[*Misc}– El nombre científico del volcán de El Hierro es 1803-02. ¿Discriminación, arbitrariedad u olvido?

Carlos M. Padrón

Esta nomenclatura asignada a los volcanes habidos en Canarias no la entiendo.

Según el artículo que sigue, el nombre científico del actual volcán en actividad en El Hierro es 1803-02 porque el 18 corresponde a la región (España); el 03 a la subregión (Canarias), y el 02 al número del volcán, pues el 01 es el Teneguía, en la Palma, y el 03 es el Teide, en Tenerife.

¿Y dónde queda, por ejemplo, el que hizo erupción en La Palma el 24/06/1949 y al que se le conoce por los nombres de Duraznero, Cumbre Vieja, San Juan o Nambroque?

¿Y cuál será el número que corresponda al próximo? ¿00?

Ni siquiera vale decir que la nomenclatura comienza en el siglo XX, pues El Teide es de mucho antes.

Esto no tiene sentido.

Veamos sólo año, nombres y lugares del algunos volcanes habidos en Canarias.

  • 1470 y 1472. Montaña Quemada, en La Palma.
  • 1492. Se dice que cuando en su primer viaje a lo que luego se llamaría América pasó Colón por Canarias, no quiso detenerse en Tenerife porque había un volcán en erupción —posiblemente el Teide—, y por eso se detuvo en La Gomera.
  • 1585. Tahuya, en La Palma.
  • 1646. Tigalate, en La Palma.
  • 1677. San Antonio, en La Palma.
  • 1730-1736. Timanfaya, Lanzarote.
  • 1909. Chinyero, en Tenerife.
  • 1949. Duraznero, Cumbre Vieja, San Juan, o Nambroque, en La Palma.
  • 1971. Teneguía, en La Palma.
  • 2011. La Restinga, en El Hierro.

O sea, que de esta pequeña lista sólo tres tienen nombre «científico». Pero la cosa empeora si echamos un vistazo al cuadro que sigue.

Volcanes Canarias

En fin, que esto del 1803-02 como nombre «científico» para el volcán actualmente en proceso en la isla Canarias de El Hierro me suena a discriminación, arbitrariedad u olvido.

***

14/10/2011

El nombre científico del volcán de El Hierro es 1803-02

Un accidente geográfico, la mitología, el folclore o la imaginación popular son el origen habitual del nombre de los volcanes, que en el caso de El Hierro es conocido por los científicos con los números 1803-02.

Estas cifras identifican el volcán: el 18 corresponde a la región (España); el 03 a la subregión (Canarias) y el 02 al número del volcán, (el 01 es el Teneguía, en la Palma, y el 03 es el Teide, en Tenerife).

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La mancha verde revela la erupción volcánica

El catedrático de volcanología de la Universidad Complutense de Madrid, Eufemio Ancochea, ha señalado que la mayoría de los volcanes están relacionados con la mitología de los pueblos y con lugares sagrados.

En el hipotético caso de que surgiera una nueva isla volcánica como consecuencia de las erupciones en El Hierro, Ancochea ha afirmado que «no hay ningún criterio para darle un nombre, a no ser que los pescadores denominen de alguna manera a esa zona».

El área donde se han producido las dos erupciones es conocido como el mar de Las Calmas.

Hoy, el buque científico «Profesor Ignacio Lozano» llegará al puerto de La Estaca, en Valverde (El Hierro), para colaborar en la gestión y evaluación de las erupciones submarinas que se han producido en las proximidades de La Restinga.

Desde este buque se harán diversos perfiles verticales de parámetros físico-químicos y geoquímicos, así como de gases disueltos en las aguas.

Fuente: ABC

[*ElPaso}– «Espejo de la Vida» / Poesías de Pedro Martín Hernández y Castillo: Parte 2-VII

– VII –

¡Oh, sí! Te vi bañar
de la playa en las aguas nacaradas,
y con tu ser de formas delicadas,
allí jugaba el mar.

Cual soñada sirena,
que está en la mente de inspirado artista,
formabas una estela como arista
llegando hasta la arena.

Entre blancas espumas,
cuando bajo las olas te creía,
tu cara angelical aparecía,
cual Febo entre las brumas.

Quedo el mar un momento,
tendida entre sus aguas reposabas,
y en éxtasis profundo contemplabas
el bello firmamento.

Figura vaporosa
o ninfa, de los mares parecías.
Nadando, muchas veces emergías
en forma caprichosa.

De nuevo tu cabeza
aparecía en las inquietas olas,
y entusiasmado contemplaba a solas
de tu ser la belleza.

Mas, en lapso apacible,
en reposo la mar, en un instante,
te vi sobre sus aguas, arrogante
como un ser intangible.

De fragancias esencia,
y extracto de lo bello en la hermosura,
de tu alto ser tal era la figura,
que sólo era inocencia.

Las líneas cabalísticas
y los perfiles de tu ser sonado,
le daban a tu cuerpo delicado
direcciones artísticas.

Ya en pie sobre la arena,
y envuelta en blanco manto, te enjugabas;
el oleaje extática mirabas,
con reto de sirena.

Más que ninfa dichosa,
angélica visión me parecías,
cuando sobre tus carnes extendías
tu cabellera hermosa.

