato!

Seguramente creen que en países como Dinamarca, Finlandia, Suecia y Holanda se vive muy mal porque esa gente no sólo produce mucho sino que parece que les gusta hacerlo. ¡Esclavos!

¿Por qué el intervencionismo estatal no le aprieta las tuercas a los sindicatos?

¿Por qué no se preguntan estos españoles cómo van a echar hacia adelante si no quieren la empresa privada ni tampoco, por supuesto, el comunismo? ¿Tendrán respuestas a esto?

Artículos relcionados:

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2013-10-17

D. Soriano

¿Por qué los españoles no quieren a sus empresarios?

Nuestros conciudadanos no se fían de las compañías privadas ni perciben sus efectos beneficiosos en la economía.

Los empresarios españoles no tienen buena prensa. Y sus clientes, trabajadores y convecinos no les quieren. Al menos no tanto como daneses, finlandeses o estonios a los suyos.

El 43% de los españoles tienen una opinión negativa de la «influencia global de las empresas» en su país. Mientras, en Dinamarca, Suecia o Finlandia, este porcentaje no llega al 20%.

La Institución Futuro presentaba este miércoles su informe de octubre de 2013, «Apuntes sobre la aportación de las empresas a la economía», en el que recoge las conclusiones del Flash Eurobarometer que la Comisión Europea realizó en abril de este año.

En lo que respecta a España, las cifras concuerdan con las de otros estudios sobre las actitudes económicas y políticas conocidos este año: no nos fiamos del papel de los empresarios, y no valoramos su importancia en nuestra sociedad.

¿Capitalismo? No, gracias

Antes del verano, el BBVA presentaba el estudio internacional Values and Worldviews, realizado en diez grandes países europeos.

Según sus datos, los españoles eran los que menos nota daban a la pregunta de si se sentían «identificados con el capitalismo»; los segundos (tras los franceses) que más pedían la intervención del Estado en la economía; y los que menos apoyaban la frase «la economía de mercado es el sistema más conveniente para el país».

Y hace apenas un mes, la misma Fundación BBVA publicaba en español el informe de Tendencias Transatlánticas, en el que, de nuevo, los españoles aparecían a la cabeza en su rechazo al mercado libre y el apoyo al intervencionismo estatal: el 53% piensan que hay que seguir aumentando el gasto público. Es más, sólo el 32% apoyan la moneda única, y somos los europeos que menos aprecio le tenemos a Angela Merkel, dos respuestas en las que parece intuirse el rechazo hacia las decisiones de control de déficit público adoptadas por la UE en los últimos años.

El empresario

Con estos antecedentes, los resultados del informe de Futuro ya no son tan extraños.

De los 34 países en los que se hizo la encuesta de la CE, España es el 25º en la consideración del papel de las empresas: negativa en un 43% y positiva en un 50%.

Son unas cifras que contrastan, y mucho, con las habituales en otros países miembros de la UE, especialmente en el norte del continente. Por ejemplo, en Dinamarca, la opinión es negativa sólo para el 10% de la población, y positiva para el 85%; en Finlandia son 13% y 83%; en Estonia 16% y 70%; en Suecia 19% y 72%; y en Holanda, 20% y 74%.

No sólo eso, como puede verse en el siguiente gráfico, damos una puntuación peor que la media de la UE en todas las preguntas de la encuesta sobre los «efectos positivos» de los empresarios: creación de empleo, retorno a los inversores, desarrollo de productos innovadores,…

Es decir, los españoles no se acaban de creer que las compañías privadas sean beneficiosas para la sociedad. Por ejemplo, sólo el 27% creen que sean importantes para contribuir al «desarrollo económico del país».

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En realidad, viendo la siguiente pregunta, casi parecen lógicos estos resultados. España es el país de la UE en el que un mayor porcentaje de sus ciudadanos afirman que «no disponen de información» para conocer «qué hacen las empresas para comportarse responsablemente ante la sociedad».

Tampoco es extraño para quien conozca la realidad española.

De hecho, en los últimos años, la misma palabra empresario se utiliza en los medios casi en exclusiva en noticias negativas: de fraude fiscal, empleo negro o escándalos societarios. Incluso se ha sustituido el término por el de «emprendedor», para darle a éste (en realidad un empresario nuevo, que empieza) un tono positivo que se deriva del hecho de que lo pasa mal o incluso pierde dinero.

Un enfoque que es mucho más difícil encontrar en el caso de exitosos hombres de negocios que han levantado compañías con miles de empleados.

