Un señor entra en una tienda.
—Buenas. ¿Tienen juegos de cama?
—Sí, señor.
—¿Me pueden dejar leer las instrucciones?
Cortesía de Leo Masina
Un señor entra en una tienda.
—Buenas. ¿Tienen juegos de cama?
—Sí, señor.
—¿Me pueden dejar leer las instrucciones?
Cortesía de Leo Masina