[Hum}– Bromenserio: Importante para tener presente mientras se envejece

  • La muerte es el asesino número 1 de este mundo.
  • La vida es, como el sida, de transmisión sexual.
  • La buena salud es la forma más lenta de morir.
  • Dale a alguien un pescado, y lo habrás alimentado por un día. Enséñale cómo usar internet y no te molestará más en semanas, meses y tal vez años.
  • Del tiempo meteorológico todos podemos aprender una valiosa lección: no le hace caso a las críticas.
  • En los años 60, la gente tomaba droga para que el mundo les pareciera loco. Ahora que el mundo está loco, la gente toma Prozac para que les parezca normal.
  • No te preocupes acerca de la edad avanzada; dura poco.

Cortesía de Jaime Tejeiro

[LE}– ‘Pecados’ gramaticales

28 NOV 2015

Lola Galán 

‘Pecados’ gramaticales

El diccionario de la RAE recibe en la web de esta institución más de 41 millones de visitas al mes. Los lectores que me escriben para señalar errores gramaticales en el diario suelen apoyarse también en ese diccionario.

Manuel Arrontes, de Oviedo, me envió hace unos días un largo mensaje en el que incluía la definición completa de las palabras ‘escuchar’ y ‘oír’, para que no quedara duda de que, “aunque parezca lo contrario, siguen significando cosas diferentes y no puede usarse la primera de ellas como sinónimo de la segunda”.

La mención al diccionario era necesaria para demostrar el uso erróneo que se hacía del verbo ‘escuchar’ en varias crónicas de los atentados de París, publicadas en las ediciones digital e impresa. Si ‘escuchar’ es ante todo: “Prestar atención a lo que se oye”, y ‘oír’: “Percibir con el oído los sonidos”, en la frase que me indica el lector: “Eran las 21.15 … cuando escuchó los disparos”, tendríamos que haber escrito, “cuando oyó los disparos”.

Varios correos más se han referido a este fallo. Fausto Rojo, lector de la edición de Barcelona, precisaba en el suyo: “Renuncio a hacer la lista de usos erróneos de ‘escucha’ que trufa las crónicas sobre los brutales atentados en París”. No era su única queja. En su breve correo me señalaba varios pleonasmos en las páginas de EL PAÍS. Les cito uno de los que mencionaba: “una prerrogativa incluida dentro de la ley…”. Lo que está incluido en algo está dentro, sin duda.

Michael Nicholas, lector de la edición de Madrid, me alertaba en un mensaje de un error de concordancia en una crónica donde se aludía a, “un auxiliar de vuelo española”. Este lector detectó también una errata en una columna de Cultura, en la que se citaba la película “Botón de Ancla” como “Botón de ancha”. «Sabiendo un poco del argumento y siendo una película clave, parece mentira que diga ‘ancha’. Ni siquiera está la ‘ele’ al lado de la ‘hache’ en el teclado. Es como si pusiera, ‘esa gran película del oeste Grapo Salvaje o Grupa Salvaje o Gripe Salvaje», bromeaba.

Pedro García González, de Madrid, se ponía en contacto conmigo por una cuestión. Decía, «para mí, es ya cansina y me temo que lejos de solucionarse se agrava por momentos”, escribía. “Me refiero a las continuas faltas de ortografía de los colaboradores en su periódico, tanto sean periodistas de nuevo cuño como escritores consagrados”.

Este lector incluía en su mensaje los correos enviados a un par de columnistas en los que les señalaba el mismo error: confundir la ortografía de ‘desechos’, (residuos), con ‘deshechos’, participio del verbo deshacer. El lector optó por escribirme al ver el mismo fallo, días después, en una crónica de Deportes, donde se hablaba de “…recuperar de la montaña ocho kilos de deshechos…”. Lo correcto era, obviamente, ‘desechos’.

Días antes, Antonio Duplá del Moral, de A Coruña, me escribía exigiendo a quienes hacemos EL PAÍS velar por la corrección lingüística, “que un diario de su importancia y difusión merece”. Este lector, al igual que Luis de Luxán, de Asturias, había reparado en una falta en un editorial en el que podía leerse, ‘el último acta’. “Como deberían saber, a aquellos sustantivos de género femenino que comienzan con la letra ‘a’ tónica, se les aplican los artículos ‘el’, ‘un’, ‘algún’ y ‘ningún’”, señalaba Duplá. “Pero la palabra sigue siendo femenina y por ello se debe escribir ‘la última acta’ y nunca ‘el último acta’ como hacen ustedes”.

Los errores gramaticales en la edición impresa son mucho menos frecuentes, pero más graves que los que se deslizan en la digital, entre otras cosas, porque no pueden corregirse. EL PAÍS publica al mes más de 10.000 informaciones, lo que no justifica, pero sí explica, lo inevitable de que se produzcan fallos. Máxime cuando la crisis de la prensa ha tenido un impacto devastador en las plantillas de correctores.

Nuestra obligación de periodistas es conocer a fondo la lengua en la que escribimos, pero nadie está libre de errores. Por eso, es importante repasar con frecuencia el Libro de Estilo y consultar, como hacen millones de españoles, el diccionario de la RAE.

