[*Opino}– Más sobre nacionalismo léxico: ‘balconing’

Titular en El Mundo (España) del 26/05/2011, correspondiente al artículo que copio más abajo:

El 112 ante la temporada turística: ‘Tenemos un grave problema con el balconing’.

¡No mejora el enfermo!

Como ya dije en el artículo Nacionalismo léxico, en España, donde tanto detestan el inglés y, en particular, lo que venga de USA, siguen haciendo el ridículo tomando palabras españolas, añadiéndoles la desinencia -ing, propia del inglés, y usándolas en vez de las originales inglesas.

Así ha ocurrido, entre otros, con el puenting (en inglés, bungee jumping, o simplemente bungee), o con un caso bien raro: el uso de footing para hacer ejercicio caminando (en inglés foot es pie), en vez de jogging, que es el término usado en inglés para esa actividad.

Y ahora llaman balconing a lo que en inglés se llama plancking,… a pesar de que —desde que, haciendo esta estupidez de ponerse boca abajo en la baranda de un balcón, ventanal o terraza de un piso alto, se han matado varios idiotas— la prensa española ha usado el término correcto: plancking.

Pero no sé si por ignorancia, patriotismo recalcitrante, o falta de dignidad —creo que un poco de todo eso—, ahora alguien decidió que no, que tal vez por aquello de que Spain is different, no hay que usar el término inglés sino uno made in Spain, y que éste tenga por base una palabra inglesa pero que no sea la usada por los angloparlantes.

No es de extrañar que, de pronto, al lipofilling lo llamen teting.

Carlos M. Padrón

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26/05/2011

El 112 ante la temporada turística: ‘Tenemos un grave problema con el balconing’

Hugo Sáenz

Dos víctimas en una misma semana han sido más que suficientes para que se enciendan todas las alarmas. Con el inicio de la temporada turística, el temido ‘balconing’ también ha regresado de la mano de los turistas.

Los responsables del servicio de Emergencias 112 de Baleares no quieren que se vuelva a repetir la situación del verano pasado, cuando seis jóvenes perdieron la vida en las Islas por esta práctica, y esta mañana han mantenido una reunión de trabajo con los consulados extranjeros para preparar la nueva temporada.

Pese a que la cita estaba organizada ya con anterioridad, el fenómeno del balconing se ha colado entre los temas del día, sobre todo tras las dos últimas víctimas de esta semana en Mallorca.

Así, la directora del 112 en Baleares, Isabel Juste, ha asegurado a los medios tras la reunión que tienen «un grave problema con el balconing». Juste ha hecho referencia a este fenómeno que tiene lugar cada verano en Baleares, aunque a la hora de definirlo ha insistido en que «para nosotros son precipitados, personas que caen a la calle desde la terraza de un hotel».

Durante la reunión, el Servicio de Emergencias ha recogido todas las sugerencias de los consulados extranjeros para poder mejorar la cooperación entre todos los organismos de cara al periodo estival. La iniciativa surge de los convenios de colaboración que el 112 mantiene con 11 consulados en la actualidad.

Fenómeno sociológico

Tras un año en las portadas de todos los medios y copando minutos en los telediarios, el balconing se ha convertido ya en todo un fenómeno sociológico. Tras los saltos entre balcones de estos turistas suele haber un cóctel de drogas, alcohol, juventud e imitación con consecuencias irreparables. Esta práctica de riesgo provoca durante el verano «un aumento de la demanda» sanitaria en Baleares debido al gran número de heridos que se registran cada año.

Normalmente, este fenómeno está ligado a una franja de edad determinada, en la que la prudencia o el sentido del miedo es menor. Los profesionales sanitarios abogan por una actuación conjunta de sector hotelero -con más medidas de prevención- y de familia, colegio, amistades, medios de comunicación, etc.., para evitar esta práctica por completo, aunque no es tarea fácil.

El año pasado los hoteleros llevaron a cabo nuevas medidas para evitar que los turistas siguieran con esta práctica. Aumentaron la altura de las barandillas de las terrazas para evitar caídas incluso por encima de los 1,05 centímetros exigidos, llegando al 1,10 o 1,20 y algunos de ellos optaron por balcones casi cerrados, pero el problema sigue ahí y las autoridades están preocupadas por cómo evolucionará el verano en este aspecto.