[*Drog}– Ejemplo de humillante estupidez masculina

26-08-14

Carlos M. Padrón

Según la prensa inglesa,

 «Un helicóptero policial que buscaba un coche robado en Londres fue testigo la noche del sábado 23 de una original propuesta de matrimonio hecha en Gladstone Park (Dollis Hill). Los agentes vieron a un hombre arrodillado frente a una mujer, y al lado un gran mensaje que decía ‘¿Quieres casarte conmigo?’. Los agentes creen que las velas habían sido encendidas para que la luz destacara contra el cielo nocturno esta petición de matrimonio».

Jamás entenderé cómo un hombre, en sus cabales, pueda llegar a estos humillantes y ridículos extremos. Y no me refiero sólo al letrero hecho con velas, sino a arrodillarse frente a una mujer para pedirle matrimonio como si con eso ella le hiciera un gran favor, o él necesitara de una gerente que dirigiera su vida, cosa que, lamentablemente, ocurre en demasiados casos.

Tal vez la explicación, en bromenserio, sea ésta en la que el corazón, roto por el fracaso al que lo llevó el drogamor, dialoga con el cerebro al que el drogamor logró anular.

Para colmo, estas humillantes peticiones de matrimonio parecen ser comunes en otros países , como USA, donde en el matrimonio la mujer es la dueña y señora de, por ejemplo, la casa donde ambos vivan, y por eso, en caso de pleito, ella puede permitirse el lujo de decirle a su marido «¡Fuera de MI casa!».

 

[*Opino}– Razones para equivocarse en un matrimonio

13-01-14

Carlos M. Padrón

Las tales razones, listadas en el artículo que copio abajo, tal vez sirvan para adolescentes, pero, por lo obvias, serían de casi risa para las más de las personas adultas, y de difícl aceptación por parte de adolescentes que han sido socialmente (ambiente, medios, etc.) adoctrinados para creer que muchas de esas razones o son válidas o no revisten peligro o constituyen impedimento.

La frase que resume lo mejor del artículo es ésta: «Para llevar a buen puerto el matrimonio, no basta el corazón. Hay que poner también la cabeza y aprender juntos a superar diferencias y sacar provecho de las dificultades«.

En la sección Drogamor ya se ha tratado bastante el tema de los peligros de fiarse del corazón, o sea, de los sentimientos, así que no voy a abundar más en ellos.

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12/01/2014

Diez falsas razones para casarse (y equivocarse)

Hay diez falsas razones por las que una persona puede casarse, según recoge Tomás Melendo, uno de los mejores filósofos y especialistas en la persona y la familia de nuestro país.

Junto a su mujer, la también filósofa Lourdes Millán-Puelles, ha escrito un libro en el que señala diez errores que, según dicen, «son mucho más frecuentes de lo que pudiera parecernos».

Para esta pareja, «un matrimonio feliz no es resultado del azar. La vida conyugal será lo que él y ella hayan sabido construir día tras día. Para llevar a buen puerto el matrimonio, no basta el corazón. Hay que poner también la cabeza y aprender juntos a superar diferencias y sacar provecho de las dificultades».

Éste es el decálogo:

  1. Atender sólo al atractivo externo de la pareja, o incluso al dinero, posesiones y vida social, olvidando, o no dando importancia, a aspectos más decisivos como su carácter, su personalidad, sus defectos y virtudes, los intereses comunes y su concepción de la vida.
  2. Idealizar sus virtudes, sin caer en cuenta de que parte son el fruto de nuestro propio enardecimiento romántico, no del todo realista.
  3. El miedo a quedarnos solos o a hacer el ridículo.
  4. El afán de independencia respecto a los propios padres.
  5. La honra de afirmarnos ante la negativa de nuestros padres a la relación que queremos mantener.
  6. El miedo a interrumpir un noviazgo oficial y socialmente alentado.
  7. El terror al escándalo, cuando la chica queda embarazada.
  8. Casarse con alguien por la compasión que produce su situación, y pensando que así le podremos ayudar.
  9. Pensar que el matrimonio puede ser un remedio para las propias anomalías psicoafectivas.
  10. Buscar en el marido un futuro padre, y en la mujer, una futura madre, exclusivamente.

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