31-12-13
Carlos M. Padrón
En el artículo que copio abajo se cuenta cuán peligrosos son los que llaman gatos «asilvestrados», un adjetivo que para mí es sólo un eufemismo para no reconocer que esos felinos son, por naturaleza, fieras.
Los «no asilvestrados» serían los que nacieron en un ambiente doméstico, o sea, en una casa habitada por humanos, y mantuvieron constante contacto con éstos.
De no ser así, se comportarían como lo hicieron unos gatos que, si bien nacieron y se criaron a escasos metros de una casa de familia, en El Paso (isla de La Palma, Canarias), se comportaron como fieras, según ya conté en el artículo «No creo que a los gatos se les pueda considerar a priori animales domesticados«.
Este artículo recibió un comentario diciendo que los perros se comportarían igual de fieras si hubieran nacido y se hubieran criado en similares condiciones, pero discrepo porque, en el supuesto rarísimo caso de que una perra doméstica —como eran todas las que había en la isla— pariera dentro de unas tuneras tan próximas a una casa habitada, vendría a esa casa a solicitar comida, y traería con ella a sus cachorros en cuanto éstos pudieran caminar. La gata del cuento, aunque supuestamente «doméstica», no hizo nada de eso.
En el artículo que sigue se dice que el gato doméstico ha establecido poblaciones asilvestradas en islas de todo el mundo cuya extensión es inferior a los 290 km², y su población no supera los 900 habitantes.
Pues bien, la isla de La Palma tiene una extensión de 708,32 km², en sus montes no hay especies peligrosas para el hombre, y estoy convencido de que si alguien abandonara en ellos a una pareja —macho y hembra— de perros domésticos (en realidad, allá no hay de otros), éstos no tardarían en acercarse a la casa más próxima y quedarse en ella, si se lo permitieran, o seguir tras del primer humano que en el monte encontraran.
Sin embargo, los gatos del artículo que sigue fueron abandonados en islas mucho más pequeñas, se quedaron en los montes de éstas y vivieron allí como las fieritas que son.
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31/12/2013
Los gatos asilvestrados, el azote de las especies amenazadas en las islas
Un equipo internacional liderado por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha examinado el papel de los gatos asilvestrados en el contexto de la crisis de biodiversidad que sufren las islas.
El equipo ha determinado que estos invasores han contribuido a la extinción de al menos 33 especies de vertebrados endémicos. Los resultados, publicados en la revista BioScience, recogen que 13 especies se encuentran en peligro crítico en 12 islas de dimensiones reducidas.
Los investigadores han identificado aquellas islas donde existe una gran probabilidad de que acontezcan las próximas extinciones causadas por esta especie invasora. Para ello han tenido en cuenta datos sobre la alimentación, los impactos sobre la conservación de especies amenazadas y la experiencia de las campañas de erradicación ya realizadas.
Según estos resultados, dos reptiles, nueve aves y dos mamíferos se encuentran en peligro crítico, de acuerdo con la catalogación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
«Los datos que hemos obtenido pueden ser de gran utilidad a la hora de dedicar los escasos fondos de que disponen las agencias de conservación, a nivel nacional o internacional, a la vez que se priorizan la erradicación de gatos asilvestrados, además de otras especies invasoras, en un contexto global», destaca Manuel Nogales, investigador del CSIC en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología, ubicado en Tenerife.
La introducción de especies invasoras, particularmente de mamíferos depredadores, es uno de los principales factores que contribuyen a la extinción en las islas.
Desde la domesticación del gato salvaje africano, hace unos 9.000 años, el hombre ha dispersado ampliamente el gato doméstico, que ha establecido poblaciones asilvestradas en islas de todo el mundo, incluso en los archipiélagos más remotos.
- Siete de las 12 islas que albergan especies de vertebrados en peligro crítico se encuentran en el océano Pacífico: Alejandro Selkirk (Chile), Guadalupe (Baja California), Floreana (Islas Galápagos), Socorro (Islas de Revillagigedo), Fatu Hiva (Polinesia francesa), Robinson Crusoe (Chile), y San Lorenzo Sur (Baja California)
- Tres de ellas en el Caribe: Cayo Pine (Islas Caicos), Pequeña Caimán (Islas Caimán), y Anegada (Islas Vírgenes Británicas)
- Una en el Índico, Ámsterdam (Tierras Australes y Antárticas Francesas), y
- Una en el Mediterráneo (Baja California).
- Todas ellas tienen una extensión inferior a los 290 kilómetros cuadrados y su población no supera los 900 habitantes.

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