¿Qué aportan?

Para deshacer este equívoco, Futuro dedica la segunda parte de su informe a explicar «Qué aporta la empresa privada a la sociedad». Y en este apartado, junto a cuestiones como la formación de los empleados o su participación en actividades de patrocinio de actividades culturales, se explica una realidad que, aunque afecta a casi todos los trabajadores, es desconocida por buena parte de ellos: el costo del empleo.

En España, de cada 100 euros que paga un empresario, al trabajador le llegan apenas 58,6 euros. El resto se van en contribuciones a la Seguridad Social (28) y el pago del IRPF (13,5).

De esta manera, el empleado puede tener la percepción de que el neto que le llega a su cuenta del Banco es muy bajo; y al mismo tiempo su jefe puede pensar que le sale muy caro mantener ese puesto.

En todos los países de la OCDE estos costos asociados son muy importantes, pero no es baladí señalar que España supera la media, está muy cerca de países como Finlandia o Suecia (mucho más productivos y ricos) y por encima de otros como Dinamarca, Holanda o Noruega. España es el séptimo país de la OCDE con mayores contribuciones patronales sobre el salario bruto.

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Evidentemente, los impuestos que pagan las empresas españolas no se quedan ahí. El Impuesto de Sociedades efectivo es el quinto más alto de la UE, sólo por detrás de Alemania, Reino Unido, Italia y Holanda.

Y en cuanto al IVA, que normalmente estaba por debajo de la media europea y daba cierto margen al empresario nacional, ya se ha equiparado, tras las subidas de los últimos años, al nivel normal del resto de los socios comunitarios.

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[*Opino}– El derecho de toda empresa a proteger sus activos, a no ser robada ni traicionada

13-10-13

Carlos M. Padrón

Exabrupto es el término más suave que se me ocurre para calificar esta sentencia.

Lo que se ha sentenciado, según el artículo que copio abajo, viene a decir que cualquier trabajador tiene derecho a usar los recursos de la empresa para la que trabaja, y el tiempo de trabajo que debe a ésta, para apuñalarla por la espalda pasando información a una empresa competidora. ¡Qué lindo que les quedó!

¿En qué cabeza cabe eso? Pues en la misma en que cabe que un sindicalista pueda usar gratuitamente los recursos de la empresa a la que pertenece su sindicato —locales, mobiliario, máquinas, tiempo debido al trabajo, etc.— para, por ejemplo, fotocopiar y distribuir panfletos que van en contra de esa empresa, como vi hacer en España.

¿Es que acaso la empresa tiene que estipular ante cada trabajador que éste no debe traicionarla? Esto suena como si ya tuviera que llevar colgado al cuello un cartel que dijera «Prohibido robarme» como medida legal para que la Policía pudiera proceder contra un carterista que me sustrajera la cartera.

Con razón decía hace poco un titular de la prensa española En este país, si tienes una empresa, de entrada piensan que eres un hijo de puta. Y, claro, a un hijo de puta sí se le puede traicionar impunemente.

Así va «este» país.

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13/10/2013

Javier Prenafeta

¿Puede la empresa examinar mi e-mail?

La reciente sentencia del Tribunal Constitucional de 7 de octubre de 2013 define con mayor precisión el alcance de la privacidad de los e-mails (correos electrónicos) en el entorno laboral.

La sentencia resuelve una petición de amparo instada por un trabajador de una empresa de la industria química que había revelado a una empresa competidora información interna y confidencial sobre la primera. Ante las sospechas de un trabajador, la empresa realizó ante notario el examen del ordenador del trabajador sospechoso y encontró mensajes de correo electrónico enviados a terceros relativos a la cosecha de los productos de su empresa durante dos años. Debido a lo anterior, la empresa despidió al trabajador por transgresión de la buena fe.

El antiguo trabajador alegó ante el Tribunal Constitucional que, al examinar el contenido de sus correos electrónicos, la empresa había vulnerado el secreto de las comunicaciones, en tanto por parte de la empresa no existía una política o instrucciones a propósito del uso del correo electrónico, tal como establece la sentencia del Tribunal Supremo de 26 de septiembre de 2007.

