Fotos cortesía de Jon Gómez.

Fotos cortesía de Jon Gómez.

No, ella no es fea; digamos que Dios la dejó en borrador.
Cortesía de Jaime Tejeiro
Un vídeo dedicado sólo a La Palma.
Para mí, como palmero que soy, no sólo tiene el encanto de los paisajes, que casi todos me son bien conocidos, sino del tema musical de fondo: una canción que, a estas alturas y con los vientos que soplan donde estoy, me toca muy de cerca.
El vídeo puede verse AQUÍ. Por si hubiera problemas para ello, o por si lo retiraran de YouTube, puede bajarse/verse de AQUÍ
Cortesía de Juan Antonio Pino Capote, y Roberto González Rodríguez
23/03/2015
Webgrafía, se define como el ‘repertorio de recursos procedentes de internet referentes a una materia determinada, o empleados en una obra o trabajo’.
Su empleo resulta cada vez más habitual en el ámbito académico, por lo que en ocasiones tiene también cabida en los medios de comunicación:
La palabra webgrafía ha sido formada a partir de web y de la base compositiva -grafía, también presente en hemerografía, videografía o filmografía, por ejemplo, y su uso no es censurable si se quiere resaltar que determinada documentación procede de internet y no de otros medios.
Aunque menos frecuente, es también correcta con este mismo significado la voz cibergrafía.
No conviene olvidar, no obstante, que en biblioteconomía estos términos quedarían englobados dentro del más general bibliografía, que incluye todos los recursos y fuentes, vengan de donde vengan, por lo que en los ejemplos anteriores pudo haberse escrito, simplemente,
He vuelto a ver el video de mi boda, pero en marcha atrás. Lo mejor es cuando le quito el anillo, salgo de la iglesia y me voy de farra con los amigos.
Cortesía de Jaime Tejeiro
17-03-2015
Carlos M. Padrón
Ahora resulta que hay que ser adivino para saber pronunciar con el acento adecuado palabras que en español deberían acentuarse pero que, por una norma muy difícil de tragar, está prohibido ponérselo. La norma es: «porque se trata de una marca que no se adapta al español».
Además, ¿qué significa que no se adapta? Entiendo que algo sea difícil de pronunciar en español, como Shakespeare, pero petrobras podría ser muy bien una palabra española.
¿Cómo puede saber el ciudadano de a pie que Petrobras es la grafía correcta pero que, aunque no tiene tilde en la ‘a’, debe pronunciarse Petrobrás?
Una prioridad del idioma escrito es evitarle al lector dudas o confusiones, y en este caso se las crea. Además, ¿a quién haría daño esa tilde?
Todavía recuerdo cuando hace muchos años se decía que los nombres y apellidos de personas no llevaban tilde.
~~~
17/03/2015
Petrobras se escribe sin tilde
El nombre de la empresa estatal brasileña de petróleo es Petrobras, sin tilde, pues se trata de una marca que no se adapta al español.
En los medios de comunicación, sin embargo, aparece ocasionalmente escrito Petrobrás, como en
«Un policía monta guardia frente a la sede de Petrobrás»,
«La Fiscalía General de Brasil investigará a 34 legisladores por el escándalo de Petrobrás».
La propia empresa escribió antiguamente Petrobrás, pero a principios de los años 90 decidió suprimirle el acento gráfico, por lo que actualmente es preferible la forma Petrobras, aunque su pronunciación sigue siendo aguda.
Además, al ser una marca de procedencia extranjera no se hispaniza, sino que se respeta su grafía original.
Por todo ello, en los ejemplos anteriores habría sido mejor
«Un policía monta guardia frente a la sede de Petrobras»,
«La Fiscalía General de Brasil investigará a 34 legisladores por el escándalo de Petrobras».
04/12/2014
La palabra causal, frecuente en la lengua jurídica con el significado de ‘causa’, es una voz de género femenino.
En los medios de comunicación, sin embargo, aparece en ocasiones en el género inapropiado, como se muestra en las siguientes frases:
El Diccionario de Americanismos, de las Academias de la Lengua, indica que causal es un vocablo femenino, al tiempo que lo define como ‘causa legalmente aceptada para que se logre una sentencia judicial, especialmente en los juicios de divorcio’ y ‘razón o motivo de algo’.
Dado que, además, el Diccionario Panhispánico de Dudas, también de las Academias, censura explícitamente el empleo de causal en masculino, en los ejemplos anteriores lo apropiado habría sido
Sí es válida la secuencia el causal cuando no se emplea como sinónimo de ‘causa’, sino como adjetivo para lo relacionado con la causa, especialmente en gramática, como por ejemplo en
«También se utiliza el si condicional y el causal».
El cerebro es el órgano más importante del cuerpo. Funciona 24 horas al día, todos los 365 del año, desde el instante del nacimiento hasta que te enamoras (o sea, te drogamoras), porque, una vez drogamorado, hormona mata neurona.
