En el listado, también incluye Timanfaya, así como Sierra Nevada, Ordesa y Monte Perdido, de España. Yosemite, el Parque Nacional de las Secuoyas, Iguazú, Serengueti o el Gran Cañón del Colorado son otros nombres que aparecen en este ránking.
Día: 6 de febrero de 2018
[LE}— ‘Cierre de la Administración’, mejor que ‘cierre del Gobierno’
26-01-2018
La expresión cierre de la Administración, mejor que cierre del Gobierno, es la forma recomendada en español como alternativa a government shutdown, que se refiere a la medida por la cual se cierran departamentos y agencias de la Administración de los Estados Unidos.
En las noticias se pueden ver diferentes modos de llamar a esta situación, como se comprueba en las siguientes frases:
- «El cierre del gobierno de EE. UU. marca el primer aniversario de Donald Trump»,
- «El empeño de Trump contra los soñadores provoca el cierre del Gobierno de EE. UU.» y
- «Así afectará el cierre del Gobierno federal de EE. UU.».
En el sistema político estadounidense, si el Congreso no aprueba los presupuestos del Estado, el presidente puede cerrar los departamentos de la Administración que considere no esenciales (en un mecanismo parecido al cierre patronal), generalmente como una medida de presión.
Pero con este proceso el Gobierno en sí no cierra, y por ello resulta impropio hablar de cierre del Gobierno; en cambio, otras expresiones como suspensión, parada o cese de actividades de la Administración pueden ser alternativas adecuadas para evitar reiteraciones, pues se refieren a las consecuencias del cierre.
También es posible hablar de cierre parcial de la Administración, dado que los servicios esenciales continúan abiertos y activos.
Así pues, en los ejemplos iniciales lo recomendable habría sido escribir
- «El cierre de la Administración de EE. UU. marca el primer aniversario de Donald Trump»,
- «El empeño de Trump contra los soñadores provoca el cierre parcial de la Administración de EE. UU.» y
- «Así afectará el cese de actividades de la Administración de EE. UU.».
[Hum}– Nueva definición de virginidad en la mujer
A mí me ha hecho mucha gracia, por decir lo menos, ver como, por mera conveniencia o tal vez adulación, se le da la vuelta a la tortilla de una tradición centenaria, cuando otras de igual o menor arraigo y antigüedad se consideran sagradas e intocables.
Pero, bueno, tal vez en adelante debamos distinguir entre VA “Virgen Anatómica”, y VE “Virgen Espiritual”, siendo la VA una especie en vías de extinción. De seguir la tendencia y el orden alfabético, tendríamos luego VI (“Virgen Intelectual”), especie abundantísima.
Una oyente de la COPE se sintió molesta por la ceremonia de la boda de los Príncipes de Asturias en la que mostraron el ramo de novia “como señal de virginidad”. No tiene por qué sentirse molesta por algo que es una pura costumbre, y perdón por el adjetivo. El ramo de azahar o el vestido blanco de la novia son signos de pureza, de rectitud de intención, como lo eran las túnicas blancas de los “candidatos” al Senado romano. Nadie piensa que, por eso mismo, las novias que llegan al altar tengan que ser técnicamente vírgenes. Lo fundamental es que vayan con candidez de espíritu, con amor e ilusión. Esas virtudes las puede tener muy bien una novia que haya estado casada previamente. De otra forma, habríamos progresado muy poco desde los fariseos. Así pues, quedamos en que la virginidad es un estado del espíritu, no tanto un detalle anatómico. Es decir, todas las mujeres, en principio, tienen derecho a casarse de blanco y con ramo de azahar o equivalente. Tampoco es una obligación.