El control empresarial de los medios informáticos de la empresa está fundamentado por la potestad de vigilancia del trabajador bajo el Estatuto de los Trabajadores, si bien dicha facultad de control no es absoluta, sino que debe pasar un triple filtro de idoneidad, necesidad y proporcionalidad. En este sentido, la sentencia del Tribunal Supremo venía de indicar que, en la medida en que en la práctica existe en las empresas un uso tolerado de los medios informáticos, en especial el correo electrónico, para fines no estrictamente profesionales, los trabajadores tienen una expectativa de privacidad respecto a los mensajes recibidos y enviados por esta vía. Por ello, es deber del empresario establecer los límites en cuanto al uso de dichas herramientas, debiendo definir si se permite o no un uso personal del correo electrónico de la empresa, a fin de que éstos puedan actuar conforme a la política de la empresa.

En el presente caso, la empresa efectivamente no había definido una política de uso del correo electrónico, si bien el propio convenio colectivo aplicable al trabajador claramente establecía una prohibición del uso del ordenador para fines personales. Este hecho tiene especial relevancia en este asunto, pues lo importante no es realidad si existe o no una regulación interna específica en la empresa sobre el uso de los medios informáticos en la misma, sino si, por las vías que sea, el trabajador tiene una «expectativa razonable de confidencialidad» en la utilización dichos medios.

En este supuesto, en la medida en que el trabajador debe conocer el convenio colectivo aplicable a su situación, debía saber que el ordenador y el correo electrónico de la empresa sólo podían utilizarse para fines estrictamente relacionados con la actividad laboral, no para usos privados, sin que por tanto gocen dichas comunicaciones de la protección del art. 18.3 de la Constitución Española.

Al respecto, señala la sentencia:

La expresa prohibición convencional del uso extralaboral del correo electrónico y su consiguiente limitación a fines profesionales llevaba implícita la facultad de la empresa de controlar su utilización, al objeto de verificar el cumplimiento por el trabajador de sus obligaciones y deberes laborales, incluida la adecuación de su prestación a las exigencias de la buena fe.

Por otro lado, el examen del correo electrónico que llevó a cabo la empresa se circunscribió a comunicaciones no personales, precisamente sobre hechos relativos a la actividad de la empresa en la que prestaba sus servicios, por lo que en modo alguno puede considerarse vulnerada su intimidad.

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Javier Prenafeta es abogado experto en Tecnología de la Información

[*Opino}– España y los premios Nobel de Ciencias

13-10-13

Carlos M. Padrón

Nací, crecí y estudié Bachillerato en El Paso (Canarias), en un medio familiar y local en el que recibía más atención América que España.

Unos tres años después de esos estudios vine a América y descubrí que el valor que a España se le concedía era casi nulo, y que cuando se le llamaba «Madre Patria» era con marcado acento de sarcasmo.

Después de ejercer en IBM por tres años un cargo gerencial que me llevó a trabajar con todos los países de América situados al sur del Río Grande, descubrí que ese sentimiento era más o menos común en los más de ellos, variando sólo a nivel personal, y que a mí me lo revelaban después de saber que yo era Canario, pues. al igual que en Venezuela, para muchos de esos países, españoles y Canarios son gentilicios e idiosincrasias diferentes, que comienzan por la forma de hablar.

Cuando, siempre en IBM, en 1993 fui a trabajar en Europa con base en Madrid, con la misión de buscar en Europa aplicaciones bancarias que pudieran servir a la banca de América Latina, visité varias veces algunos de los países que más desarrollo en informática para Bancos tenían, e IBM de España me pidió que promocionara entre tales países algunas aplicaciones «made in Spain«.

Para mi sorpresa, la respuesta que a esto último recibí de esos países puede resumirse así: «Carlos, ¡por favor!: de España tráenos comida, vino y fútbol, pues Ciencia y España son términos excluyentes».

Para más inri —como se dice en España—, durante los 2.5 años que viví en Madrid me percaté del poco apego que en España se le tiene al trabajo y al esfuerzo que implique la búsqueda de la excelencia. Al respecto, es mucho lo que ya he puesto en este blog, sobre todo cuando he descubierto que varios autores reconocidos, como César Vidal, han declarado lo mismo.

Por todo ello, vayan mis observaciones al artículo que sigue.

