[*ElPaso}– Miscelánea del municipio de El Paso / Wifredo Ramos Hdez.

Julio, 2008

Wifredo Ramos Hernández

El Municipio. Referencias históricas

El Paso ocupa la zona central de la Isla de La Palma. Surge como municipio en el año 1837, por segregación del de Los Llanos de Aridane, al que perteneció como pago o barrio, situado en la parte alta, al Este.

Ocupa una extensión de 135 Km. cuadrados, siendo el de mayor superficie de la Isla, y con una población cercana a los 7.300 habitantes. Limita con todos los pueblos excepto con Tazacorte y el mar.

Acontece su segregación por acuerdo de la Excma. Diputación Provincial, celebrando elecciones el 24 de junio en la Ermita de Nuestra Señora de Bonanza. Al día siguiente se reúne la Junta para la elección del primer Ayuntamiento, el que quedó constituido siendo su primer alcalde D. Manuel Taño Fernández (1800-1855).

El Paso. resumiendo de E. Larousse (1999), se describe “Ciudad de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, partido judicial de Los Llanos de Aridane (Los Llanos), que comprende la cabecera del Valle de Aridane y La Caldera, bosques, plátanos, tabaco, vid, frutales, hortalizas, ganadería, fábrica de tabacos, serrería, productos lácteos, almendras, centro sericícola y taller de sedas”.

Le fue otorgado el título de ciudad por el rey Alfonso XIII en el año 1910.

Habrá que tener presente que este territorio se ha completado con otros antiguos, pertenecientes a la época prehispánica, como el cantón o “reino” aborigen de Aceró (actual Caldera de Taburiente) y de la parte alta de los cantones de Aridane, Tihuya y Guehebey (correspondientes a Los Llanos, Tajuya, Tamanca, Jedey, y El Charco, respectivamente).

Por ello, se observará la relación o paralelismo con la historia insular palmera, y la de Los Llanos hasta la segregación.

Se podrían estimar como propios de El Paso diversos episodios.

Así, desde la conquista de La Palma se tendrán en cuenta los libros de Historia de Canarias, referencias de Fructuoso, Abreu y Galindo, Viera y Clavijo, Marqués de Lozoya, Millares Torres, y otras publicaciones recientes.

Se recuerda, del año 1491, el asedio de Granada por los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, que otorgan poderes a Alonso Fernández de Lugo para emprender la conquista de las islas de La Palma y Tenerife.

El 29 se septiembre de 1492 (día de San Miguel), Lugo y sus huestes desembarcan en la playa del actual Barranco de Las Angustias, surgiendo la denominación de Isla de San Miguel de La Palma.

Establece “paces” con el jefe Mayantigo, del cantón o “reino” de Aridane, y avanza por los once cantones restantes, anexionándolos, quedando uno solo por conquistar: Aceró, gobernado por su legendario paladín Tanausú.

Aceró, sinónimo de “lugar fuerte” —grandioso recinto en anfiteatro o caldera, rodeado de elevadas y escarpadas cumbres, con una salida que desemboca al mar (Axerjo), y otra más alta en Adamancasis (actual Cumbrecita), ambas difíciles pasos, defendidos por los nativos (benahoritas o auaritas)— se constituyó en un reducto inexpugnable.

Ante la imposibilidad de penetrar por cualquiera de tales pasos, se ha referido que Lugo y sus oficiales consideraron más fácil atacar por arriba, por “el paso” de Adamancasis.

Habiendo sufrido pérdidas, se retiraron, enviando después un mensajero a Tanausú, acordándose una entrevista en las cercanías de la Fuente del Pino, para un tratado de paz.

La tal entrevista fue una emboscada, y, sorprendido Tanausú por ella, el 3 de mayo de 1493 (día de la Santa Cruz), termina la conquista de la Isla, siendo incorporada a la corona de Castilla y fundada la capital, Santa Cruz de La Palma.

Los benahoaritas o auaritas, que vivían en una cultura troglodita, neolítica, dedicados principalmente al pastoreo de cabras y ovejas (sin lana), y alimentados con leche, carne, frutos de la tierra, cereales que tostaban para lograr gofio, mariscos etc., con el nuevo gobierno sufrieron un cambio radical de sus costumbres, pues la colonización española implantó una nueva administración, organización, cristianización, o religión católica, y también sistemas agrícolas, ganadería, cultivo de árboles frutales, herramientas, y trabajos u oficios.

