- Si ella se enferma, puede llamar a su mamá para que venga a cuidarla.
Si él se enferma, no puede llamar a su mamá para que venga a cuidarlo porque se armaría Troya.
- Ella tiene ahora su propia casa para invitar a sus amigas a tomar café .
Él ya no puede invitar a sus amigos a la casa, porque a ella no le caen bien y, según ella, son unos latosos y gorrones.
- Si ella no trabaja, o si trabaja pero sale temprano de la oficina, puede irse al café con sus amigas.
Para él se acabaron las noches de squash, tenis, la copa del viernes, o lo que sea que hacía con sus amigos.
- Ella tiene más dinero.
Él tiene menos dinero.
- Ella tiene la oportunidad de aprender a cocinar.
Él anda siempre enfermo del estómago.
- Ella adquiere libertad sexual inmediata.
Él pierde la libertad para andar de juerga.
- Ella puede llevar la ropa a lavar a casa de su mamá.
Él no puede llevar la ropa a lavar a casa de su mamá porque eso daría lugar al comentario de que se casó con una floja inútil.
- A ella la envidian sus amigas solteras.
A él no lo envidian sus amigos solteros.
Y, ante esto, ¿todavía quieres casarte, amigo mío? ¡Qué … voluntad!