  1. La sequía de premios Nobel no sólo ha afectado a España sino a la mayoría de otros países.
  2. En un país que tiene hacia el trabajo y hacia la búsqueda de la excelencia —que requiere esfuerzo sostenido en el tiempo— el poco apego que España tiene, no puede darse el ecosistema que se considera requisito para que surja un Nobel en Ciencia.
  3. Un país así no puede aspirar a atraer talento del resto de Europa.
  4. Por tanto, no es de extrañar que los cerebros españoles —indudablemente los hay— que cuentan con la materia prima para alcanzar el Nobel se hayan ido de España y estén trabajando en otros países, en especial en EE UU, que sí cuenta con ese ecosistema.
  5. Entonces, luce razonable, y probable, pensar que si un español recibe un Nobel de Ciencia, sería un español que esté desarrollando su trabajo fuera de España.
  6. Por algo, Santiago Ramón y Cajal, a quien se menciona dn el artículo que sigue, dijo que «Al carro de la cultura española le falta la rueda de la Ciencia». Tal parece que, después de tantos años, persiste esa carencia.

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13/10/2013

N. Ramírez de Castro

¿Por qué tenemos en España tan pocos premios Nobel en Ciencia?

Semana Nobel, semana de sequía de galardones españoles.

La Academia Nobel anunció la semana pasada los premios que reconocen el trabajo de los científicos por su contribución a la Medicina, la Física y la Química. Y el jurado, un año más, no ha pronunciado ningún nombre español.

Estados Unidos sigue a la cabeza del ranking con 242 premios en Ciencias, seguido a larga distancia por Reino Unido (77) y Alemania (68).

Los investigadores españoles publican más que nunca en revistas científicas de gran impacto, y nunca han tenido tanto reconocimiento internacional como ahora. Pero algo falla si se asume que el premio Nobel es un termómetro válido para medir la salud de la Ciencia de un país.

El primer investigador español honrado por la Academia sueca fue Santiago Ramón y Cajal en 1906. Casi cincuenta años después llegó el reconocimiento a Severo Ochoa, en 1954, y se le concedió por sus trabajos en ADN realizados en Estados Unidos. Desde entonces, ningún científico español ha ascendido al Olimpo de los Nobel.

Hace dos años, cuando Cristina Garmendia era ministra de Ciencia, vaticinó que nuestro país tendría un premio Nobel «a medio plazo». No era sólo un deseo, la ministra reproducía una reflexión de otros Nobel que habían participado en el programa Severo Ochoa, encargado de seleccionar los centros y unidades de excelencia científica en España. Dijeron que teníamos las condiciones y las capacidades para acceder al preciado galardón.

Apuesta sostenida en el tiempo

Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC, el organismo investigador más importante de España, es hoy menos optimista que Garmendia.

En un momento como el actual, con grandes descubrimientos, ya no basta una idea feliz ni el trabajo en solitario de un solo investigador, como el de Ramón y Cajal.

«Para que haya un descubrimiento de la categoría de un Nobel se necesita un caldo de cultivo propicio durante años para hacer buena Ciencia. Una esfuerzo sostenido en el tiempo, un ecosistema apropiado, buenas estructuras, trabajo en equipo, formación… Todo esto lo habíamos alcanzado con mucho trabajo durante los últimos 30 años. Hoy lo seguimos teniendo, pero se está deteriorando poco a poco, y podemos alcanzar un punto de no retorno»,

aclara Lora-Tamayo.

El liderazgo de Estados Unidos

Su gran tamaño y ese ecosistema más sensible a la Ciencia que se reclama en España es lo que ha convertido a Estados Unidos en el gran triunfador de los Nobel de Ciencia.

Hasta la Segunda Guerra Mundial, Alemania era el país que dominaba el galardón sueco. Hitler provocó el exilio judío, y los nazis hicieron el mayor regalo de talento científico a Estados Unidos, que después han sabido mantener el liderazgo.

«Los estadounidenses sacan partido de su tamaño, pero también tienen una magnífica capacidad para atraer y retener talento. Más de la mitad de sus Nobel pertenecen a investigadores que residen en el país pero no son estadounidenses. Tienen un mercado científico muy competitivo, estratificado por talento, y las mejores condiciones para los investigadores»,

explica Rafael Pardo, director de la Fundación BBVA, una de las organizaciones filantrópicas que más apoyo dan a la Ciencia española.

Faltan recursos y una mejor gestión

Pardo reconoce que hoy la falta de recursos económicos para investigación es «innegable», aunque no es el único problema.

Los enumera:

«Hay que saber gestionar mejor lo que tenemos para atraer talento del resto de Europa a nuestro país, incentivar la competencia entre instituciones, acabar con la endogamia en las universidades, y recompensar con recursos a los mejores».

Y a toda esta batería de consejos añade «más flexibilidad».

«Si no podemos evitar que un investigador superexcelente se vaya a otro país con una oferta mejor ¿por qué no le ofrecemos una colaboración para tenerle al 20 o al 30%?»,

se pregunta.