Diversos indígenas o nativos de “bandos de guerra” fueron esclavizados y deportados; varios “de paces”, fueron defendidos por la nativa Francisca de Gazmira, y algunos devueltos a su tierra.

Se impulsaron actividades que contribuyeron al desarrollo de La Palma: construcción de casas, ermitas, conventos, iglesias, etc.; cultivos de la caña de azúcar, enviada a Flandes; los viñedos para buenos vinos, exportados a Europa; viajes hacia América; emigración a distintos países, como Cuba y Venezuela; sequías, volcanes, ataques piráticos, guerras y comercio, influyeron en la evolución hasta el siglo XX.

Los palmeros fueron gobernados por el antiguo Cabildo de la Isla —posteriormente, Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma— hasta que en 1812, con la nueva Constitución española, la tierra palmera queda dividida en once municipios.

En 1837, se segregan El Paso y Fuencaliente; y en 1925, Tazacorte, resultando los 14 municipios actuales.

El Valle

El Valle de Aridane es comarca formada por tres municipios: Tazacorte, Los Llanos, y El Paso.

La parte pasense se enmarca entre el Pico Bejenado y las cumbres Nueva y Vieja, con el pequeño valle de El Riachuelo, llano de Las Cuevas y otras zonas.

Destaca la geometría de los cercados para siembra de cereales; otros donde pasta el ganado vacuno, para leche o labranza; y otros con tagasaste, planta endémica utilizada para alimento de ese ganado.

Abundan los pinares, entre los que se eleva el Pino de la Virgen, considerado uno de los más hermosos ejemplares de Canarias.

La vegetación es exuberante en la cumbre de monte verde: fayas y brezos, castaños y morales (éstos para alimentar con sus hojas a los gusanos de seda), mostrando toda una atractiva policromía.

Los numerosos almendros alfombran el paisaje en época de floración. Cuando aparece “la brisa” en cascada de nubes —alisios que desbordan la Cumbre Nueva—, se producen efectos singulares y bellos.

La Caldera de Taburiente

Fue declarada Parque Nacional en 1954.

Maravilla geológica sin par, anfiteatro con diez kilómetros de diámetro y 3.750 hectáreas, y último “reino” aborigen, denominado Aceró (lugar fuerte), gobernado por el jefe, o “mencey”, Tanausú.

Recinto amurallado por altas cumbres, cuya cima es el Roque de Los Muchachos (2.426 metros); precipicios, pinar mejor conservado del Archipiélago, arroyos y bellas cascadas. Caldera por antonomasia, con salida al mar por el impresionante barranco de las Angustias (paisaje protegido).

Tiene otro acceso: el “Paso de Adamancasis”, actual Cumbrecita, mirador principal para contemplar La Caldera.

En el interior se encuentra el roque Idafe, declarado monumento natural, un lugar de culto auarita al que éstos hacían ofrendas.

Existe pista rodada hasta el mirador de Los Brecitos, y senderos para llegar a la zona de acampada, río, “playa” y demás lugares admirables.

Entre su interesante flora se citan pinos canarios, sauces, cedros, y la denominada viola palmensis. De su fauna: cabras, ovejas, palomas, pájaros, y las grajas; éstas sólo existen en La Palma.

En la cumbre de Los Andenes está La Pared de Roberto, de la que escribió su leyenda el científico llanense Elías Santos, en 1901.

Frutos de la tierra

Es encomiable el esfuerzo de los campesinos por lograr el mayor número de productos de la tierra para la supervivencia de las familias.

El Paso tuvo épocas de desarrollo agrícola y ganadero, estimando que la agricultura es fundamental en la economía de los pueblos.

Se realizan labores de labranza en la siembra de cereales, para su posterior consumo, transformados en harina o gofio. La zona estuvo calificada “granero del valle”.

Los cercados de Las Cuevas, con vacas lecheras pastando, muestran bellas estampas. En laderas se realiza pastoreo de cabras y ovejas. La producción de leche es necesaria, y el queso, principalmente de cabra, es muy estimado.

Se cultivan hortalizas para lograr apetitosos potajes y cocidos canarios; viñedos para obtener buen vino del país, en distintas zonas o en Las Manchas; árboles frutales para recolección de higos, peras, ciruelas, manzanas, castañas, almendras, plátanos, aguacates, etc.

