Dedicatoria
A mis discípulos
En la marcha pesada de la vida,
hay notas do dolor.
Notas tristes quo mi alma compungida,
hoy pulsa con ardor.
Con ardor porque anhelo la Verdad,
esencia de Dios mismo,
que es la vida, en la gran inmensidad,
desde ci Cielo al abismo.
Y expresan los lamentos de mi ser,
las doloras que en calma,
he podido en la vida componer,
entristecida el alma…
Entristecida al ver los desengaños
que en danza continuada,
se encuentran do la vida, años tras años,
en la, inmensa jornada…
Yo ofrezco a mis discípulos amados,
estas lúgubres notas.
Leedlas y estudiadlas aplicados,
que son frases remotas;
que son ayes del alma al comprender
lo que es la vida humana.
Estudiadlas, que un día habéis de ser
los hombres del mañana.