La Fundación ha creado los Premios Fronteras del Conocimiento, un galardón que se ha convertido en varias ocasiones en la antesala de los Nobel. Investigadores que han sido premiados por la Fundación, años más tarde han recibido el galardón de la Academia sueca. Entre sus premiados españoles está, por ejemplo, el físico Ignacio Cirac, uno de los nombres que más suenan en la lista de futuros Nobel.

¿Qué premia el Nobel?

Podría ser Cirac y otros grandes científicos que han cosechado éxitos. Pero el Nobel es un premio esquivo. No sólo se busca un gran hallazgo sino un descubrimiento original que haya cambiado el paradigma de un área de la Física, la Química o la Ciencia.

La Academia se toma su tiempo, y rara vez lo concede hasta que, a lo largo de los años, se ha podido demostrar que ese hallazgo sigue siendo válido. Tampoco se premia a más de tres investigadores por categoría, aunque sean merecedores otros que también han participado del avance.

En los años 80 los trabajos del biólogo español Antonio García Bellido fueron claves para entender el desarrollo embriológico que pudo haberse traducido en un Nobel, recuerda César Nombela, rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) y jurado de los Príncipe de Asturias.

«¿Por qué no se lo dieron, y lo obtuvieron tres investigadores por un trabajo parecido? Tal vez aquí sí cabe la respuesta que si hay que seleccionar a tres científicos entre cinco o seis, no va a ser el español».

El oncólogo Mariano Barbacid también estuvo en ese selecto grupo de aspirantes cuando trabajaba en Estados Unidos, y logró aislar por primera vez un oncogén, un gen humano mutado implicado en el cáncer de vejiga. «Puede que aún lo consiga», apunta.

En cualquier caso, el rector de la UIMP no descarta que surja algún español en breve con el Nobel, en España, o más bien algún español que esté desarrollando su trabajo fuera de nuestras fronteras. Pero tampoco cree que conseguir un Nobel sea un proyecto nacional.

«Sí lo es asentar nuestra Ciencia, y pone como ejemplo Holanda, un país con muy pocos nobeles y un sistema científico muy sólido».

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[*Opino}– Más sobre España y los idiomas extranjeros

En lo que copio abajo hay más datos sobre este tema, que, sobre todo en lo referente al inglés, ha sido ya analizado en este blog y en estos artículos:

Por tanto, al momento —y a la espera de buenas noticias al respecto, como la abolición del nefasto doblaje— sólo quiero destacar que,

  1. Eso de que «El 40% de los españoles que hablan inglés sostienen que su nivel es medio, mientras que el 42% lo califican de bueno, y sólo el 19% de muy bueno» es muy poco realista por cuanto se sustenta en la opinión, y el ego, de los entrevistados.
  2. Siendo Portugal un país totalmente pegado a España y más pequeño que ésta, se encuentre mejor calificado que España en cuando a lo del inglés.

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26/09/2013

España, a la cola de Europa en idiomas extranjeros

España es el tercer país de la Unión Europea —sólo superado por Hungría y Bulgaria— con menor número de adultos entre 25 y 64 años que declaran hablar al menos una lengua extranjera.

Sólo el 51% de los españoles conocen otro idioma, un porcentaje que se sitúa muy por debajo de la media comunitaria (66%), según un estudio publicado este jueves por la oficina estadística Eurostat.

Los Estados miembros con mayor proporción de adultos que hablan una lengua extranjera son Luxemburgo (99%), Lituania (97%), Letonia (95%), Dinamarca (94%), Eslovenia y Suecia (92%).

Entre los grandes países, la clasificación la encabeza Alemania (78%), seguida de Italia (60%) y Francia (59%). No hay datos de Reino Unido.

El inglés es la lengua extranjera que más se conoce en España y en una amplia mayoría de países de la UE, con la excepción de los países bálticos (ruso), Eslovaquia (checo) y Luxemburgo (alemán).

El 40% de los españoles que hablan inglés sostienen que su nivel es medio, mientras que el 42% lo califican de bueno, y sólo el 19% de muy bueno.

Los países con mayor número de adultos que declaran tener un nivel muy bueno de inglés son Malta (53%), Suecia (43%), Chipre (41%), y Dinamarca y Holanda (36%).

En el extremo contrario se sitúan Italia (10%), Francia (13%) y Alemania (16%).

El 99% de los alumnos españoles de primaria y primer ciclo de secundaria de la UE, y el 97% de los de segundo ciclo de secundaria estudian inglés como lengua extranjera (frente al 83% y el 94%, respectivamente, de media en la UE).

