18-10-13
Amando de Miguel
Hay veces en las que la expresión parece muy clara, pero su comprensión se hace ardua.
Por ejemplo, cuando la información sobre el tiempo (la que tiene más audiencia) nos dice que va a haber «lluvias dispersas». Es decir, que no nos pueden decir si va a llover o no en nuestro pueblo.
Igual de impreciso es lo de «grandes claros». Tampoco nos dice mucho que se anuncien “nubes de evolución”. ¿Es que hay nubes que no evolucionan?
Por cierto, los meteorólogos de la radio o la televisión nunca piden perdón cuando se equivocan en sus predicciones. Bueno, tampoco los economistas o los sociólogos.