El cerdo (popular “cochino”) es apreciado por su sabrosa carne, chorizos y chicharrones. También la carne de cabrito, cordero o conejo en salmorejo.

La cocina típica Canaria tiene aceptación, citándose además el gofio amasado, el escaldón, las papas arrugadas, y otros platos.

Y del fruto de los abundantes almendros —que llegaron a divulgar para el pueblo el calificativo de “El Paso de los almendros”— se elaboran los típicos dulces: almendrados, queso de almendra, bienmesabe, truchas, y sopas de miel, entre otros.

Tradiciones

Existen actividades o costumbres que se transmiten por generaciones. Algunas subsisten de la época prehispánica: pastoreo, salto del pastor, y lucha canaria.

Desde 1493, con la incorporación de La Palma a la corona de Isabel y Fernando, la colonización, agricultura, ganadería, oficios, etc. se impulsan otras faenas o fiestas como la labranza, fiestas de la Cruz, de la Virgen de las Nieves, etc.

En El Paso se festeja la Cruz de las Canales. En la fiesta de la Virgen de El Pino se celebra el “Día Típico” o de las tradiciones, con ordeño de cabras y desayuno con leche y gofio; la trilla en “La Era”, deportes autóctonos y juegos.

Del siglo XVI se conserva la artesanía de la seda. En este municipio existieron muchos telares, y aún perduran en activo en los barrios de La Rosa y Barrial. También se ha fundado el Museo de la Seda y Taller de Seda Artesana, con demostraciones en vivo.

Además de ferias de artesanía y exposiciones con diversidad de labores, como los buenos bordados, en el Recinto Ferial de Las Canales se realizan cada año ferias de ganado autóctono, con exhibiciones de arrastre.

Con relación a otras costumbres se comentan historias o leyendas como El Alma de Tacande, Los dos Brezos o la Pared de Roberto.

Patrimonio

Entre los aspectos representativos de la etapa prehispánica se mencionan los yacimientos o grabados rupestres de La Caldera, Pico Bejenado, Lomo de La Fajana (Paso de Abajo) y el Cementerio (descubiertos los dos últimos en 1982), estimados importantes en el patrimonio arqueológico insular.

En el apartado arquitectónico tiene interés el núcleo poblacional y la variedad de elementos.

Destaca la antigua ermita de Nuestra Señora de Bonanza y la casona aneja, fundación del alférez Salvador Fernández (1691). Su artístico artesonado combina el mudéjar y el barroco; el pavimento de piedra gris labrada se considera único, y los esgrafiados son los más extensos de la Isla.

Ermita de Nuestra Señora de Bonanza, o Iglesia Vieja de El Paso. Foto cortesía de Luis Centeno

Cercana está la nueva iglesia neogótica del mismo nombre (1935), con esbelta torre de 35 metros, imaginería, y los retablos tallados por el maestro tallista Arnau.

Torre de la iglesia de El Paso

Tienen interés varias casas, de arquitectura regional, entre ellas las del Museo y Taller de la Seda. Se cita el monumento al primer alcalde, Manuel Taño.

En Las Manchas, se encuentra la ermita de San Nicolás de Bari, fundada por Nicolás Massieu Van Dale (s. XVII), y el gran monumento erigido sobre el ramal de lava del volcán de 1949, dedicado a la Virgen de Fátima (1960).

Las Machas. Monumento a la Virgen de Fátima

También se estima de gran interés el patrimonio etnográfico pasense.

Fiestas

Considerando que El Paso es un municipio con población dispersa y barrios distantes, sus vecinos son excelentes colaboradores de las fiestas, dotados con habilidades en distintas facetas, demostradas en diversas manifestaciones artísticas o laborales.

Entre sus fiestas se citan: Festividad de Nuestra Señora de Bonanza (S. XVIII); Semana Santa, y Corpus; Sagrado Corazón de Jesús (1919), destacando los tapices vegetales (cuadros), alfombras y ornatos de los barrios en las calles; Fiesta de la Virgen de El Pino, su trienal bajada desde el monte a la población, y su importante romería típica con más de cien carrozas e innumerables actos; Cruz de Las Canales, con loa y carrera de sortija a caballo; Virgen de Fátima, por el barrio de su nombre (1954); y San Nicolás de Bari (Las Manchas), entre otras.

