[LE}— ‘Sundowning’, alternativas en español

26-03-2018

El término inglés sundowning puede sustituirse en español por expresiones como síndrome de la puesta de sol, síndrome del ocaso o síndrome del atardecer.

Sundowning se usa para hacer referencia a un conjunto de síntomas que tienen lugar desde que el sol empieza a ponerse hasta que llega la noche y que, aunque puede afectar a cualquiera, tiene mayor incidencia en personas mayores o con algún trastorno mental o emocional.

En el uso, además del anglicismo, se encuentran múltiples opciones en español, como síndrome de la puesta de sol, síndrome del ocaso, síndrome vespertino, síndrome del atardecer, agitación vespertina, síndrome crepuscular o síndrome del anochecer, lo que evidencia que no se ha asentado todavía una denominación definitiva y que el español dispone de numerosas alternativas adecuadas.

La Real Academia Nacional de Medicina propone utilizar cualquiera de las tres expresiones más avaladas por el uso —que son asimismo las recogidas en las bases de datos médicas y en SNOMED (sigla de Systematized Nomenclature of Medicine)— como alternativa al anglicismo crudo sundowning: síndrome del atardecer, síndrome del ocaso y síndrome de la puesta de sol.

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[*Otros}— 1) La batalla de El Hierro por ser 100% renovable. * 2) El Hierro, la isla sostenible. (2 en 1)

1) La batalla de El Hierro por ser 100% renovable

La isla marca un hito al lograr abastecerse durante 18 días seguidos con energía limpia mientras Bruselas debate la hoja de ruta para cumplir con los objetivos del acuerdo climático de París

2)  El Hierro, la isla sostenible

La central de Gorona del Viento ha proporcionado al territorio insular energía 100% renovable durante 18 días consecutivos

[*Otros}­– Historia de las siglas de las matrículas TF y GC

28-03-2018

Para prevenir y organizar el uso de aquellos primeros artilugios autopropulsados en España se comienzan a dictar las primeras órdenes en 1857, tratándose de un Real decreto que lleva fecha 13 de Mayo.

La proliferación de automóviles en los comienzos del siglo XX era ya notoria, y para ello se confecciona el primer reglamento de circulación con fecha 17 de Septiembre de 1900. De su contenido puede deducirse que ya se preveía como norma prioritaria la identificación de los vehículos, y aunque ésta obligaba a sus propietarios a realizarles un reconocimiento técnico y la inscripción correspondiente en un registro creado al efecto, aún no existían las placas de matrículas tal como la conocemos hoy en día.

Por fin, el día 24 de Mayo de 1907 se publica en la Gaceta de Madrid el Reglamento que regirá para la circulación de cualquier vehículo por las calles y carreteras de España, al propio tiempo que quedaba constituida las diferentes siglas que se asignan a cada provincia española y responsabilizando del control de las mismas a los Gobiernos Civiles.

Por esos años la existencia de automóviles en Canarias se reducía sólo a unas 12 unidades, por lo que la obligatoriedad del reglamento no se lleva a efecto hasta 1910 cuando la cantidad total se acercaba ya al medio centenar. El Boletín de Canarias del día 7 de Septiembre de 1910 dicta una orden firmada por el entonces Gobernador Civil, el Excmo. Sr. Don Antonio Eulate y Fery, obligando a todos los propietarios de automóviles a proveerse de su correspondiente matricula con la sigla única de TE (CANARIAS).

A todos los automóviles de nuestro archipiélago se les estuvo identificando bajo esta común contraseña hasta el día 16 de de Junio de 1926, fecha en que quedó redactado el nuevo código de circulación, estipulándose también que los «fotingos» de Canarias deberían de ostentar a partir de esa fecha las nuevas placas de GC (Gran Canaria) y TF (Tenerife), antesala de la división provincial de 1927.

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Cortesía de Fabián Trujillo

[LE}— Fórmula 1: siete claves de redacción

23-03-2018

Con motivo del comienzo del Campeonato del Mundo de Fórmula 1, se ofrecen algunas claves para una correcta redacción de las informaciones relacionadas con este evento.

