Estaba San José trabajando en su carpintería y vio que un cuervo se posó en la ventana. Si dudarlo, echo mano de una escopeta recortada, le disparó al cuervo y lo mató.
María, consternada, le preguntó:
—José, ¿por qué has hecho eso?
—Porque una vez vino una paloma blanca y mira lo que pasó