[*Opino}– La moda de los senos y nalgas falsos

21-04-14

Carlos M. Padrón

Si el artículo que copio abajo hace mención exclusiva a Venezuela, se debe a que en este país es ya casi raro no ver a una mujer con unos senos que, a todas luces, son falsos.

Para colmo, por lo grandes y por la forma, muchos de ellos son vulgares, ridículos y repulsivos. Pero, no obstante el costo de estos implantes, se ven en mujeres de todas las clases sociales.

Lo de las nalgas es menos notorio, pero ambos engaños —pues son sólo eso— obedecen, como ya he dicho en este blog, no tanto a que las mujeres quieran llamar la atención de los hombres, sino a que quieren dar envidia a otras mujeres o no senttirse menos que ellas, pues si en realidad escucharan la opinión de los hombres descubrirían que a muchos de nosotros no nos gustan esos vulgares artificios que, en el caso de implantes de mamas, se justificarían si por algún motivo hubo extirpación de las naturales, caso éste en que sí cuenta la autoestima.

Descubrirían además que si muchos machos —para el caso, prefiero usar este término y no el de hombres—, se voltean en la calle para mirar un nalgatorio grande, sea natural o artificial, no es siempre porque quisieran que su mujer —novia o pareja— lo tuviera así, pues, desde el punto de vista estético, el exceso en las nalgas es tan feo como la falta de ellas; y, a la hora de la verdad, ese exeso más bien estorba.

Lo de la autoestima es, por tanto, ante otras mujeres. Además, ¿no suelen proclamar ellas que la belleza va por dentro? ¿A qué entonces tanta preocupación por la silueta perfecta?

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21-04-14

Irene Caselli

Los peligros de inyectarse silicona en las nalgas

Con lágrimas en los ojos, Denny cuenta cómo se despertó un día teniendo en la parte baja de su espalda una protuberancia del tamaño de una pelota de fútbol. No podía caminar o agacharse, y el dolor era intenso.

Denny —una abogada de 35 años que prefiere no dar su nombre completo debido a que algunos familiares no saben el motivo de su afección—, no tuvo que esperar a escuchar al médico para saber que ésta debía ser una secuela de la silicona líquida que se había hecho inyectar para aumentar sus nalgas. La sustancia se había movido a su espalda y estaba haciendo presión sobre su columna.

Las inyecciones en las nalgas son uno de los muchos procedimientos de cosmética a los que se suelen someter las mujeres en Venezuela para cumplir con los cánones de belleza de la sociedad. Estas aplicaciones de silicona líquida fueron prohibidas por el gobierno de ese país en 2012, seis años después de que Denny se inyectara.

Pero hoy en día esta práctica continúa, y, según la Sociedad Venezolana de Cirugía Plástica Reconstructiva Estética y Maxilofacial (SVCPREM), hasta un 30% de las mujeres entre los 18 y 50 años eligen estas inyecciones.

Y no se trata de una práctica exclusiva del género femenino. Los hombres también utilizan silicona líquida para aumentar los pectorales, aunque la estadística es menor.

Sin barreras

Las inyecciones se hacen con un biopolímero de silicona. El hecho de que se inyecta libremente en el cuerpo la hace más peligrosa que un implante, donde el gel está contenido en una especie de bolsa.

Lo más atractivo de esta técnica es su precio. Una inyección puede costar US$318, y toda la intervención no dura más de 20 minutos. Pero los riesgos son increíblemente altos.

«La silicona puede migrar a otras partes del cuerpo porque no tiene barreras. Además, el cuerpo puede tener una reacción inmunológica hacia este material extraño, creando muchos problemas», dice Daniel Slobodianik, un cirujano estético.

El experto advierte que los síntomas pueden surgir años después de que la persona se haya inyectado. Los pacientes pueden sufrir desde reacciones alérgicas hasta fatiga crónica. Si el líquido migra a otras partes del cuerpo, puede causar un dolor intenso en las articulaciones.

En el caso de Denny, la silicona se movió a su espalda, lo que causó que se creara una presión muy fuerte sobre su columna, haciendo que caminar fuera una tarea difícil. No obstante, hasta cierto punto tuvo suerte.

Si bien no hay cifras exactas, la SVCPREM estima que al menos una docena de mujeres mueren cada año como consecuencia de estas inyecciones.

El doctor Slobodianik es uno de los dos cirujanos especializados en eliminar el tejido afectado por estas inyecciones. Asegura que la lista de espera es larga. Tuvo que pasar un año para que Denny se sometiera a esta operación.

