– XX –
Cuando tú soltera estabas,
pude entonces comprender
que en tu anhelo de mujer
con tu porvenir soñabas.
Pasó el tiempo y te casaste,
y he podido investigar,
como con tanto soñar,
soñando te equivocaste.
¿Pensar acaso pudiste
con quien en ti no pensaba,
y como otro te admiraba,
a ese tal correspondiste?
¡A mí me da sentimiento
el pensar que hasta inmolarse,
mujeres van a casarse,
con otro en el pensamiento!