Allí lo acariciaba
el aura, y por tu cuerpo seductor,
en mis ansias pletóricas de amor,
ansioso te miraba.

Y cuando a tu retiro
tornabas leda, de ventura en pos,
tenues olas enviábante un adiós,
y mi alma un fiel suspiro.

¡Oh, sí! Tu gran belleza
hizo en mi pecho el corazón latir,
y en mi cerebro un ideal surgir,
basado en tu grandeza.

Y además completaba
el valor do tu física hermosura,
la existencia de un alma bella y pura
que en tu faz reflejaba.

Dones que te dio el Cielo,
que en ti desde aquel día he contemplado,
y este sencillo canto han inspirado,
ansioso en mi desvelo.

Porque ores, bella flor,
el hada en quien pensaba con delirio;
por ti seguí el sendero del martirio,
la ruta del amor.

¡Oh, sí! Te vi bañar
de ribera en las aguas nacarinas,
y alcé para tus gracias peregrinas
en mi pecho un altar.

[*IBM}– Del baúl de los recuerdos: Historias paranormales / Leonardo Masina

14-09-2003

Leonardo Masina

Como empleado de IBM y por trabajo para IBM tuve que viajar bastante.

En la primavera de 1971 estuve en Londres un mes y me hospedé en un hotel cerca de Hyde Park.

Recuerdo que la encargada era un bella mujer de origen árabe, casada con el director del hotel, y que siempre me comentaba que tenía una prima en Venezuela que era una actriz de telenovelas (yo ni sabía quién era), y que algún día iría a Venezuela a visitarla.

Recuerdo también que en el hall del hotel había una de esas slot machines, y todas las noches, antes de irme a acostar, ponía yo una moneda en la máquina, halaba la palanca y me iba, y esta mujer me preguntaba por qué nunca esperaba a ver si había ganado.

La última noche, y ya que tenía que salir temprano para Greenock (Glasgow) por la mañana, les pedí que me tuviesen preparada la cuenta, e hice lo de siempre, pero cuando iba por el pasillo rumbo a mi habitación empezaron a sonar sirenas y campanas.

Me asusté porque pensé más bien en una alarma de incendio, pero resultó que yo había hecho el jack pot. Y en recepción me dijeron que por la mañana sacaríamos cuentas.

En efecto, cuando por la mañana fui para el checkout me encontré mi factura y un fajo de billetes. Era lo que me quedaba después de haber pagado el hotel, ¡y era una buena cantidad!

Al cabo de unos años, exactamente en el verano de 1974, volvía yo de un curso del S/7 Marítimo, en Bruxelles, y ya que lo último del curso era una práctica en el “Prince Philippe”, un ferry que hacía la ruta Ostenda Dover, en lugar de volver a Bélgica para luego irme a Paris y de allí a Caracas, me las arreglé para quedarme en Dover e irme luego a Londres para tomar un vuelo esa misma noche y así poder regresar a Caracas un día antes.

Como sufro de claustrofobia, en el avión intento dormirme para así desconectarme y viajar tranquilo.

Recuerdo que en ese viaje de regreso a Caracas cené y caí en un entresueño, y que cerca de mí estaba una mujer que no hacía más que hablar de espíritus, fantasmas, reencarnaciones, y cosas paranormales.

De repente hubo un gran estruendo y un salto en el vacío que no paraba; parecía la bajada de una montaña rusa. Una azafata se partió una pierna, y hubo algunos heridos más.

Cuando pude abrir los ojos me encontré en medio de gente rezando y, en mi entresueño, modestamente pensé: «Ya estoy en el Paraíso».

Luego me di cuenta de la realidad: había sido un vacío de aire muy grande, y el avión había perdido no sé cuánto de altura. Afortunadamente no pasaron cosas mayores.

Parece que ese susto le dio más ánimo a la mujer espiritista, pues con sus temas paranormales puso a todo el mundo con los pelos de punta.

De pronto recordé algo y le dije: «Yo sé leer la mente y el pensamiento». Y, haciendo un poco de farsa, le conté un poco de su vida: le dije que era egipcia, que trabajaba o había trabajado en un hotel, y que iba a Venezuela a visitar a su prima que era una actriz famosa, etc.

La mujer se acojonó tanto que nos dejó descansar todo el resto del vuelo, pues no volvió a abrir la boca, y así pude volver a dormir.

Cuando, poco antes de aterrizar, nos despertaron para el desayuno, la mujer tenía el aspecto de alguien que ha pasado una mala noche. Sus ojos parecían los de un búho, y no paraba de mirarme, pero no se atrevía a dirigirme la palabra.

De repente le pregunté:

—¿Cuántas personas hicieron el jack pot en la slot machine de su hotel?

Ella me contestó:

—Que yo recuerde, una sola: un muchacho que venía creo que de Venezuela.

Y le contesté:

—¡Ese muchacho soy yo!

Por poco me pega. Empezó a decirme de todo porque le había hecho pasar una noche terrible creyendo que de verdad yo podía leer el pensamiento.

Éstas son de esas casualidades que le pueden ocurrir a uno una sola vez en la vida,… como la de ganar el jack pot.