[LE}– ‘Las mejor vestidas’, y no ‘las mejores vestidas’

06/02/2015

Las palabras mejor y peor se mantienen invariables cuando aparecen antes de un participio, pues ahí son adverbios comparativos de bien y mal: bien/mejor vestidas y mal/peor vestidas.

Sin embargo, en los medios de comunicación es habitual encontrar frases como

  • «Blanca Suárez, considerada una de las mejores vestidas en 2014»,
  • «Las mejores vestidas de los Globos de Oro 2015» o
  • «María Valverde y María León, entre las peores vestidas de los Goya 2013».

El Diccionario Panhispánico de Dudas indica que, en estos casos, mejor y peor son las formas comparativas de bien y mal, por lo que funcionan como adverbios y, como tales, no varían en número.

Lógicamente, este criterio se aplica asimismo cuando mejor y peor anteceden a otros participios: «Las generaciones actuales son las mejor preparadas», en vez de «… las mejores preparadas».

Así pues, en los ejemplos iniciales lo apropiado habría sido escribir 

  • «Blanca Suárez, considerada una de las mejor vestidas en 2014»,
  • «Las mejor vestidas de los Globos de Oro 2015» y
  • «María Valverde y María León, entre las peor vestidas de los Goya 2013».

Cuestión distinta es que mejor y peor sean las formas comparativas de bueno y malo, caso en el que se consideran adjetivos y, por tanto, concuerdan en número con el sustantivo al que acompañen y pueden escribirse en plural: prendas buenas/mejores, vestidos malos/peores.

Fuente

[Hum}– Para los que vuelan mucho

Durante un vuelo comercial, a un piloto veterano de la Fuerza Aérea le tocó de compañera de asiento una joven madre que lleva en brazos a su bebé. Cuando éste comenzó a llorar durante el descenso para el aterrizaje, la mamá, de la forma más discreta que pudo, comenzó a amamantarlo.

El piloto fingió no ver nada de eso, y, al momento del desembarque, galantemente se ofreció a ayudar a la joven madre con el manejo de las pertenencias del niño.

Cuando ésta le dio las gracias, el piloto le dijo:

—Tiene usted un bebé muy lindo, y ¡tenía mucha hambre!

Un tanto avergonzada, la madre explicó que el pediatra le había dicho que el tiempo que el bebé pasara mamando ayudaría a aliviar la presión en sus oídos

Moviendo su cabeza, el piloto dijo:

—¡Y todos estos años yo he estado mascando chicle!