[*Opino}– Seis cosas que me hartan sobre las redes sociales

Creo haber dicho ya aquí que no me gustan las redes sociales y que, por ello, no pertenezco a ninguna, e ignoro todas las invitaciones que me llegan para que entre en alguna de ellas.

Por tanto, no puedo opinar, con fundamento sólido, sobre lo bueno o malo que ofrecen, pero, porque me pareció interesante el análisis que al respecto me llegó por vía de Oficina Virtual, hice de él el extracto que sigue, y que reafirma mi decisión de mantenerme lejos de esas redes.

Carlos M. Padrón

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Seis cosas que me hartan sobre las redes sociales

27 septiembre, 2011

Edgardo Tamarit

Me agradan las redes sociales.

Les agradezco la forma en que me han permitido estar cerca de familiares y amigos, a pesar de que algunos viven a más 1.200 km de mi ciudad natal. Estoy agradecido por el constante flujo de información divertida, útil e interesante que ofrecen.

También por las muchas personas interesantes que he conocido y llegado a conocer a través de ellas. Me encantan las oportunidades profesionales que me han proporcionado, y, sobre todo, el valor que tiene la forma en que están cambiando el mundo, para mí más plano y transparente, desafiando las formas de hacer negocios, elevando la importancia de las relaciones y la afinidad, como también fomentar una mayor escucha y respuesta.

Pero hay algunas cosas que me hartan sobre las redes sociales, dentro y fuera de ellas. Especialmente en algunas actividades y usos que muchas empresas desarrollan con ellas, como también en las que realizan algunos individuos particulares.

Aquí las comparto según mi sentir y, por supuesto, están invitados a añadir las que quieran.

1. Mensaje directo automático

La avalancha de mensajes automáticos y genéricos en mi Twitter «bandeja de entrada DM» que se interpone en el camino de los mensajes personalizados y valiosos que recibo.

2. La presión por no seguir a alguien

Es inevitable que en los canales digitales sociales se sufran los mismos problemas que en los canales sociales tradicionales, y la presión social es uno de esos problemas.

Es incómodo para uno rechazar a las personas que desean conectarse, seguidores o amigos, y es aún peor cortar esos lazos una vez que están hechos.

El año pasado reduje la lista de amigos de mi Facebook personal y esto enojó a persona que conocí a través de otra y con la que no había tenido yo contacto por más de 12 meses. El tipo cada vez que podía dejaba sentado en su muro que había personas capaces de, en silencio, quitarlo como amigo, porque sí.

3. Narcisismo

Durante mucho tiempo he estado en contra de los escépticos que creen en los medios de comunicación social como un refugio exclusivo para los narcisistas, pero esto no significa que el narcisismo no esté vivo y exista en las redes sociales.

Hay en ellas muchos tipos diferentes de narcisistas.

Está el “Blanca palomita”, que cada día habla acerca de la grandeza de su vida, el brillo de su futuro y su gratitud por cada salida del sol, la flor en ciernes y una gota de lluvia.

También el “Dema ? Gogo”, que obsesivamente anuncia todo lo bueno que otros piensan de él, tira pensamientos que ni por casualidad pondría en práctica pero que se oyen bien y, además, es capaz hasta de anunciar cuándo se le ha agregado en una nueva lista de Twitter.

Por último, están los narcisistas “Bipolares”, cuyas actualizaciones de estado varían enormemente: un día fotos de fiestas e historias con amigos maravillosos y lugares espléndidos, y al día siguiente leemos lo mucho que odian su trabajo, al conductor del transporte que los lleva, o sus vidas.

Por definición, todos los narcisistas se centran en sí mismos y no en los otros, y esto es lo que los hace tan pesados en las redes sociales.

4. La búsqueda de respuestas fáciles y consejos de gurú

Las redes sociales son nuevas, están evolucionando y hasta por ahí confunden, así que es comprensible ver a muchas personas y empresas luchar por encontrar oportunidades y desafíos. Pero esto, no debe ser excusa para buscar respuestas fáciles.

Nada de lo importante y necesario para lograr metas a largo plazo es fácil, y las mejores prácticas universales para alcanzarlas no se pueden aplicar para todos los públicos por igual.

Así como no existe una estrategia de publicidad gráfica, o de televisión, la estrategia Web tampoco funciona en todos los casos. Por tanto, no habrá una estrategia universal para las redes sociales.

Desde la identificación del público y el establecimiento de metas para medir el ROI de la ejecución, las estrategias de cada organización deben ser únicas. Por supuesto, es bueno aprender de los competidores y lo que están haciendo, pero hay que reconocer que el verdadero beneficio estratégico sólo será obtenido por aquéllos que se comprometen con la diferenciación a través del aprendizaje y la experimentación.

Nada es fácil, así que ¡no jodan con soluciones fáciles y los consejos de gurú!

5. El verso de la fatiga y el menosprecio de estar

Estoy oyendo permanentemente los cuentos de la gente que dice estar cansada de las redes sociales, y entonces se borra u opta por no estar nunca en ellas,… lo cual parecen ser exactamente eso: cuentos y no hechos. Por cada persona rara que sale de las redes sociales, cientos entran o profundizan su compromiso.

El número de personas que mantienen un perfil en las redes sociales sigue creciendo. Así que, antes de creer este verso de que algunos se están cansando de las redes sociales, hay que considerar dos cosas: La primera es que los seres humanos son inherentemente sociales, y la segunda es la cantidad de redes y medios sociales existentes, su evolución y sus cambios continuos.

Así como la internet del 2011 es una muy diferente a la del año 2000, podemos esperar el mismo tipo de evolución y crecimiento en los medios de comunicación social en los próximos años. Las herramientas sociales de 2015 serán más fáciles, personalizadas, útiles y valiosas, y, en este sentido, la gente no va a ser menos social en el futuro que en la actualidad.

6. Buscar el próximo gran descubrimiento

A todos nos gustan las cosas nuevas y querer estar a la vanguardia, pero hay que centrarse en atender las cosas reales que hay que hacer hoy.

No se puede estar pendiente en Facebook o Twitter de todo lo que vendrá o se lanzará en breve. Obviamente, habrá un «próximo gran descubrimiento», quizá sea la geolocalización, celulares, Web semántica, televisión interactiva, realidad aumentada, nanotecnología, los descubrimientos fortuitos, o alguna combinación de los mismos, pero ¡vamos a caminar antes de correr!

Para una empresa no es bueno especular o confiar en el «próximo gran descubrimiento» cuando aún no ha descifrado el código para escuchar a los clientes, darles respuestas, contactarlos y saber cómo fomentar la promoción en los canales más populares de la actualidad social. Para la gente en particular, en cambio, eso se llama estar perdiendo el tiempo. Digo, para la gran mayoría de las organizaciones y personas, el “próximo gran descubrimiento” todavía son las redes sociales y lo serán en los próximos años también.

Fuente: Oficina Virtual

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