[*Opino}— Del acuerdo entre Movistar y Netflix-España

31-05-2018

Carlos M. Padrón

Suele decirse que “El que no sabe es como el que no ve”, lo cual es cierto para el caso del acuerdo, descrito en el artículo Netflix o Movistar, ¿quién tiene el mejor catálogo?, hecho entre Movistar y Netflix para ­–-supuestamente, digo yo– ofrecer en España en un mismo paquete las series y películas de ambos.

No sé nada de lo que Movistar pueda ofrecer, pero sí sé lo que pueden ofrecer tres versiones de Netflix: la de USA (que es la original), la de América Latina, y la de España. El catálogo con menos contenido es el Netflix-España. Un contenido que, por supuesto, dispone de audio en castellano, y también de subtítulos en castellano por si uno prefiriera el audio en inglés o en otro idioma, si estuviera disponible.

Destaco lo de castellano porque todo el contenido de Netflix-España, y mucho más, está en Netflix-América Latina y dispone de subtítulos en español. El castellano lo hablan menos de 40 millones, pero el español lo hablan más de 400 millones. Por tanto, los subtítulos del contenido de Netflix-España ya existen, ¿por qué entonces gastar dinero en rehacerlos? ¿Será porque eso corresponde también al “sindicato” español de los dobladores, o será porque en España consideran que el español que se habla en Hispanoamérica y Canarias es degradante? Esta decisión, o es producto de un monopolio o de que en España impera lo recalcitrante.

Para colmo, los subtítulos en castellano tienen dos aberraciones (no encuentro mejor calificativo),

1. Tienden a escandalizar innecesariamente o a mostrar ignorancia, aunque su traducción del inglés no se corresponda con el original. Por ejemplo, en una serie cuyo nombre no recuerdo, una muchacha que está locamente enamorada de su novio le dice a una amiga “I love him so much!”, que significa “¡Lo amo tanto!”, pero en Netflix-España eso lo tradujeron como “Lo amo que te cagas”

En otra serie cuyo nombre tampoco recuerdo, cuando alguien entró en un sótano lleno de basura dijo “This stink!” (= Esto apesta), expresión que en Netflix-España tradujeron como “Esto está como el culo”.

En la serie Homeland, cuando alguien iba a fotografiar a toda una familia les dijo “Say cheese” (= Digan chiis), que es la expresión que para esos casos se usa en inglés porque al decir chiis los labios adoptan una forma que podría tomarse como sonrisa. En Netflix-España tradujeron eso como “Decid patata”. ¿Acaso la pronunciación de patata produce el efecto descrito para chiis?

2. En Homeland hay muchos diálogos en árabe, pero, si bien en la versión original los traducen al inglés como subtítulos, y en la versión para América Latina los traducen al español o al portugués, también como subtítulos, en la versión de Netflix-España no traducen nada. Esto es una demostración de incompetencia (no tienen quien entienda árabe) y de irrespeto al público.

Por tanto, lo de que este acuerdo ofrecerá variedad, calidad y cantidad es algo bastante alejado de la realidad.

[LE}— Cuatro claves para la escritura de verbos con pronombres

17-05-2018

Ante las dudas que genera la escritura de las formas que resultan de unir a un verbo uno o varios pronombres (iros, démonos, pongámoselo, etc.), se ofrece a continuación una serie de claves, en función del pronombre que se agregue.

1. Con el pronombre nos.

— En formas verbales acabadas en -n. Se mantienen las dos enes cuando se añade a una forma verbal terminada en –n: den > dennos, mantengan > manténgannos. Estas formas corresponden al plural con ustedes, mientras que con el singular usted el verbo no acaba en ene y, por tanto, solo hay una: de > denos, mantenga > manténganos. 

— En presente de subjuntivo. Se pierde la s del verbo de la primera persona del plural del presente de subjuntivo: demos  > démonos, y no démosnos. 

2. Con el pronombre se

— Con verbos acabados en -n. No se traslada ni se repite la letra n al final del conjunto formado por el verbo que acaba en ene y el pronombre: sienten  > siéntense (no siéntesen ni siéntensen).

— Con formas verbales acabadas en -s. Se simplifica la s cuando el pronombre se une a una forma verbal terminada en -s y que lleva además un segundo clítico: pongamos > pongámoselo, no pongámosselo.

3. Con el pronombre os

— La –d final en el imperativo. La segunda persona del plural del imperativo vosotros pierde la d final cuando se le añade el pronombre os: sentad > sentaos, y no sentados.

— Idos, mejor que iros. Se considera una excepción la forma idos, segunda persona del plural del imperativo del verbo irse, que mantiene la d. En este caso, también es válida, aunque menos recomendable, la variante iros.

4. Acentuación. Se recuerda que las palabras formadas por un verbo con uno o varios pronombres añadidos al final se acentúan según las normas generales y con independencia de si la forma verbal que las origina lleva tilde o no: pongámoselo (y no pongamoselo, aunque pongamos no se acentúe) o, en el caso del voseo, mantenenos (y no mantenénos, aunque se escriba mantené).

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