Muchos ni siquiera tienen los medios para pagar el tratamiento, pues sólo la operación cuesta unos US$9.540.

«Medidas perfectas»

Horas antes de someterse a la cirugía, Denny explica que algunos familiares no saben el motivo de su afección, y piensan que tiene un problema de espalda, que fue lo que ella pensó durante muchos años, antes de que apareciera la protuberancia.

Denny asegura que, de haber sabido los riesgos, no hubiera tomado la misma decisión.

«Yo me dejé arrastrar por ese boom en la oficina. Y la gota que derramó el vaso fue una juez que llegó y le vi unas nalgas tan bellas que eran dos globos hermosos. Yo era una mujer plana, y fue la juez la que me incentivó. Nunca estuve obsesionada con las medidas perfectas, pero me dejé llevar por la idea de que la mujer venezolana debe verse como una muñeca Barbie», cuenta.

Venezuela ha triunfado siete veces en el concurso de belleza Miss Universo, creado en los años 50 en Estados Unidos, por lo que se ha ganado la reputación de «fábrica de reinas de belleza».

«Autoestima»

Carolina Vázquez Hernández, consejera especializada en temas de la mujer, dice que la presión social en el país sudamericano es muy alta, mucho más que en otras naciones.

«Las mujeres venezolanas no tenemos una clara identidad de nuestras raíces. Y es debido a esta falta de identidad que nuestra autoestima es muy débil, por lo que nos sometemos a cualquier cosa que la aumente «.

Astrid de la Rosa está de acuerdo. Es una de las activistas líderes de la asociación «No a los Biopolímeros», una organización sin fines de lucro que se creó para apoyar a las víctimas de inyección de silicona.

De la Rosa cuenta que decidió inyectarse porque su pareja estaba a punto de dejarla. «Pensé que las personas te querían por la apariencia».

Poco después de ponerse silicona líquida, comenzó a enfermarse. Los médicos dijeron que tenía afectado el sistema inmune, y le diagnosticaron leucemia.

El motivo por el cual el gobierno prohibió las inyecciones de biopolímeros se debe en parte al trabajo de esta asociación.

Pero De la Rosa cree que eso no es suficiente.

«¿Dónde está la ayuda para nosotros?»*

Esta activista asegura que aún recibe todas las semanas llamadas de mujeres que se han inyectado, a pesar de que ahora es ilegal.

«No es una cuestión de género o de clase social. Hombres y mujeres lo hacen, y son políticos, actores… quienes lo han hecho», asegura. «¿Dónde está la ayuda para nosotros?».

Si bien el gobierno ha prohibido las inyecciones de silicona debido a los peligros para la salud, las compañías de seguros no cubren los gastos para tratar los problemas causados. Esto se debe a que no reconocen como enfermedad los efectos secundarios de ese procedimiento.

De la Rosa dice que con frecuencia hacen campañas para financiar las cirugías de las víctimas. Denny pudo pagar la operación con sus ahorros, pero el dinero no es lo que más le preocupa de momento. Acostada boca abajo en su cama después de la cirugía, sabe que la recuperación será de tres semanas, pero que la cicatriz será de por vida.

También es consciente de que la silicona puede volver a causar estragos en el futuro. No obstante, espera que al menos su trágica experiencia sirva de ejemplo a otras mujeres que piensan en inyectarse, y les ayude a aprender a aceptar sus cuerpos tal y como son.

Fuente

(*) NotaCMP.- ¿Qué ayuda? ¿Quién las manda a hacerse eso?

[LE}– ‘Mastectomía’, y no ‘masectomía’

22/04/2014

El término mastectomía, y no masectomía, es el adecuado para referirse a la intervención quirúrgica en la que se extirpa un pecho o parte de él.

En ocasiones aparece escrito el nombre de esta operación de forma inadecuada, como en

«La reconstrucción mamaria inmediata es una posibilidad que siempre se ofrece a las pacientes que requieren una masectomía» o

«Se ha sometido a una operación de doble masectomía para hacer frente al cáncer de mama que padecía».

La voz mastectomía está recogida en el Diccionario del Estudiante, de la Real Academia Española, con el sentido de ‘amputación total o parcial de la mama’, por lo que en los ejemplos anteriores se debería haber utilizado esta palabra, y no masectomía, forma que no aparece registrada en los diccionarios.

Es posible que la forma impropia sea un cruce indebido con vasectomía, pero mastectomía es un derivado de la voz griega ?????? (mastós), que significa ‘pecho, mama’ y que ha dado origen a otras voces, como mastitis (‘inflamación de los pechos’) y mastodonte (en alusión a algunos dientes de este animal extinto).

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