La segunda lengua extranjera más estudiada en España es el francés (18% y 22%, respectivamente). En cuanto a la presencia del español en los sistemas de enseñanza de otros Estados miembros, el 6% de los estudiantes europeos de primaria y primer ciclo de secundaria estudian español como segunda lengua extranjera, cifra que se eleva hasta el 18% entre los estudiantes de segundo ciclo de secundaria.

Estos porcentajes sitúan al español por detrás del inglés, francés y alemán. El español es la segunda lengua más estudiada por los alumnos de primara y primer ciclo de secundaria en Francia y Suecia. Los estudiantes de segundo ciclo de secundaria eligen mayoritariamente el español como segunda opción en Francia, Portugal, Suecia y Reino Unido.

Fuente

[Col}– España. Un caso real, un lamento generalizado

02-01-13

Natividad Recio

Hoy fue un día espeso.

Mi madre lleva 33 días hospitalizada. “El médico” pasa, cuando puede, entre las  9 y las 15, y si preguntas a la enfermera no sabe nada, dice que no está informada de las horas. 

Hoy he estado en espera desde las 10 a las 14:45. A esa hora se apareció por fin «el señor», y fue una suerte, pues era un tío legal. Cuando le pedí que se explicara, se sentó y se dignó contarnos, a mi madre y a mí misma, de qué se trataba la cosa. Mañana la trasladarán a Fuenfría (1), un hospital de larga estancia para curarle un herida que tiene en la pierna.

Hoy era un día raro en el hospital, fin de huelga de médicos. He conocido en estos 33 días a varios médicos que se iban  pasando la paciente a base de informe de computador y enfermera, por lo que hoy, que han llegado todos a la vez y con ganas, las enfermeras estaban desbordadas, y un poco pasadas —quemadas, diría yo— y los familiares también; todo era más lento.

Paciencia. En una de estas idas y venidas, me he acercado al garito de los médicos y allí me encontré con uno de estos los dioses derrotado: 38 años, médico, e imagino que con su real MIR (Médico Internista Residente), una especialidad. ¿Cuántos años ha dedicado a prepararse —me pregunto—, para llegar hasta aquí?

«O  haces   lo  que  te  digan   o te  vas  a  la  calle,   que  hay  muchos esperando; esto está mal. Dos hijos, y me moriré sin poder pagar la hipoteca. Su generación fue afortunada —me dijo, y yo me sentí mal—. ¿Qué nos pasó? Nos pasó que mi generación le hizo creer a nuestros hijos que éramos ricos, cuando en realidad crecimos sin agua corriente, con los segadores durmiendo en las cuadras durante el poco tiempo de la siega, y comiendo a diario cocido y sopas de ajo; de esto no hace tanto. Todo el dinero que nos llegó de Europa lo derrochamos en mármol, y ahora Macael (2) está en bancarrota».

Y en esto cayó en mis manos El Mundo de hoy donde leí acongojada que «El suicidio laboral desborda Francia – París. La línea de Metro que nace en La Défense, está acristalada».

Y me digo que hay que volver a leer El hombre en busca de sentido que nos ayudará quizás a retomar las ganas de vivir con ilusión y armonía.

Ante todo esto, he colgado en mi balcón una sábana blanca (3). Lo vi el otro día en Madrid en algunos balcones del Centro.

Os deseo un venturoso 2013, ya pasado y cerrado el 2012 sin fin de los tiempos; un 2012 que nos hizo darnos la vuelta para ver el entorno de forma diferente: todo patas arriba.

Ahora vamos a encarar el 2013 con la fortaleza de que disponemos para segar todo lo superfluo e innecesario en nuestras vidas. El 2013 nos liberará de cosas vanas y, con la energía de nuestros huesos, saldremos hacia adelante sin que nada ni nadie pueda oponerse, y con el secreto de la vida en nuestro bolsillo.

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(1) Este hospital está muy lejos de Madrid; necesitamos dos horas y media para llegar, y otras tantas para volver. Eso significa que no podremos ir a ver a mi madre todos los días, como sí podíamos en el hospital en el que estaba ahora.

(2) Pueblo de Andalucía que vivía de la industria del mármol.

(3) Ahora en España existen distintos colores para las distintas mareas que protestan. El blanco es para la Sanidad.

[*Opino}– ¿Tan ‘very difficult’ es todo esto?

