12-12-10
Carlos M. Padrón
En su artículo «Guía para descartar pretendientes» (Libertad Digital), Remedios Morales escribió esto:
«Los varones tacaños (¡ej!) son especímenes siniestros. Jamás os caséis con un mal proveedor, porque un mal proveedor es un mal marido y no cumple con su destino biológico. Mi vecina Adelaida dejó atrás una horrible experiencia con un hombre roñoso hasta la sordidez, que siempre conseguía entradas de claque, y mi pobre prima estaba harta de salir del teatro con las manos hinchadas de tanto aplaudir. Tampoco convienen las chicas derrochonas, sobre todo si vienen con lo puesto. Las parejas que no se rompen por infidelidades suelen romperse por cuestiones de dinero».
Me parece cuando menos curioso que alguien que como Remedios Morales ha escrito tanto en defensa de la igualdad de los sexos declare ahora que, para elegir pareja, una mujer debe asegurarse de que el candidato no sea un mal proveedor. ¿No habíamos quedado en que el modelo de la mujer que quiere que el marido la mantenga había quedado atrás?
O sea, que según esto, el destino biológico del hombre es ser marido, lo cual implica ser buen proveedor. Y según lo que ya escrito en este blog, —repitiendo, como AQUÍ y también AQUÍ, lo que han dicho otros mucho más autorizados que yo— el destino biológico de la mujer es ser madre y conseguir quien la mantenga a ella y a sus crías.
¿Es esto igualdad? No, es instinto puesto ahí por la Naturaleza para perpetuar la especie, y el instinto suele estar reñido con la razón.
Lo escrito hoy por Remedios Morales me recuerda la para mí terrible expresión que tan en boga estivo entre las useñas al referirse a sus maridos: «He’s not a good man but he’s a good provider» (No es un buen hombre pero sí un buen proveedor), o sea, que el marido es una mierda como persona pero le da a su mujercita el dinero que ella quiere,… y por eso «lo aguanta».
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Un comentario sobre “[*Opino}– El buen proveedor”