[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hernández y Castillo: Doloras (XI)
Tras de largo padecer,
un joven agonizaba,
y acompañándole estaba
sólo una débil mujer,
que la esencia del querer
en su rostro reflejaba.
Era la madre que oraba
por la vida de aquel ser.
Murió el hijo y, ¡oh, dolor!,
entonces ella impaciente,
por el grado de su amor,
rayó en locura y, demente,
dio por frases angustiadas,
¡fuertísimas carcajadas!