02-01-13

Carlos M. Padrón

El artículo que copio más abajo no contiene en realidad nada que no se haya dicho ya sobre el tema (el ejemplo de Portugal, el sistema educativo, el doblaje, etc.), pero me gusta porque ratifica mi declaración, hecha varias veces en este medio, de que los españoles tienen un impedimento —en mi opinión, de tipo genético— para aprender inglés, lo cual me exime en cierto modo de las críticas que por ello he recibido.

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26/12/2012

Antonio Villarreal

Es prácticamente una tradición en la España democrática: el presidente del gobierno español viaja al extranjero y, en un afán de cortesía, intenta chapurrear algo de inglés.

Días después, el desafortunado intento forma parte de un «sketch» en algún programa humorístico de televisión, pero ¿hasta cuándo nos va a seguir haciendo gracia?

Varios estudios independientes confirman nuestra nacional inoperancia para con el inglés. El Departamento de Lingüística Teórica y Aplicada de la Universidad de Cambridge, Reino Unido, elaboró un índice de proficiencia en inglés para medir el nivel medio de competencia en varios países.

En Europa, los países con mejor nota en inglés —como segunda lengua— son Noruega, Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Finlandia. En la parte de abajo está España junto a Rusia y Turquía, los dos únicos países europeos donde se habla menos inglés que aquí.

También se tiende a pensar que las nuevas generaciones de españoles ya no padecen de ese monolingüismo, pero el último Estudio Europeo de Competencia Lingüística —realizado por investigadores de 14 países, y en el que participaron 3.500 estudiantes españoles de 4º de ESO— también sitúa a nuestro país en el furgón de cola europeo en cuanto a competencia en inglés.

El trabajo, que valoraba tres tipos de habilidades: lectora, escrita y oral, mostraba que, en particular, los niveles de comprensión oral del inglés por parte de los alumnos españoles resultaron «realmente penosos», en palabras de Xosé Manuel Vez, investigador de la Universidad de Santiago de Compostela implicado en el estudio.

Organizar el sistema educativo

Para la doctora Juani Guerra, directora de Estudios de Posgrado en Cognición y Lengua de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, «a pesar de que hoy a nuestros jóvenes se les enseña inglés con mayor realismo, aún seguimos sin organizar el sistema educativo y el contexto sociocultural para que puedan activarlo de forma similar a los jóvenes de países como Malta, Estonia o Portugal».

Pese a que hemos avanzado, nuestro problema con el inglés «sigue siendo una enfermedad, de la que aún no sabemos la gravedad, y que tardará algunas generaciones más en curarse», dice Guerra.

En España los niños empiezan a estudiar inglés antes y, además, reciben un número de horas de clase similar al de otros países europeos… ¿dónde está entonces el problema?

«El aprendizaje de una lengua no depende sólo de la cantidad de clases que reciban los alumnos; la calidad es en este caso más importante. Calidad en lengua es sinónimo de uso en situaciones reales; esto es, de errores, de libertad creativa, de olvidos, de necesidad vital, y fundamentalmente de invisibilidad: no ser conscientes todo el tiempo de que se está aprendiendo una lengua que no es la nuestra. Hoy por hoy el sistema educativo parece no aceptar esta realidad, persistiendo, aunque mucho menos, en la memoria masiva de formas muertas, ya sean léxicas, gramaticales, sintácticas o discursivas».

dice Guerra.

Profesores nativos

Recientemente, la Comunidad de Madrid estuvo en el ojo del huracán por su decisión de contratar profesores nativos para los centros públicos; ¿es ésta la solución para nuestros problemas?

Según la doctora Guerra, «el aprendizaje de una segunda lengua, además de ser sociocultural es también biológico. Al ser cada lengua/cultura un sistema complejo, estos profesores deben ser expertos, y esto es importante en España porque durante mucho tiempo se ha confundido al ‘profesor nativo’ con ‘profesor experto’, lo que sin duda ha agravado la situación.

La de las lenguas es una enseñanza mucho más difícil de lo que se piensa en nuestro país, donde está claramente desprestigiada, y esto es una condición de base que debemos corregir para acceder a un nuevo espacio educativo real».

El error del doblaje

Una excusa recurrente para justificar nuestro déficit nacional es que la enseñanza del inglés se limita al ámbito académico, mientras en países como Portugal se emiten las películas en versión original.

Pero eso es sólo una pequeña parte del problema, pus no hay que olvidar que España es líder en descarga ilegal y visionado streaming de películas y series de TV, en su mayoría useñas y sin doblar.