1. Fórmula 1 o Fórmula Uno. Las formas Fórmula 1 y Fórmula Uno son correctas e igualmente aceptables para referirse a la competición automovilística.

2. Algunos extranjerismos innecesarios. Es frecuente el uso de extranjerismos que tienen alternativas en español. Éste es el caso de pole position (primera posición de la parrilla de salida), safety car (coche de seguridad) o stop and go (pare y siga, y parada de penalización), entre otros.

3. Clasificación, no calificación. El término clasificación, no calificación, es el apropiado para referirse al logro de un puesto determinado para participar en una competición. Así, es preferible emplear las expresiones ronda o sesión de clasificación, mejor que de calificación o que el anglicismo qualy. Esta palabra inglesa es el origen de las expresiones Q1, Q2 y Q3, ampliamente asentadas para referirse a las tres fases de la clasificación de un gran premio y que pueden considerarse válidas.

4. Nombres de las ciudades sedes. Conviene señalar las grafías más apropiadas en español para algunas de las ciudades de los circuitos donde se disputará este campeonato. Es el caso de Melbourne (no Melburne), Shanghái, Sāo Paulo, Bakú, Austin (Texas), Ciudad de México, Baréin y Abu Dabi.

5. Tomar una curva, mejor que negociarla. La expresión negociar una curva o un viraje es un calco innecesario en español que puede sustituirse por tomar una curva o un viraje.

6. Entreno y entrenamiento, ambas válidas. Los sustantivos entreno y entrenamiento son variantes válidas para expresar la ‘acción y efecto de entrenar o entrenarse’.

7. Patrocinador, mejor que sponsor o espónsor. El término patrocinador es preferible a la voz inglesa sponsor o a la adaptación espónsor para referirse a la persona o entidad ‘que apoya o financia una actividad, frecuentemente con fines publicitarios’.

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[LE}— ‘Prueba de impacto’, mejor que ‘crash test’

22-03-2018

Las expresiones prueba de impacto o test de choque, empleadas en las informaciones sobre automoción, son alternativas preferibles a crash test.

En los medios de comunicación es habitual encontrar frases como

  • «Su coche de carreras ha superado el crash test oficial»,
  • «El nuevo vehículo completa el ‘crash test’ con éxito» o
  • «Para garantizar la seguridad, la empresa ya hacía sus propios crash tests en 1959».

El diccionario de Oxford define crash test como ‘prueba en la que se estrella un vehículo nuevo en condiciones bajo control para medir cómo responde o para mejorar su seguridad’.

Dado que esta idea puede expresarse en español, el uso del anglicismo resulta innecesario, y en los ejemplos iniciales lo recomendable habría sido escribir 

  • «Su coche de carreras ha superado la prueba de choque oficial»,
  • «El nuevo vehículo completa el test de impacto con éxito» y
  • «Para garantizar la seguridad, la empresa ya hacía sus propias pruebas de impacto en 1959».

Por otra parte, se recuerda que dummy, en alusión a los muñecos que se emplean para simular la presencia del conductor y los pasajeros en esta clase de pruebas, se traduce justamente como muñeco y, en ocasiones, maniquí. Así pues, en lugar de

  • «El primer crash test dummy fue inventado por Samuel W. Alderson en 1949»,

habría sido preferible escribir 

  • «El primer muñeco para pruebas de impacto fue inventado por Samuel W. Alderson en 1949».

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[*IBM †}– José Curquejo Ruiz (Q.e.p.d.)

José Curquejo Ruizimage

  • Fecha: 12/02/2018
  • Lugar: Edo. Táchira (Venezuela)
  • Causa: Paro cardiorrespiratorio
  • Edad: 90
  • Posición en IBM: Dpto Técnico
  • Nació en: Sevilla (España)
  • Reposa en: Michelena, Edo. Táchira (Venezuela)

Información adicional

La información me ha llegado por vía del exIBMista Oscar del Barco, quien fue compañero de Curquejo desde que ambos ingresaron a IBM en la década de los 50.

La foto, que es vieja, me la ha hecho llegar el exIBMista Ramón López.