[*Drog}– El drogamor, el deseo… y los chispazos

01-08-13

Carlos M. Padrón

Del artículo que copio abajo me llamó la atención lo de que el verdadero elixir del amor es un chispazo de 2 miliamperios de corriente eléctrica.

Por supuesto, el tal elixir —que en realidad no lo es porque, según el DRAE, elixir es un medicamento o remedio maravilloso— no se refiere al amor sino al drogamor, y aunque lo del chispazo me parece exagerado por la corta duración de éste, sí es de temer que alguien se lance a comprometer su futuro basándose sólo en un chispazo, o sea, en el afloramiento del drogamor, sentimiento entre cuyas buenas consecuencias —más allá de unos 3 años, y nunca permanentes— no está el ser un remedio maravilloso, pues como droga alucinógena que es, nada remedia, a menos que se quiera llamar remedio a una visión distorsionada de la realidad.

Si el articulista se refería al deseo y no al (drog)amor, entonces sí tiene sentido lo del chispazo, pues éste sólo suele durar hasta que consigue satisfacción y, una vez satisfecho, uno a veces se pregunta cómo diablos llegó a eso.

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15/06/2013

Judith de Jorge

El deseo es cuestión de un chispazo

Voluntarios que reciben 2 miliamperios de corriente eléctrica en el cerebro ven unos rostros más atractivos, en un curioso experimento científico.

El chispazo instantáneo que desencadena el deseo cuando se ve un rostro atractivo se enciende dentro de una región profunda del cerebro llamada área ventral, asociada con el procesamiento de la recompensa.

Ahora, investigadores del Instituto de Tecnología de California, en Pasadena, han descubierto una manera de avivar ese fuego. Ni regalos sorpresas ni cenas a la luz de las velas ni un nuevo vestuario sexy: el verdadero elixir del amor son 2 miliamperios de corriente eléctrica. Un chispazo en toda regla.

Utilizando una técnica llamada estimulación trascraneal de corriente directa (tDCS) —que pasa corriente a través del cerebro por medio de dos electrodos en el cuero cabelludo—, el equipo pidió a 19 voluntarios que evaluaran el atractivo de varios rostros caucásicos masculinos y femeninos. antes y después de que la actividad en sus áreas ventrales se viera incrementada.

Los rostros mostrados tenían expresiones neutras y habían sido generados por computador.

Un grupo de control recibió una estimulación eléctrica falsa, que produce una sensación de hormigueo pero sin corriente real. En comparación, los voluntarios que recibieron la tDCS calificaron las caras como mucho más atractivas en una escala de ocho puntos después de recibir el chispazo.

Como es lógico, los investigadores no proponen que utilicemos su descubrimiento para dar descargas a mansalva y hechizar a los amantes potenciales; sus intenciones son bien distintas.

Según explican, esta capacidad para manipular, sin drogas ni cirugía invasiva, una región profunda del cerebro, sugiere que técnicas similares se podrían utilizar para tratar trastornos asociados con las disfunciones de la zona ventral del cerebro, como la enfermedad de Parkinson, la esquizofrenia, la depresión y las adicciones.

La investigación aparece publicada en la revista Translational Psychiatry.

Fuente: ABC

[LE}– ‘Cortoplacismo’ y ‘cortoplacista’, términos adecuados en español

01/08/2013

Cortoplacismo y cortoplacista, derivados de la locución a corto plazo, son términos adecuados en español, tal como indica la Nueva Gramática de la Lengua Española, por lo que se escriben en redonda, sin cursiva ni ningún otro resalte.

Cortoplacismo alude al ‘hábito o práctica de actuar a corto plazo’ («En todas partes el cortoplacismo —pan para hoy, hambre para mañana— es intrínsecamente perverso») y cortoplacista hace referencia a lo ‘perteneciente o relativo al corto plazo’ (uso adjetival), así como a aquél o aquello partidario del cortoplacismo (uso como sustantivo).

Cortoplacista también se emplea como adjetivo en frases como

  • «La construcción de los planes de desarrollo exigidos por la Constitución se inspiró en una visión cortoplacista» o
  • «Si el análisis se realiza desde una perspectiva cortoplacista, el ahorro será palpable»,

y como sustantivo en

  • «El Banco encabeza la lista de los cortoplacistas» o
  • «El futuro no existe para el cortoplacista, sólo el presente».

Fuente: Fundéu