Con las fiestas se relaciona la participación y labor cultural de la Banda Municipal de Música, Coro Parroquial, Coral Nuestra Señora de El Pino, Agrupación Folklórica Cumbre Nueva, encuentros Internacionales de Música, Orquesta Sinfónica, Grupo “Volcán de San Juan”, y Coral San Nicolás, de Las Manchas, entre otros grupos y solistas.

En la Bajada Trienal de 2006, el 27 de agosto en la Plaza Francisca de Gazmira se celebró el acto público de Nombramiento de Alcaldesa Honoraria Perpetua a Nuestra Señora de El Pino.

La artesanía de la seda en El Paso.

Desde pequeño recordamos oír hablar de sedas, bordados, y de algunas personas que hacían trabajos en mi pueblo natal de El Paso.

En el año 1969, al encontrarnos como profesor en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos, de Santa Cruz de La Palma, surgió el tema de las labores en seda y comentarios sobre el proceso de las mismas.

En las vacaciones de verano aprovechamos para hacer un seguimiento de las actividades, por lo cual nos pusimos en contacto con aquellas personas más relacionadas con el tema.

Todos los pasos del proceso resultaron muy interesantes, y una oportunidad para conocer y apreciar la importancia del mismo.

Tal experiencia nos animó a escribir algunas notas de divulgación, con el título: ”Resurgimiento de las sedas en El Paso”. De ellas seleccionamos algunas frases, que valgan como referencias de lo publicado.

“Hemos oído decir que esta antigua y típica industria sericícola, es una de las más importantes de nuestra Isla”.

Encaminamos nuestros pasos hacia el barrio de La Rosa. En dicho barrio vive una afamada artesana de los telares: Dª María González (recordamos que la mayoría de las familias pasenses tenían telar).

Actualmente hay varias personas que saben tejer; unas ya no lo hacen, otras tejen en trabajos determinados, y algunas en ratos libres. Pero puede decirse que de aquella euforia de hace ya muchos años, cuando se difundió la fama de las sedas de El Paso, principal centro sericícola de la Isla, ya queda poco.

Doña Maruca —así más conocida— nos recibe con toda amabilidad y nos cuenta muchas cosas.

Lleva aproximadamente medio siglo traqueteando sus telares y sigue esta labor por tradición familiar de varias generaciones. Mucha gente ha ido por su casa a verla trabajar, interesándose por el funcionamiento de los viejos telares: estudiantes, profesionales, turistas… y hasta el cámara Jorge le hizo un reportaje para la “tele”.

Dª Maruca consiguió semilla de “bichos” de la que repartió entre sus amistades para que criaran gusanos de seda.

Hizo buen tiempo, soleado, y la simiente “reventó”, creciendo los gusanos saludables, y devoraban la hoja de moral haciéndola desaparecer.

Cada semana íbamos a verlos: primera muda o dormida, hasta la quinta edad, que constituyen etapas de la metamorfosis. Al final los gusanos grandes, amarillentos, buscan las ramas para “hilar” su capullo.

Vimos en casa de Dª Rosa Mederos, en una habitación llena de cajas y panas, cómo se había preparado el tomillo o el brezo secos.

También nos mostró su colección de tejidos: sedas, lienzos, lanas y traperas. Los gusanos entre las ramitas iban tendiendo con su boca hebras de seda y, poco a poco, construían el capullo hasta quedar transformados y encerrados en él.

En El Barrial, en casa de Seo y Yaya, contemplamos aquellas “montañas” de capullos, de forma cilíndrica y con los extremos redondeados. Después se ha de ahogar al sol “la divina”, o crisálida, que está dentro del capullo para que no lo perfore y trace la hebra.

Y ahora, a recurrir a la “sedera”: la mujer (artesana) cuya misión es la de convertir los capullos en madejas de largas hebras.

Una tarde nos trasladamos a Todoque, cuando Seo y Yaya fueron a “sacar la seda”.

Allí conocimos a Dª Nieves, la sedera. Tal vez sea ella la única persona que con más regularidad se dedica a esta labor en la Isla.

Nos dice que lleva muchos años sacando seda. Una caldera colocada en un fogón recubierto de barro, con un hueco a un lado para la leña, con objeto de calentar agua.