En un monólogo, el actor Luis Merlo bromeaba con que los idiomas oficiales en España «son el castellano, el catalán, el euskera, el gallego y el inglés nivel medio». Sí, ése es otro problema, acaso el menor: nos encanta mofarnos de nuestra propia incompetencia lingüística.

Pero, total, ¿qué más da? ¡Si tenemos el mejor doblaje del mundo!

Fuente: ABC

[*Opino}– Arturo Pérez-Reverte: ‘Los españoles somos especialistas en suicidarnos históricamente’

25-11-12

Carlos M. Padrón

Lo que copio al final es el extracto de una entrevista hecha a Arturo Pérez-Reverte con motivo del lanzamiento de su última novela, ‘El tango de la Guardia Vieja’.

Aunque en esta entrevista hay varios temas interesante —como el machismo, el protagonismo social de la mujer, el sexo, la vejez, etc.—, me he concentrado en lo que se refiere a Europa y a España.

Estoy de acuerdo con Pérez-Reverte en que, lamentablemente, Europa es una parodia que no va por buen camino, según demuestran los hechos y la crítica situación de la UE.

Y más de acuerdo estoy aún en que nadie que lea historia de España puede hacerse ilusiones respecto a ese país. Para muestra, basta ver este corto animado que refleja el para mí más vergonzoso fracaso que haya tenido un país del mundo occidental —o tal vez de todo el mundo—, fracaso que, según el tal corto, continuará con la pérdida de otras partes del actual territorio peninsular, que, tal vez por pequeñas, no incluye a las Canarias, aunque éstas parecen ir por ese camino ya que están, desde hace tiempo, en la mira de Marruecos.

Los motivos de la pérdida de este imperio en su parte americana son peores aún si se tiene en cuenta que las que fueron colonias del también gran imperio británico siguen en buenas términos con el Reino Unido, y hasta se enorgullecen de haber sido parte de él, pero no así las excolonias españolas que, según historiadores, no las perdió España porque ellas quisieran emanciparse sino porque se cansaron del continuo robo de los españoles nombrados para gobernarlas.

Una vez me dijo un amigo catalán que si el rey de España hubiera sabido gobernar, habría encarcelado o fusilado, por ladrones y malos administradores, a esos gobernantes,… pero que el rey también era un gobernante español.

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Extracto de la entrevista a Arturo Pérez-Reverte

Vivir es estar sometido a constante traición, y no sólo por los gobernantes y los políticos, pues la vida misma te traiciona. Y los seres humanos, no te digo, y más en una situación como la de ahora, en que esta Europa, que era referente moral de Occidente, está en manos de manos de payasos analfabetos en Bruselas. El mundo es una continua traición, y el único analgésico es la cultura.

Ya no está esa Europa de antes, la que, si bien era una Europa injusta y clasista, tenía formas. Se ha perdido lo bueno y lo malo. Ésta es la Europa de los berlusconis.

Lo que ha pasado es una cuestión de cultura. Estamos dejando de ser cultos, de usar la historia como maestra. Ignoramos que todo ha ocurrido ya, que las respuestas están en Suetonio, Jenofonte, Sócrates,…

No sabemos dónde consolarnos o buscar vías de escape, porque las hemos borrado de nosotros mismos, de los planes de estudio, de nuestros hijos; lo único que consuela en momentos de desgracia es un libro como símbolo. Al privarnos de eso, nos hemos convertido en huérfanos indefensos: nos faltan los mecanismos culturales que antes nos consolaban.

Europa siempre estuvo en manos de los ricos, pero antes los ricos generaban cultura. Un rico, aunque fuera analfabeto, se creía en la obligación social de parecer culto; fundaba bibliotecas y hacía a sus hijos cultos. Hoy el rico no siente esa necesidad porque todo vale, y alardea de su vulgaridad y su incultura,… y, aún así, es ejemplo social. Esa parte positiva del rico como mecenas ha desaparecido, y ahora estamos en manos de ricos analfabetos.

Nadie que lea historia de España puede hacerse ilusiones respecto a nuestro país, pues leer historia siendo español produce amargura. Esa falta de respeto hacia nosotros es histórica; esa vileza inquisitorial, basada en la envidia y en la mala fe, nos sigue marcado.

Los españoles somos especialistas en suicidarnos históricamente. Cada vez que tenemos una oportunidad, con una monarquía o república nueva, nos la cargamos sistemáticamente. Eso me hace ser profundamente pesimista.

Fuente: Periodista Digital