[*FP}– Felicitación navideña de PADRONEL para todos sus lectores

Este año uso la versión, cantada con su letra original, del que creo que es el más bello de los temas de Navidad: Stille Nacht, al que en el mundo de habla hispana se le conoce con el título de Noche de Paz, y en torno al cual existe una bella historia.

La primera vez que lo canté fue a finales de la década de los 50, con esa letra —o sea, en alemán— y en la Coral Clásica que en Santa Cruz de Tenerife dirigía mi prima Carmen Martín González.

Mi deseo para todos los lectores de Padronel es que tengan una feliz Navidad y un 2016 mejor que el 2015 que ahora termina.

Para escuchar/bajar el archivo, que me llegó por cortesía de José Antonio Rodríguez, clicar AQUÍ.

[*Opino}– Del acceso a internet usando smartphone

18-12-2015

Carlos M. Padrón

Pues me temo que en esa tercera parte no estaré yo, ya que, si bien podría usar el celular para consultar algo en la Red, mientras pueda evitarlo no lo usaré para entrar en una cuenta bancaria ni para hacer una compra con tarjeta de crédito.

El motivo —además de que, como ya he dicho varias veces, detesto las miniaturas— es seguridad. Son ya varios los artículos que aquí he publicado que advierten sobre cómo las apps para móviles instalan troyanos y otro malware en celulares y tabletas, y lo peor es que lo hacen con el consentimiento del usuario porque éste, al instalar esas apps, acepta las condiciones que ellas traen.

Algo así no he visto en las PCs, ni de escritorio ni laptops; y si alguna gratuita solicita permiso para instalar algo, como el buscador Ask —que es una plaga— u otros peores, basta con destildar la opción correspondiente. Además, en las PCs tengo sistemas de seguridad muy superiores a los que hasta ahora he visto que haya disponibles para smartphones.

Si una buena suite, como lo es ESET Smart Security 9, tiene módulos especiales para mayor protección cuando el usuario se conecta a una red que le es extraña, como una red pública, o para añadir una capa extra de seguridad cuando el usuario entra a un Banco, por algo será. Hasta ahora no he visto que haya algo similar para usar en dispositivos móviles.

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18/12/2015

J. M. S.

El planeta, en 2016: una tercera parte accede a internet móvil

Internet es cada vez más móvil. El acceso al conocimiento es también móvil. Teniendo en cuenta que el teléfono celular inteligente, o smartphone, es uno de los productos electrónicos más importantes de la Historia, no sorprende que el próximo año unas 3.200 millones de personas tendrán acceso a internet, de los cuales más de 2.000 millones lo harán desde dispositivos móviles (celulares o tablets).

Estos datos representan al 44% de la población mundial, según se desprende del último informe de la firma de análisis de mercado International Data Corporation (IDC), que vaticina que el número de usuario de internet móvil aumentará a un ritmo del 2% cada año en cuatro años.

Los expertos consideran que el acceso a internet está creciendo en todas las regiones, aunque destacan que en determinados países, como China, India o Indonesia, lo hacen de una forma más rápida que en el resto; así, entre estos tres países acumularán casi la mitad de los accesos en los próximos cinco años. «La combinación de dispositivos y redes inalámbricas de bajo costo está haciendo más fácil el acceso en países con poblaciones que antes no podían pagarlos», destaca en un comunicado Scott Strawn, Director del Servicio de Asesoramiento Estratégico.

En el caso de los que acceden exclusivamente a través del celular, se espera un crecimiento anual del 25% durante los próximos cinco años. «Este cambio en la forma en la que accedemos a internet está alimentando un explosivo crecimiento en lo relativo al comercio electrónico y a la publicidad móvil», subraya.

Firmas globales, como Google, SpaceX y Facebook, entre otras, han puesto en marcha diferentes iniciativas en los últimos años para llevar internet al resto de 4.000 millones de personas que, por diversas circunstancias socioeconómicas, no se benefician actualmente.

Lo han hecho a través de proyectos como flotas de drones a gran altura, globos aerostáticos o satélites. Sin embargo, «aún no está claro lo exitosos que serán estos esfuerzos», agrega este experto.

Otro aspecto a tener en cuenta es el incipiente hábito, cada vez mayor, de realizar pagos móviles y a través de plataformas de internet. Actualmente, se calcula que más de mil millones de personas realizan operaciones bancarias de manera «online», mientras que más de dos mil millones consultan sus buzones de correo electrónico o consultan medios digitales.

Pero el comercio electrónico se asienta, según destacan los expertos, quienes aseguran que este año los internautas se han gastado más de 100.000 millones de dólares en la compra de billetes de avión, libros, música o descarga de aplicaciones.

[Hum}– Del ‘amor’ entre gallegos y argentinos: El gallego y su perro

Un gallego —que, además de gallego (¿o tal vez por gallego?) estaba convencido de que todo lo suyo era muy especial y, por supuesto, mejor que lo de los demás (¿le vendrá de ahí a los argentinos?)—, tenía un perro al que creía la última Pepsi-Cola del desierto en materia canina.

