Satélite nuestro que estás en el cielo, acelerado sea tu link. Venga a nosotros tu hipertexto. Hágase tu conexión tanto en lo real como en lo virtual. Danos hoy nuestro download de cada día. Perdona el café sobre el teclado, así como nosotros perdonamos a nuestros proveedores. No nos dejes caer la conexión, y líbranos de todo virus. Amén.
Qué ocurrencia tan bien diseñada, pero prefiero hacer la oración acostumbrada de siempre que es la que me da mejores bendiciones.
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