17/03/2015
Mónica Arrizabalaga
A 10º 10’ de longitud y a 29º 30’ de latitud situó Juan de Abreu Galindola enigmática isla de San Borondón cuyas formas dibujó Pizzigano a corta distancia de El Hierro en su mapa de 1367, o Toscanelli en 1476.
No eran los únicos puntos en los que esta isla errante había sido divisada antes de desaparecer como por arte de magia al anochecer. Hubo incluso quien aseguró haber puesto pie en esta tierra que Leonardo Torriani dibujaría en tiempos de Felipe II alargada, con colinas dispersas y cruzada por una baja cordillera.
El portugués Pedro Vello relató que en cierta ocasión en la ruta del Brasil, hallándose cerca de las Islas Canarias, los vientos le obligaron a buscar refugio en San Borondón, donde desembarcó junto a otros marineros de Setúbal y descubrió unas enormes huellas de hombre.
Se encontraban explorando la isla cuando se levantaron vientos huracanados. Vello llamó a sus hombres, pero al no obtener respuesta y temiendo perder su barco, volvió a él en la chalupa dejando allí para siempre a los dos marineros.
También el canario Marcos Verde dijo haberse topado con la isla fantasma al regreso de la ruta de la Berbería. Bajó con su tripulación a tierra en San Borondón y la recorrió, sin encontrar rastro humano, antes de volver a bordo cuando cayó la noche.
Historias como éstas empujaron al capitán general de las Islas Canarias, Juan de Mur y Aguirre, a impulsar la que sería la última expedición a San Borondón en 1721, al mando de Gaspar Domínguez. Y como en las misiones anteriores, sin éxito.
Fernando de Troya y Fernando Álvarez, marineros de Las Palmas, se aventuraron en su búsqueda en 1526, y 30 años después lo hizo el portugués Roque Nuñes, con el cura palmero Martín de Araña a bordo. Éstos últimos aseguraron haber divisado San Borondón, aunque no desembarcaron.
Ni rastro encontró la expedición que salió desde La Palma en 1560 con Hernando de Villalobos, el piloto Gaspar Pérez de Acosta y el misionero fray Lorenzo Pinedo. En el año 1570 dicen que la isla se apareció más veces, con más de cien testigos. Tanto fue así que Hernán Pérez de Grado, primer regente de la Real Audiencia de Canarias, ordenó abrir una investigación sobre esta tierra fantasma, también conocida como La Encubierta, La Perdida o No Encontrada.
De San Brandán a San Borondón
San Borondón es el nombre que recibió en Canarias un santo irlandés del siglo VI, San Brandán (Brendán o Brandano), que, según los documentos sobre su vida de los siglos IX al XII, recorrió el Océano Atlántico durante siete años en compañía de catorce monjes, fundando conventos como el de Clonfert.
San Brandán buscaba la isla de El Paraíso, a tenor de los relatos sobre sus hazañas que recuerdan al cuento de San Amaro o el viaje de Trezenzonio, según destaca el profesor Marcos Martínez Hernández en su artículo «Islas míticas en relación con Canarias».
La posible presencia en el archipiélago de un monje llamado Brandano vino a reforzar pronto esa unión de San Brandán con Canarias que se reflejó en la cartografía medieval.
En 1958, ABC publicó una imagen en la lejanía de la isla errante de San Borondón. «Ha sido fotografiada por primera vez», rezaba el reportaje de Luis Diego Cuscoy que relataba las historias relacionadas con La Encubierta y sus apariciones.
«Hace unos días, a los cinco años de su última aparición, la islita ha surgido a sotavento de La Palma, como antes, como siempre. El último dibujo de la silueta de San Borondón fue trazado en el siglo XVII. Y, lo que son los tiempos, tres siglos después, San Borondón ha sido fotografiado» entre Tazacorte y los Llanos de Aridane, señalaba la crónica.
«El afortunado fotógrafo, verdadero testigo de excepción, ha dejado fiel constancia del hecho. Uno más que ha creído en la realidad de esa tierra fluctuante», finalizaba este diario.
Aún serían grabadas posteriormente en vídeo sus apariciones y comentadas en programas de televisión, e incluso saldrían a la luz documentos del naturalista Edward Harvey, que habría visitado la isla en 1865.
Sin embargo, «hoy en día sería descabellado afirmar que San Borondón es una realidad física», admite José Gregorio González en el libro «Canarias mágica».
Tremenda mentira nos metió el patrón.
Boguemos ligeros, con fuerza y ardor
que allá por los mares La Elvira se hundió
sin dar con la isla de San Borondón.
cantaban Los Sabandeños.
De lo que no hay duda, a juicio de Martínez Hernández, es de que «esta isla misteriosa, enigmática y fantasmagórica, hasta tal punto está arraigada en el imaginario colectivo del pueblo insular que se la considera la octava isla del Archipiélago canario».
Artículo(s) relacionado(s):