Un día quiso venderlo y le fijó el precio de 500.000 pesetas, lo cual provocó la consiguiente burla de parte de sus amigos y conocidos (los del gallego, no los del perro).

Como pasaban los días y el gallego no lograba vender su perro, las burlas aumentaban, y con ellas el empeño del gallego por conseguir el negocio que quería.

Un día, al llegar al bar donde acostumbraba ir todas las tardes, sus amigos le preguntaron a coro que cómo iba la venta del perro, y, para sorpresa de todos ellos, el gallego les contestó que ya lo había vendido.

—Cómo? ¿¡Te pagaron las 500.000 pesetas!?

—Bueno, hombre, casi igual: me dieron dos gatos de 50.000 dólares cada uno.

[LE}– ‘De sobra’, no ‘de sobras’

17/12/2015

De sobra es la construcción adecuada para expresar que algo es más que suficiente o se presenta en abundancia, por lo que resulta recomendable evitar es incorrecto usar de sobras.

Sin embargo, en la prensa se encuentran ejemplos como

  • «La respuesta es de sobras conocida: color, desparpajo, optimismo y una calculada dosis de caos»,
  • «Existen argumentos más que de sobras para pensar que el Betis puede obtener un buen resultado» o
  • «Es un evento anual que se celebra en Bilbao y cuya relevancia es de sobras conocida».

Según el Diccionario Académico, la locución adverbial que significa ‘abundantemente, con exceso o con más de lo necesario’ es de sobra, por lo que no es recomendable correcto utilizar la variante de sobras, cuya propagación se debe en muchos casos al influjo de su equivalente en catalán (de sobres), según el Diccionario Panhispánico de Dudas.

Así, en los ejemplos anteriores lo adecuado correcto habría sido escribir:

  • «La respuesta es de sobra conocida: color, desparpajo, optimismo y una calculada dosis de caos»,
  • «Existen argumentos más que de sobra para pensar que el Betis puede obtener un buen resultado» y
  • «Es un evento anual que se celebra en Bilbao y cuya relevancia es de sobra conocida».

[Hum}– ¿Quién lo dijo?

1. Nadie es perfecto. (Nadie).

2. Seamos claros. (Un albino).

3. No veo la hora de irme. (Un ciego).

4. Vamos al grano. (Un dermatólogo).

5. Por ti perdí la cabeza. (El fósforo).

6. Me encanta ir a la escuela. (Un piojo).

7. La leche engorda. (Una embarazada).

8. Todos tenemos derechos. (Los zurdos).

9. Vamos por partes. (Jack el destripador).

10. Que nadie me pase por alto. (Nelson Ned).

11. Aquí el que no corre, vuela. (Un terrorista).

12. Mi vida está llena de aspiraciones. (Un asmático).

13. Tengo un pasado muy negro. (Michael Jackson).

14. Me las pagarás. (Fondo Monetario Internacional).

15. ¡No más derramamiento de sangre!.  (Un támpax).

16. ¡El coche nunca reemplazará al caballo!. (La Yegua)

17. Me dijeron que jugara pegado a la línea blanca. (Maradona).

18. Me dejaste un sabor amargo en la boca.(Mónica Lewinski)

19. La sabiduría me persigue, pero yo soy más rápido. (Un gallego)

20. El día que nosotros gobernemos, todos temblarán. (Un epiléptico)

21. Me molesta la gente que no da la cara.(Anónimo)

22. No a la donación de órganos. (Yamaha)

23. Mi esposa tiene un buen físico. (Albert Einstein)

24. Yo empecé comiéndote las uñas. (La Venus de Milo)

25. Nunca pude estudiar Derecho. (El jorobado de Notre Dame)

26. A mí lo que me revienta son los camiones. (Un sapo)

28. Siempre quise ser el primero. (Carlos II)

31. Hemos batido a la competencia. (Moulinex)

33. Tengo un corazón de piedra. (Una estatua)

34. Tengo nervios de acero. (Robocop)

36. Mi padre es un viejo verde. (El Increíble Hulk)

37. ¡Mamá, lo sé todo!. (El pequeño Larousse Ilustrado)

38. Nuestra madre es una loba. (Rómulo y Remo)

39. No al paro. (Un cardiaco)

40. Tengo un nudo en la garganta. (Un ahorcado)

41. Creo en la reencarnación. (Una uña)

42. X. (Un analfabeto)

43. Mi novio es una bestia. (La bella)

44. Mi mamá es una rata. (Mickey)

46. Estoy hecho pedazos. (Frankestein)

47. En casa nos llevamos a las patadas. (Kung Fu)

48. Me gusta la humanidad. (Un caníbal)

49. Al fin solos. (El Llanero Solitario)

51. ¡Basta de humor negro! (Ku Klux Klan)

52. Mi novia es una perra. (Pluto)

54. Eres la única mujer de mi vida. (Adán)

55. Estoy encinta. (Scotch)

56. ¡Se me estropeó el despertador! (La Bella Durmiente)

57. Es mejor dar, que recibir. (Un boxeador)

58. Mi madre es una arrastrada. (Una culebra)

59. Levantaré a los caídos y oprimiré a los grandes. (El sostén)