Carlos M. Padrón
Como consecuencia de una para mí afortunada reunión vecinal habida el pasado año cerca de mi casa natal, en El Paso, Martín Pérez Taño, hijo también de El Paso donde todos lo hemos llamado siempre Miguel Ángel, me hizo llegar un ejemplar de su novela «Raúl».
Ya en mi artículo Mi llegada a la computación y a IBM – Un tributo a quienes influenciaron mi vida. Hechos y anécdotas, mencioné a Miguel Ángel entre las personas que de algún modo influyeron en mi vida, y él es una de las que, estando ambos en Venezuela, me hizo un gran favor.
Comoquiera que los protagonistas de tal novela son un muchacho de El Paso (La Palma, Canarias) y una muchacha de San Cristóbal (Venezuela), cuando esta primavera de 2011 fuimos Chepina y yo a El Paso me llevé el ejemplar de «Raúl», fuimos a visitar a Miguel Ángel, y luego de los saludos le dije que tenía frente a él la réplica de los protagonistas de «Raúl», pues Chepina es de San Cristóbal y yo de El Paso.
Luego le pedí que me dedicara el ejemplar que me había hecho llegar a Venezuela, y no sólo nos lo dedicó sino que nos regaló ejemplares de otras dos novelas suyas: «El Terrenito o Nicht Zu Verkaufen» y «Así murió Tanausú», de las cuales no tenía yo noticia alguna.
Después de haber leído esas tres novelas, creo que (y comento por orden cronológico):
1.- «El «terrenito», o Nicht Zu Verkaufen» (2000)
Es una fiel estampa anecdótica de la vida localista de El Paso en los tiempos en que comenzó a llegar a nuestro pueblo el turismo que vino para quedarse.
La descripción de los personajes y de las situaciones por ellos creadas corresponde exactamente con la realidad.
Mención aparte merece el genial toque de humor que me mantuvo riendo durante casi todo el tiempo que duró un vuelo entre Tenerife y Madrid, tal vez porque Rumenigue, el personaje de la novela, me hizo recordar a algunos alemanes que conocí en IBM de Venezuela.
2.- «Raúl » (2003)
Destaca el gran valor de la reseña histórica acerca de cómo era la vida en El Paso —en La Palma y tal vez en gran parte de Canarias— en la década de los años ’40s y antes; cómo en esa década, y comienzos de la siguiente, emigraron clandestinamente a Venezuela, arriesgando sus vidas, muchos jóvenes palmeros; y cómo fue luego en Venezuela la vida de muchos de ellos, tanto de los llegados legalmente como de los que lo hicieron ilegalmente.
Todo esto está narrado de una forma que resulta tan realista que toca muy de cerca al menos a quienes, como yo, supimos de esos hechos que, aunque presentados en una novela, fueron reales.
3.- «Así murió Tanausú» (2007)
Dejando de lado la faceta romántica, me resultó realmente impresionante, por lo valioso, el cóctel de ficción, hechos históricos e investigación que Miguel Ángel hace en esta novela y que sirve, o al menos me sirvió a mí, para aprender mucho sobre los aborígenes Canarios, sobre la cruenta conquista de las Canarias y, sobre todo, para ver las conclusiones —por demás meritorias y basadas en una lógica que se me antoja sólida— a que el autor llega acerca de cómo y por qué murió Tanausú, que es el meollo de esta obra.
Es realmente una lástima —y me atrevería a decir que hasta una vergüenza— que el autor haya tenido que financiar de su bolsillo la publicación de estas tres novelas.
Alguien pudiera argumentar que no son un dechado de arte literario, pero de haberlas considerado así creo que el autor las habría presentado a concurso, cosa que no sólo no hizo sino que una de las novelas fue publicada sin haberle hecho corrección de texto.
No soy crítico literario, pero sí amante de El Paso, mi pueblo, y para mí no es de orden literario el propósito que animó al autor a escribir estas novelas.
No, su mérito es de otro tipo que tiene un gran valor histórico, pues creo que, «El «terrenito», o Nicht Zu Verkaufen», y «Raúl» son lectura obligada para la mayoría de los pasenses vivos hoy.
En el caso de «El terrenito», para que recuerden o sepan cómo fue nuestro pueblo a mediados del siglo pasado. Y en el caso de «Raúl» porque un altísimo porcentaje de esos pasenses vivos a día de hoy, o están/estuvieron en Venezuela o, sin son descendientes de quienes estuvieron, tiene para ellos un beneficio especial empaparse de los detalles del medio social en que, en La Palma y en Venezuela, tocó vivir a quienes entonces emigraron a este país.
Sin embargo, la triste realidad es que, con dos excepciones, ninguno de los muchos pasenses a quienes he hablado de «Raúl» sabía de su existencia, y lo cruel es que no podrán leer ni ésta ni las otras dos, aunque con gusto comprarían las tres, porque, sencillamente, no están a la venta; no están ni nunca estuvieron en las librerías.
Esto escribió acerca de «Raúl» el pasense Adolfo Taño Perera, autor de Soldado de aquella guerra.
«Así murió Tanausú» es también lectura obligada para quienes, Canarios o no, deseen hurgar en la conquista de las Canarias, y tanto si dieron por válido como si no lo que acerca de este tema escribieron hace muchos años autores de renombre como, por ejemplo, Chil y Naranjo, Abreu Galindo o Viera y Clavijo.
Creo que es notable el valor que para la historia de La Palma tiene el novedoso enfoque que Miguel Ángel da a su conquista, y las conclusiones a que llega.
Desde aquí, hago público una vez más mi agradecimiento a Miguel Ángel Pérez Taño, mis felicitaciones por esas formidables novelas, y reitero mi deseo y esperanza de que sean publicadas y puestas al alcance del público cuanto antes.





Gran noticia para un pasense de El Paso, valga la redundancia.
La lectura es obligada para un palmero de mi naturaleza.
Me gustaría saber cómo conseguirlos.
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Gracias Carlos por esta reseña, pero te diré que yo adquirí en una librería de El Paso «El terrenito» y , la verdad, no he comprado las otras porque desconocía su existencia.
«El terrenito» , me agradó, y la leí en El Paso con sumo placer.
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Pues, Roberto, o yo entendí mal (en cuyo caso, también entendió mal Chepina) o «El terrenito» es una excepción.
Además, otros pasenses me han confirmado que NO han conseguido esas novelas ni en librerías de El Paso ni de S/C de La Palma ni de S/C de Tenerife. Si, por el contrario, las, hay, me alegro mucho.
Gracias por el dato.
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¿Y dónde se pueden adquirir esas novelas?
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Que yo sepa, Vicente, y como ya dije, en ningún sitio, y de ahí mi disgusto.
Por lo visto, y según Roberto González, «El terrenito» sí estuvo a la venta, pero debe haberse agotado y, por lo que entendí, no hay planes para una segunda edición. ¡Una lástima!
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