En ésta, ya caliente, se introducen unos pocos capullos que se irán ablandando para que las hebras de los mismos se desprendan, lo que se logra levantándolos con una escobilla de brezo, tomándose algunas que, retorcidas, forman otra hebra del grosor deseado, pasando ésta a las distintas piezas del torno (“aguja”, carrete, burgado) hasta llegar a las aspas, donde se llena la gran madeja.

El “tornero” hará girar la manivela, las aspas del torno se impulsan, y se establece una curiosa danza: la de los capullos dentro de la caldera saltando mientras la “música” zumbante del torno que gira y gira va tirando de la hebra.

Y, en tanto, los capullos se consumen, y una ancha cinta de hilos va envolviendo las grandes aspas. Por último se tira de la ”madrina” y, debidamente atada, se separa del torno la dorada madeja de seda, que brilla destellante al sol. Así concluye el sacado de la seda.

Posteriormente seguirán otras fases de tratamiento, que el traqueteo de los telares y la habilidad del tejedor convertirán, con hilos, en telas, telas sedosas, reflejando su primerísima calidad.

El entusiasmo vivido por una decena de familias pasenses este verano —entre personas mayores y jóvenes, particularmente la de Dª Maruca, su hija Bertila y su nieto Antonio— estimula en años venideros al cultivo de esta industria popular cuya fama ha traspasado nuestras fronteras. (Diario de Avisos, 04- 02-1970).

Concluyendo, mencionamos una relación de datos, a modo de efemérides.

  • Después de la conquista de La Palma por Alonso Fernández de Lugo, el 3 de mayo de 1493, se produce un cambio radical: nuevo gobierno, administración, colonización, cultivos, oficios, herramientas y artesanías. Y quizás se impulsaría la artesanía de la seda con gran desarrollo.
  • En el siglo XVIII la industria de la seda comenzó a decaer.
  • Los alcaldes de La Palma acuerdan se solicite una Estación Sericícola para El Paso, ante la visita del ministro de Gracia y Justicia. El alcalde pasense, Manuel F. Sosa Taño, prepara una exposición en la que se podía contemplar todo el proceso para la elaboración de la seda.
  • El ministro firmó una Orden creando la Estación de Sericultura Insular, (1927), Programa de la Bajada de Ntra. Sra. de El Pino (1955), y Efemérides (08- 02 -1927).
  • En 1955, exposición de artesanía en una sala del Colegio-Patronato pasense.
  • A la Feria Iberoamericana de Madrid asisten las destacadas artesanas de la seda, Nieves Jiménez (de Todoque, Los Llanos) y Bertila Pérez (de El Paso) actuando como profesoras de varios cursos.
  • A instancia del Ayuntamiento de El Paso, se publica un libro titulado: “La seda, un arte palmero de siglos”, escrito por Talio Noda Gómez. Estimamos se trata de un detallado estudio etnográfico que deja constancia de la sericicultura en El Paso, para el conocimiento de todo el proceso. Esta ilustrado con excelente colección de fotografías y dibujos. También participan el destacado profesor Régulo Pérez y el maestro pasense Braulio Martín.
  • Apertura de la Primera Feria Insular de Artesanía, realizada en El Paso (1988).
  • En 1999, la Feria de Pinolere rinde homenaje a las artesanas de la seda de La Palma: Florencia Nieves Jiménez, y Bertila Pérez. (El Día, 05-09-1999, p. 24).
  • En 2001 se inaugura el Taller “Museo de la Seda”, con tres artesanas agrupadas en una empresa denominada “Las Hilanderas de El Paso”. Una es hija de Bertila.
  • En 2002, el Recinto Ferial de Tenerife reunirá a 305 artesanos, entre ellos del Taller “Doña Maruca” de El Paso.
  • En 2004, se celebra la XVII Feria de Artesanía Insular dedicada a la seda en El Paso.
  • El Cabildo colabora con Las Hilanderas de El Paso en un nuevo taller.
  • El Paso – Cultura financia la ampliación del Museo de la Seda. El ministerio ha concedido una ayuda de 170.000 euros, para su ampliación, conservación y ciclo completo, del proceso del hilado y tejido de la seda. La ampliación permite asegurar la continuidad de esta artesanía única en Europa. (El Día, 24-05-2007).

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Wifredo Ramos Hernández es Cronista Oficial de El Paso